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REBELIÓN CRISTERA. Inicio De La Guerra Cristera


Enviado por   •  7 de Septiembre de 2017  •  Ensayos  •  6.767 Palabras (28 Páginas)  •  835 Visitas

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEON.

ESCUELA Y PREPARATORIA TÉCNICA MÉDICA.

CIENCIAS SOCIALES.

        PÍA.        

GPO: 206.

MATRICULA: 1861508.

TEMA: REBELIÓN CRISTERA.

NOMBRE: KITZIA KARYME GUERRERO SERRANO.

PROFESOR: HUMBERTO RODRÍGUEZ.

Introducción.

(Resumen abstracto)

Muy bien comencemos, en este escrito te contaremos todo lo relevante del hecho histórico el cual llamado la guerra cristera, desde los inicios de esta guerra hasta el final de los 3 años que duro este acontecimiento.

Como por ejemplo el principal personaje que empezó con esta guerra que fue el presidente Plutarco Elías Calles quien inicio con la gran ley de calles en don el artículo 3 y 130 se hace presentes.

Haciendo que miles de personas murieran peleando por un mejor pueblo.

Sobre los maestros que con todo su ser no querían dejar sus cargos y fueron asesinados brutalmente.

Quédate a leer este escrito y veras lo interesante que será saber toda esta controversia que duro tres años de lucha.

Índice.

  1. Inicio De La Guerra Cristera.
  2. Plutarco Elías Calles.
  3. Ley De Calles.
  4. Los Cristeros.
  5. Las Mujeres En La Guerra Cristera.
  6. Economía Poética De Pedro Páramo: De La Revolución A La Cristiada.
  7. Canticos Cristeros.
  8. Ataques De Los Cristeros En Contra De Los Maestros Rurales.
  9. Causas Y Consecuencias De La Guerra Cristera.
  10. Los Jefes De La Guerra Cristera.
  11. Las Negociaciones.
  12. Una Estampa Apocalíptica De Los Tiempos De La Guerra Cristera: El Triunfo De Cristo Rey De Gonzalo Carrasco Espinosa Sj.
  13.  Fin De La Guerra Cristera.
  14. Mi Conclusión.

Inicio De La Guerra Cristera.

En el México independiente el estado era católico, luego fue laico y cuando la Iglesia católica se vio amenazada por el socialismo y el comunismo pospuso su enfrentamiento con el estado. Cuando el comunismo dejó de ser una amenaza, la clerecía volvió a demandar aquello por lo que luchaba después de la revolución de 1910 y que en parte provocó la guerra cristera.

El inicio de la guerra cristera se convocó en los años 1926 y 1929 en el cual una gran cantidad de ciudadanos mexicanos tomaron parte de la organización siendo así una de las confrontaciones armadas en México de mayor  importancia por el número de personas civiles combatientes y por el aparato militar que movilizó el gobierno de Plutarco Elías Calles para combatirles.

Desde la época en la que con las leyes de reforma se buscaba que la Iglesia católica perdiera el gran poder monetario y político que tenía, gobierno e Iglesia vivieron enfrentados.

Este conflicto se agravó para 1926 al implementar el gobierno los artículos de la constitución de 1917, específicamente el 3 y el 130, de forma radical, para controlar totalmente a la Iglesia, reforzando estos principios con la llamada Ley Calles.

Así, el gobierno de Plutarco Elías Calles decidía cuantos sacerdotes debían de servir en cada templo, tenían que registrarse en una especie de censo y debían de ser mexicanos por nacimiento para poder así realizar sus actividades de culto religioso.

Todos los sacerdotes extranjeros fueron expulsados del país, por ningún motivo podía la Iglesia involucrarse en asuntos políticos, además de tener prohibido sostener o abrir colegios, ya que en el artículo tercero constitucional, se enfatizaba el carácter laico de la educación, y que además sólo al Estado le correspondía su impartición y control, con estas medidas, claramente anticlericales y antieclesiásticas, se desencadenaría la llamada guerra Cristera. 

 

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Plutarco Elías Calles.

Plutarco Elías Calles asume la presidencia y propone un nacionalismo nuevo y una revolución perpetua, siguiendo las líneas del nacionalismo pagano, la religión sometida al Estado y la lealtad del ciudadano solamente al gobernante civil. En este sentido fracasó el intento de crear una iglesia nacional.

La violencia a los católicos se intensificó en diferentes regiones del país. En Tabasco se decretó que el sacerdote que quisiera oficiar debería estar casado y en Tamaulipas se prohibió oficiar a los sacerdotes extranjeros. Entre los años 1925 y 1926 se prohibió el culto en Tabasco y se tomaron medidas muy estrictas contra los practicantes en Chiapas, Hidalgo, Jalisco y Colima.

Los fieles católicos tomaron la iniciativa y, en marzo de 1925, forman la Liga Defensora de la Libertad Religiosa dirigida por don Miguel Palomar y Vizcarra, basada principalmente en la gloriosa Asociación Católica de la Juventud Mexicana, Rápidamente se establecieron en todo el país y planearon actuar por medios "constitucionales". Sin embargo, los acontecimientos se precipitaron cuando se promulgó la famosa Ley Calles.

Está integrada por treinta y tres preceptos que explicitaban mejor la persecución legislativa de la Constitución: limitación del número de sacerdotes (sólo uno por cada seis mil habitantes), inscripción de los sacerdotes en el municipio para recibir la autorización de ejercer el culto, prohibición de la libertad de enseñanza y el derecho de los padres de enseñar a los hijos en la fe.

Al margen de las discusiones y sucesos que se desarrollaban en las cúpulas del poder, los realmente agraviados eran los católicos mexicanos, por un lado la amenaza de excomunión por parte de la Iglesia, por el otro las sanciones penales que impone el Estado.

 El 31 de julio, después de rezos, sacudidas y tiroteos a su fe, pierden el auxilio espiritual y sufren la brutalidad de la represión. Lejos de entenderlo, el Estado, la Iglesia católica y la Santa Sede no midieron la fuerza popular que estaban movilizando.

 El gobierno no creía en la sublevación; los católicos eran viejas beatas y ancianos fanáticos por lo que decide utilizar mano de hierro para detener los brotes de descontento.

La Iglesia esperaba poder llamar a una guerra pacífica y al martirio si era necesario, pocos sacerdotes favorecían la lucha armada, si bien el Episcopado  acepta, aunque no recomienda, la rebelión propuesta por la Liga. A partir del 31 de julio los enfrentamientos armados se suceden en diferentes poblaciones, los católicos están dispuestos a defender su fe contra el "césar " Calles.

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