Primer Apoyo Emocional En Desastres Y Catástrofes (Módulo1)
XimenaSanz28 de Abril de 2014
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1.- INTRODUCCIÓN
Onemi y Primer Apoyo Emocional
Cuando se produce un desastre todos los afectados esperan que el equipo de rescate los “salve”. Los testigos de los acontecimientos quieren, además de ser “rescatados”, que se les atienda y consuele, para pasar lo mejor posible este trago tan amargo.
¿Quién debe darles la atención que ellos implícitamente reclaman?
En Chile contamos con equipos de apoyo psicológico, que tienen la preparación adecuada para asumir esa tarea. Pero estos profesionales seguramente no van a estar disponibles en las primeras horas, luego de ocurrido el desastre. En esta etapa temprana, el único ‘psicólogo’ con el podrán contar las víctimas será usted mismo, como miembro de la misma comunidad o como parte del equipo de primera respuesta.
¿Se siente preparado para eso?
¿Cree que puede hacer, en parte, lo que los ‘profesionales’ del área psicológica realizan aprovechando su formación técnica?
En este curso vamos demostrarle que usted puede brindar a las personas afectadas la atención y consuelo que ellos necesitan para enfrentar el trauma de las ‘primeras horas’.
Antes de que iniciemos el trabajo con los contenidos es necesario que usted se de cuenta de la importancia del trabajo que realiza como ‘primera línea’, en el ámbito de la asistencia psicosocial.
Es difícil hacerlo, porque esta área de trabajo es bastante nueva.
Los equipos de emergencia tienen una larga experiencia cuando se trata de enfrentar complicaciones en las áreas más tradicionales. Saben cómo organizar rescates de personas atrapadas, cómo apagar incendios, qué hacer en caso de terremotos o accidentes múltiples. Saben, también, como hacerse cargo de las situaciones de crisis que se dan en estos terrenos y cómo atender las necesidades más evidentes de los afectados: agua, vivienda, alimentación, salud, etc.
Pero hay otro tipo de necesidades o de problemas que no es fácil advertir y que rara vez son atendidas como es debido: nos referimos a los daños de tipo emocional, que son el tema de este curso. Analicemos algunos datos básicos, para que usted pueda formarse una idea de lo que le estamos diciendo.
Cuando se producen situaciones de emergencias la mayoría de las personas presentan reacciones conductuales, fisiológicas y emocionales intensas, que son completamente normales y esperables frente a una situación que ha alterado sus vidas.
Pero al lado de ellas hay un grupo que va a evidenciar signos claros de sufrimiento psicológico y un grupo que va a experimentar consecuencias más serias, de tipo postraumático: personas que vivirán la experiencia de la crisis con una intensidad mayor, que seguramente va afectar su calidad de vida.
Estrés postraumático
“El trastorno por estrés postraumático se define como un conjunto de síntomas que la persona desarrolla después de haber sido testigo, haber participado, o haber escuchado un suceso traumático estresante en extremo”. Las personas reaccionan ante estas experiencias de destrucción, violencia y muerte con “temor, desesperanza y horrores intensos, reviviendo de manera persistente el suceso e intentando evitar que se lo recuerden”.
Las principales “características clínicas del trastorno por estrés postraumático son la reexperimentación dolorosa del suceso, un patrón de evitación y embotamiento emocional, y síntomas autónomos, como aumento de la frecuencia cardiaca, de la hipertensión arterial, sudación, etc.
Incendio en Galería Nass, Valdivia, en septiembre del 2012.
El trastorno puede aparecer meses o incluso años después de que haya ocurrido el suceso estresante. La evaluación del estado mental revela con frecuencia sentimientos de rechazo y humillación. Pueden sentirse amargamente culpables por el hecho de haber sobrevivido cuando otros perdieron la vida.
Los pacientes también pueden pasar por estados disociativos, sufrir crisis de angustia y tener ilusiones y alucinaciones. La evolución cognoscitiva puede provocar alteraciones en la atención y la memoria”. El trastorno por “estrés postraumático suele aparecer un tiempo después de que se haya producido el trauma. Este retraso puede ser tan corto como una semana, o tan largo como 30 años. Los síntomas pueden fluctuar a través del tiempo y pueden ser más intensos durante los periodos de estrés. Un 30% de los pacientes se recupera completamente, un 40% continúa presentando síntomas leves, un 20% experimenta síntomas moderados y un 10% no experimenta ningún cambio, o incluso empeora”.
Fuente: Servicio de Salud Mental: Programa Específico de Atención Psicológica en Casos de Desastre, México, 2002, p.17, 18 y 19.
