Problema y solución

                                                                                                       Clara de Toro y Claudia Cordero

                                                    Problemas reales

Este trabajo se hace en grupos de no más de 3 personas. Recordad que todos los miembros del equipo han de subir el trabajo y que deben estar los nombres de los integrantes en las portadas de los trabajos.

• Piensa en un problema cotidiano o una necesidad cercana que pudieras resolver. Analizad la situación como si la solución dependiese de vosotros.

• Como hemos visto en clase, el trabajo para hallar soluciones a situaciones que pueden convertirse en un proyecto se realiza atendiendo a la descripción de los siguientes elementos o condiciones: Funcionales, Constructivas, Económicas, Estéticas, Ergonómicas, Ecológicas y de Seguridad.
• Estas condiciones se analizan estableciendo cómo son en la realidad y cómo deberían ser para solucionar el problema.

Siguiendo, por tanto, el tema 4, debéis describir el problema y analizar sus condiciones siguiendo la tabla de elementos (debéis rellenar los campos que consideréis necesarios y añadir los que creáis que son relevantes para vuestro estudio). Tras rellenar las condiciones reales del problema, deberéis rellenar las condiciones ideales que debería tener el asunto para que se solucionara.

   El problema cotidiano que se nos ha ocurrido analizar es de transporte, y es una situación real en la que nos encontramos a día de hoy. Las dos vivimos en Las Rozas, a 20 minutos en coche de la universidad. Hay un autobús que lleva hasta la universidad, pero este tarda 50 minutos, a lo que hay que añadirle el tiempo que tardamos en desplazarnos en coche u otro autobús hasta la parada en la que se coge, que no está cerca de nuestras casas. Este autobús pasa cada hora, y no siempre coincide con nuestros horarios de clase, por lo que normalmente llegamos o bien con 15 minutos de retraso o bien con 40 minutos de antelación para evitar llegar tarde. La opción de transporte público es más económica, pues solo tenemos que pagar el abono mensual y podemos hacer viajes ilimitados. Además, tiene un menor impacto sobre el medio ambiente, que es un punto a considerar, pues estamos concienciadas sobre el cambio climático. Sin embargo, en cuanto a su accesibilidad y adaptabilidad, aunque cumple su función de llevarnos hasta la universidad, es una opción muy poco flexible y que no se ajusta a nuestros horarios como nos gustaría. Por otro lado, consideramos que el transporte público puede resultar menos seguro, basándonos en pasadas experiencias. Preferiríamos que, en una situación ideal, nuestra seguridad dependiera directamente de nuestra responsabilidad, en vez de depender de la de una tercera persona desconocida (el conductor).

   Otra opción, como ambas tenemos carné de conducir y coche disponible, sería subir en coche a la universidad. Esta alternativa es mucho más cara y contaminante que el transporte público, pero solucionaría el problema de horarios, pues nos daría flexibilidad total para ir y venir cuando mejor nos venga, además de ahorrarnos tiempo de trayecto. Este cuatrimestre tenemos asignaturas muy exigentes que requieren muchas horas de trabajo fuera de la universidad, por lo que el factor tiempo es muy importante a la hora de resolver nuestro problema. A nuestro parecer, esta también resulta una mejor opción en cuanto a la seguridad, porque confiamos más en nuestra conducción que en la de otra persona.

   La situación ideal sería la segunda si, por ejemplo, tuviésemos coches eléctricos para no contaminar y no pagar gasolina. Puestos a imaginar, lo verdaderamente idílico sería que o bien tuviéramos dinero ilimitado o la gasolina fuera gratuita e inofensiva para el medio ambiente. Como evidentemente esto no es posible, hemos tenido que buscar la solución intermedia que más satisfaga nuestras necesidades. Por este motivo, decidimos buscar y realizar trabajos ocasionales que nos permitiesen ganar algo de dinero para gasolina y no nos quitasen mucho tiempo de estudio (como por ejemplo cuidar niños de vez en cuando).  Esto solo podíamos hacerlo de vez en cuando y seguía sin solucionar del todo nuestro problema. Como resultado, se nos ocurrió hablar con un compañero de nuestra clase que también vive en Las Rozas y también tiene coche, para ir los tres juntos todos los días y repartirnos los viajes. Así, cada día lleva el coche uno de los tres, ahorramos dinero, gastamos menos gasolina y llegamos a tiempo a clase.  

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