Politica Mexicana

Equilibrio auto-sustentable y anti-competitivo

Santiago Levy & Michael Walton.

El argumento principal de los autores, Santiago Levy y Michael Walton, es que las instituciones económicas, sociales y políticas, se desarrollan en el contexto de un equilibrio político. Este equilibrio se caracteriza por un alto grado de “rent seeking”, que en un país con gran desigualdad provoca la disminución de la riqueza. El equilibrio político y económico son producto de la interacción entre los diversos grupos dentro de un marco complejo y cambiante. La interacción viene de dos desafíos fundamentales de las élites políticas: dar seguridad a los derechos de propiedad de los inversores privados, y proporcionar suficientes beneficios sociales y económicos para la no-élite para compensar el riesgo de expropiación de las élites.

El problema nace en las instituciones que dan forma a la conducta, esto es, los incentivos, las normas que rigen su funcionamiento y su rendición de cuentas. Las instituciones impactan no solo en la rama ejecutiva, sino también en el Congreso, en el poder judicial y en los gobiernos subnacionales. La equidad se construye desde el entorno institucional que alinea los incentivos hacia el camino de la productividad y la eficiencia, y amplía los derechos sociales. El asunto es que pocas instituciones ofrecen los incentivos correctos y para agravar la situación, operan en un contexto de falta de transparencia y poca contabilidad.

Levy y Walton sostienen que México se caracteriza por un equilibrio auto-sustentable, con rentas compartidas, siendo éste el principal obstáculo para un mayor crecimiento económico y reducción de la desigualdad. Este equilibrio va evolucionando y cambiando de forma, pero sus propiedades inherentes se quedan constantes.

Cuando los mercados son incompletos o imperfectos, los recursos se asignan por medio de otros criterios. Estos suelen favorecer a los individuos o los hogares con mayores recursos e influencia: el crédito se asigna a las personas con garantía real o conexiones, los individuos ricos pueden gestionar mejor los riesgos no asegurados y los que tienen más recursos y conexiones sociales tienen más probabilidades de enviar a sus hijos a mejores escuelas.

Las instituciones económicas que dan forma a la estructura de oportunidades influyen en el patrón de las imperfecciones del mercado y pueden moldear los resultados de manera que promuevan los intereses de los poderosos. También es importante notar la creciente influencia de las instituciones para el desarrollo en general y para el crecimiento en particular.

El problema de México de bajo crecimiento está íntimamente ligado a los altos niveles de inequidad, los cuales tienen como fuente una serie de ineficiencias que se encuentran en el núcleo del problema de crecimiento. La presencia de poderosos intereses arraigados, sobre todo, en las grandes empresas y en los sindicatos protegidos, han dado lugar a un equilibrio auto-sustentable compatible con una amplia gama de instituciones económicas injustas e ineficientes en los sectores de finanzas, el petróleo y el gas, la electricidad , la educación, la seguridad social y la protección social, las telecomunicaciones, la agricultura, entre otros.

Este equilibrio permite la creación de rentas económicas a través de restricciones a la competencia en los mercados de trabajo, producto y capital. Se busca obtener acciones de las rentas a cambio de apoyo político y apoyo para la continuidad de las instituciones establecidas.

La corriente de alquiler de uso compartido de equilibrio es inequitativa en el sentido de que las oportunidades están restringidas por los de adentro. Ineficiente, debido a que la gama de políticas y mecanismos institucionales restringen la competencia o el acceso a los mercados de trabajo, educación, capital y productos, acabando así

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