¿Cómo contener a los que tienen reacciones ‘normales’ e iniciar el camino de sanación en el caso de quienes sufren la crisis en forma devastadora?
Es importante que sepa que la primera intervención que usted va a desarrollar, en medio de la crisis, puede ser determinante para evitar que muchas personas transformen los daños iniciales en un cuadro psicológico más serio.
Para lograr esas maravillas usted no va a necesitar obtener un título como psicólogo: lo fundamental es que aprenda algunos consejos y herramientas, y que sepa como utilizarlos, en forma integrada, para la elaboración de planes de acción, debidamente contextualizados, que podrá presentar en los Comités de Operaciones de Emergencia, aportando ideas para el trabajo de planificación.
2.- CONCEPTO DE “CRISIS”
Para que usted pueda dimensionar la magnitud de efectos psicosociales a los que dan lugar las emergencias y las catástrofes, es necesario que haya entendido, en forma preliminar, como experimentan las mentes de los seres humanos las situaciones de crisis.
Descubrirá que hay crisis benignas, que es posible abordar de siguiendo patrones bastante predecibles, porque están asociadas a procesos que todos vivimos. Pero hay otras, como las originadas por las emergencias o las catástrofes, que son mucho más complejas, porque llegan de improviso y tienen un impacto ‘integral’ sobre los afectados.
a) Definiendo el concepto
En términos generales, las situaciones de crisis, pueden ser entendidas como un estado delicado y conflictivo en el cual, por circunstancias de origen interno o externo, se rompe el equilibrio y se altera la normalidad de la vida de las personas, sobrepasando su capacidad habitual de repuesta.
Una situación de crisis, no sólo constituye un aspecto adverso o de amenaza para las personas o comunidades, sino también son una oportunidad de cambio, crecimiento y desarrollo.
La visión china del concepto “crisis”: el “lado bueno de las cosas”
Los chinos utilizan el concepto “Weiji” para referirse a las crisis.
Esta palabra es bien especial, porque tiene asociados dos significados: Wei se traduce como “peligro”; Ji, en cambio, se traduce como “oportunidad”.
¿Entiende por qué los chinos usan la misma palabra para expresar dos ideas que parecen ser contradictorias?
Lo que ellos quieren decirnos, con su sabiduría ancestral, es que uno puede enfrentar una crisis a partir del pesimismo, viviendo el desajuste con temor, como si se tratara de un peligro grave, o puede enfrentarlo con una visión optimista, asumiendo esta coyuntura desgraciada como una oportunidad para iniciar cambios positivos y enriquecedores, que difícilmente tendrían lugar en tiempos de normalidad.
Para representar esta misma ideas los chinos acuñaron un proverbio muy conocido: “Los tiempos duros crean héroes”. Analice lo que nos comenta Consuelo Cornejo, psicóloga de la ONEMI, sobre esta materia, en el siguiente video:
VIDEO
Para poder enfrentar un desajuste importante en los delicados equilibrios en que se basa la vida, es fundamental que las personas aprendan a verle el lado bueno a las cosas malas. Pero no siempre es fácil hacerlo.
¿Cree usted que es posible ver el lado bueno de las cosas, en el contexto de una catástrofe?
¿Cree que una víctima puede percibir lo que está viviendo como una oportunidad para algo bueno?
Seguramente no será así, en el corto lapso de tiempo en que usted lo tocará intervenir, cuando la crisis esta en pleno desarrollo o las cosas han pasado hace muy poco tiempo.
En esa “etapa 0”, que vamos a describir en la última lección, usted tendrá preocuparse de que las personas estén seguras y tendrá que atender sus necesidades básicas. Junto con eso, deberá que establecer un contacto inicial con ellas, brindarles contención y hacer todo lo necesario para sacarlas del shock inicial, poniéndolas en mayor contacto con la realidad.
Gracias a usted las personas lograrán recuperar el control de sí mismas y podrán enfrentar los desafíos más inmediatos que les plantea la crisis. El proceso que permitirá transformar la desgracia en una oportunidad de crecimiento, va a tomar más tiempo y va a demandar otros recursos de apoyo.
b) Tipología de las crisis
Todo el mundo tiene que enfrentar muchas crisis a lo largo de su vida. Pero hay crisis y crisis. Algunas de ellas, por ejemplo, se presentan a la mayoría de las personas, en forma más o menos similar, en determinadas etapas de la vida.
Eso permite que sea relativamente sencillo anticiparse a ellas. Pero hay otras, que se producen de manera totalmente imprevista, que son mucho más desestructuradoras: hablamos de
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