¿Por qué siempre se habla de mujeres en casos de desigualdad y no de los hombres cuando también se ven afectados por esto?

¿Por qué siempre se habla de mujeres en casos de desigualdad y no de los hombres cuando también se ven afectados por esto? No es un secreto que a los hombres  los matan, sufren de acoso y también tienen problemas. Sin embargo, además de la maldad que no solo afecta a unos sino a todos y que persiste en el mundo actual (independientemente del lugar), las mujeres deben enfrentarse a mil obstáculos más que son invisibles ante los ojos del mundo y donde todavía esos obstáculos están muy distantes a ser iguales al sexo apuesto, por ende, las mujeres se ven obligadas a luchar por una igualdad, dándole paso a la creación de un movimiento que reúna sus ideas colectivas: el feminismo.

Desde el punto de vista feminista, se tiene el pensamiento que está bien el querer que se le pague a la mujer igual que a sus compañeros hombres, que está bien que la mujer quiera tomar las decisiones sobre su cuerpo, y además, que está bien que las mujeres deban involucrarse en la política y las decisiones que afecten su vida. Así mismo se merece la honra y el empoderamiento de un trato social de la misma manera como lo reciben los hombres. Sin embargo, lamentablemente se puede decir que no hay algún país en el mundo donde todas las mujeres puedan esperar recibir estos derechos por igual, lo que en pocas palabras significa que ningún país en el mundo puede decir que ha alcanzado la igualdad de género. Es necesario considerar estos derechos individuales (distinguidos bajo la brecha de inequidad social) como derechos colectivos sin temor a diferencias, lo que básicamente bajo un solo contexto serían los derechos humanos.

Pero la palabra feminismo espanta, ya que, con el pasar de los años la definición de feminismo se ha mal interpretado, dándole un significado donde la mujer  quiere estar por encima del hombre y esto es falso, debido a que el verdadero propósito que quiere conseguir este  movimiento es la igualdad de derechos para hombres y mujeres. Sin embargo, la palabra no es aceptada, por otro lado; se rechaza en la mayoría de casos, pero realmente la palabra no es lo importante, es la idea y la ambición detrás de ella.

Para que se pueda empezar a efectuar dichos ideales, se necesita más participación de parte de los hombres para que realmente haya un cambio, la igualdad de género es un problema de ellos también, ya que los hombres no toman la iniciativa de  expresarse o pedir ayuda por miedo a sentirse menos hombres o menos machos volviéndose frágiles e inseguros gracias a este sentido distorsionado de lo que es el éxito masculino. No es tan sonado que el hombre está aprisionado gracias a los estereotipos de género, pero si se liberasen, las cosas cambiarían para las mujeres como consecuencia natural, dado que si los hombres no tuvieran que ser agresivos para poder ser aceptados, las mujeres no sentirían la necesidad de ser sumisas. Si los hombres no controlaran, las mujeres no sentirían que tienen que ser controladas. De igual manera, hombres y mujeres deberían sentirse libres de ser sensibles, libres y fuertes.

Es tiempo que empecemos a ver a los géneros como un mismo espectro, no como dos ideales opuestos, donde la base trata de la libertad, en la que los hombres levanten esa manta para que sus hijas, hermanas y madres puedan liberarse de los prejuicios,  pero también que sus hijos se sientan con permiso de ser vulnerables y humanos también, que puedan reclamar esas partes que han abandonado y, al hacerlo, ser una versión más verdadera y completa de sí mismos.

En este orden de ideas, la realidad apunta a que si no se realiza nada al respecto, tomaría más de un siglo para que a las mujeres se les pague lo mismo que a los hombres por el mismo trabajo, para que se deje de ver a la mujer como un objeto sexual, creada solo para procrear y servir en las labores del hogar, para que las mujeres tenga total  acceso a la enseñanza, la política o el trabajo, para que se elimine el prejuicio de que el hombre es superior a ella y se tengan los mismos derechos. Tomaría más de un siglo para que haya verdadera igualdad. Sin embargo, todos debemos tomar acciones para empezar el cambio y así remover la idea de que debe existir un género superior y ver la igualdad de género como una realidad a la que se puede llegar con tolerancia, aceptación y avance, dejando de ser una utopía.

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