Proceso De Cambio

El proceso del cambio

Las mercancías no pueden acudir ellas solas al mercado ni cambiarse por si mismas, las mercancías son cosas y se hallan inertes frente al hombre. Si no se les somete de grado el hombre puede emplear la fuerza es decir, apoderarse de ellas. Para que estas cosas se relacionen, las unas con las otras como mercancías, es necesario que sus guardianes se relacionen entre si, solo puede apoderarse de la de otro por voluntad de este y desprendiéndose de la suya propia, es decir, por medio de un acto de voluntad común a ambos; es necesario que ambas personas se reconozcan como propietarios privados, esta relación jurídica que tiene por forma de expresión el contrato es una relación de voluntad en la que se refleja la relación económica.

La mercancía esta siempre dispuesta a ser cambiada por su poseedor, para él, no tiene un valor inmediato, de otro modo no acuidiria con ella al mercado, tiene únicamente un valor de uso para otros, para él, tan solo tiene valor de cambio. Todas las mercancías son para su poseedor, no valores de uso y valores de uso para los no poseedores. Las mercancías tienen necesariamente que realizarse antes como valores antes de poder realizarse como valores de uso. Todo poseedor de mercancías considera las mercancías de los demás como equivalentes especiales de la suya propia. Las mercancías no se enfrentan por consiguiente como tales mercancías, sino simplemente como productos o valores de uso. El proceso social se encarga de asignar a la mercancía destacada de la función social específica de equivalente general.

La cristalización del dinero es un producto necesario del proceso de cambio en el que se equiparan entre sí de un modo efectivo diversos productos del trabajo, convirtiéndose con ello, real y verdaderamente en mercancías; mediante el desdoblamiento de la mercancía en mercancía y dinero. Por eso a la par que los productos del trabajo se convierten en mercancías, se opera la transformación de la mercancía en dinero.

El intercambio inmediato de productos presenta de un lado la forma de la expresión simple de valor y de otro lado todavía no la presenta; la primera modalidad que permite a un objeto útil ser un valor de cambio en potencia es su existencia como no valor de uso, es decir como una cantidad de valor de uso que rebasa las necesidad de inmediatas de su poseedor; las cosas son objetos ajenos al hombre y por tanto enajenables. Para enajenación sea reciproca basta con que los hombres se consideren tácticamente propietarios privados de esos objetos enajenables, enfrentándose de ese modo como personas independientes las unas de las otras. El intercambio de mercancías comienza allí donde termina la comunidad, allí donde ésta entra en contacto con otras comunidades; tan pronto como las cosas adquieren carácter de mercancías en las relaciones de la comunidad con el exterior este carácter se

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