Reactivación De La Industria Agricola En Puerto Rico

Reactivación de la Industria Agrícola

En Puerto Rico, hoy día, se importa la mayoría de los productos alimenticios. A través de los años, la agricultura en Puerto Rico ha sido abandonada desde que se producía caña, café, algodón y tabaco en los 1938. Como consecuencia del abandono de la agricultura en la isla, se ha recibido alimentos de Estados Unidos u otros países de segunda o tercera categoría o de baja calidad. Es decir que el abandono a la agricultura ha empeorado y ha puesto en peligro la salud de los puertorriqueños. Es por este problema, que se debe realizar una reactivación de la agricultura en Puerto Rico para poder producir alimentos de calidad, fomentar u incentivar la economía nacional y mejorar la salud del pueblo puertorriqueño.

Anteriormente en Puerto Rico, además de cultivar café, caña, algodón y tabaco, se cultivaba yautías, yuca, ñames, habichuelas y maíz. Gran parte de estos alimentos provenían de una agricultura realizada en las laderas de colinas y montañas. Los campesinos utilizaban técnicas y tecnologías apropiadas que protegían los suelos de la erosión, hacían un uso sustentable del agua y promovían una diversidad de cultivos. Estas prácticas, intensificaba la producción en terrenos inclinados que hoy día se consideran sub-óptimos para la agricultura. Más adelante, a partir del 1950, cambiaron sus técnicas típicas a unas que eran técnicas de agricultura industrializada de altos insumos externos tales como: fertilizantes químicos, plaguicidas, semillas hibridas, riego extensivo y maquinaria pesada. Que estas técnicas industrializadas eran mas apropiadas para climas templados y terrenos llanos. Por ende, como establece el National Research Council: “Existen prácticas agrícolas alternativas que son formas viables y económicamente compatibles para lograr rendimientos satisfactorios, conservar los suelos, proteger el agua, reducir el uso de fertilizantes y plaguicidas químicos y reducir los costos de producción.”

Un ejemplo que demuestra el cambio hacia el abandono es la destrucción masiva, en el 1970, de los bosques de cafetales tradicionales, para sembrar café al sol utilizando maquinaria pesada que destruía la cubierta vegetal y el suelo para depositarlo en quebradas. Incluso, el abuso de abonos inorgánicos, plaguicidas y herbicidas en los alimentos. Es por esto que es urgente volver a una agricultura en la cual se produzca en Puerto Rico alimentos de alta calidad para el propio consumo de los puertorriqueños además de exportarlos a otros países.

La reactivación de la agricultura seria la mejor opción para el pueblo de Puerto Rico para mejorar la calidad de lo que se consume a diario y a la vez incentivar la economía local. Esta reactivación es ideal para crear nuevos empleos, ya que hoy día en Puerto Rico uno de los grandes problemas es que hay pocos empleos para la grande población que hay alrededor de la isla. De esta manera, se crean empleos y el dinero se movería en la misma isla fortaleciendo y beneficiando la economía nacional. Incluso, la economía nacional se beneficiaria de exportar alimentos que se producirían en la isla. Como dice Olivier de Schutter: “Una urgente transformación hacia cultivos agroecológicos es el único camino para ponerle fin al hambre y enfrentar los desafíos del cambio climático y la pobreza rural”. Incluso, Schutter explico: “La agroecología puede duplicar la producción de alimentos en 10 años, a la vez que se mitigan las causas del cambio climático. Los procesos industriales no imitan la naturaleza, la agroecología sí lo hace; reemplaza los insumos externos como el fertilizante mediante saberes de cómo combinar plantas, árboles y animales de tal modo que se refuerce la productividad de la tierra.” Es decir, que se pudiera utilizar los recursos naturales de la forma más productiva posible para generar frutos agrícolas y que con el tiempo se pudieran expandir de ser exitoso.

La población puertorriqueña se encuentra en los primeros lugares en la nación americana en condiciones de salud como: asma, hipertensión, diabetes, cáncer y problemas cardiovasculares. Una producción de alimentos agrícolas local que rinda frutos de alta calidad expondría al pueblo puertorriqueño a alimentos con menos tóxicos y químicos que pudiera redundar en una mejor salud para el país. Los pesticidas y algunos químicos utilizados en la elaboración a gran escala de alimentos ha estado asociado con incidencia de cáncer y problemas digestivos.

Por ejemplo, el retorno al cultivo de maíz pudiera ser explorado para evaluar la viabilidad de producir combustibles flexibles como el etanol derivado del maíz. El maíz también tiene muchos otros usos aparte de el comestible, se utiliza para hacer otros productos tales como: la pasta dental, el yogurt, cosméticos y medicamentos como la aspirina.

Para agricultores existentes y agricultores en vías de desarrollo existen programas a nivel federal y estatal que proveen fondos, servicios, incentivos, educación, y hasta ayuda para mercadear los productos agrícolas obtenidos. Todos los años fondos destinados para la agricultura permanecen sin usar y son redistribuidos y pudiesen ser destinados a agricultores puertorriqueños. El desarrollo de nuevas tecnologías ha venido a incrementar los niveles de producción de productos agrícolas en otros países que muy bien pudiesen ser implementados en las fincas puertorriqueñas. Por ejemplo, la utilización de tecnología solar como las placas solares pudieran reducir los gastos energéticos de las fincas locales ya que contamos con gran cantidad de rayos solares durante el año.

Los alimentos producidos en Puerto Rico son de alta calidad y compiten a nivel mundial. Por ejemplo, el café producido en nuestra montanas ha sido reconocido como uno de los mejores del mundo y hasta en el Vaticano ha sido consumido. Corporaciones como la Lotus en el pasado tuvo sembradíos de piña que exportaban a nivel mundial y podemos retornar a los tiempo en que nuestros productos estén disponibles en el mercado mundial.

El deterioro de la situación económica mundial y local la carencia de empleos y el crecimiento poblacional en la isla demuestran una situación precaria de dependencia de productos alimenticios generados fuera de Puerto Rico que perjudican al puertorriqueño económicamente y en su salud. Mediante la utilización de incentivos y tecnologías disponibles a nivel local, nacional e internacional deben ser incorporados y utilizados aquí en Puerto Rico para resucitar una agricultura que ha sido de calidad y que pudiera mejorar la economía y la salud puertorriqueña.

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