Realidad Hondureña

El propósito del siguiente ensayo es dar a conocer los puntos mas débiles que tiene la población hondureña, que debo decir, son muchos. Me llena de profunda tristeza ver el abismo en el que se encuentra Honduras. Si hablamos estadísticamente Honduras lleva la delantera por ser uno de los países con más altos índices de pobreza y criminalidad. Admito que varias veces he sentido la curiosidad de indagar en nuestro pasado y poder comprender el porque de lo que esta sucediendo actualmente. Como pueden ya haberse dado cuenta de la situación que esta viviendo en estos momentos Venezuela, comienzo a pensar que la respuesta a mis preguntas no esta muy lejos, al contrario esta en nuestras narices. La ambición de algunas personas puede llegar a ser la peor arma que pueden tener en contra de una población entera, despojándolos de todos sus bienes, privándolos al derecho de tener una cacerola de frijoles para su familia.

Debo recalcar que en Honduras se encuentran los mas bellos paisajes de Centroamerica, pero vuelvo y me pregunto, ¿Sirve de algo tener tanta belleza, si por dentro estamos “podridos”? Personalmente visualizo a mi país como lo haría con cualquier otra persona, analizo sus virtudes y sus debilidades. Pero a diferencia del ser humano, quien es capaz de darse a conocer como mejor prefiere, el territorio no es asi. Nosotros, los seres humanos que habitamos en el somos los únicos responsables de tanto daño causado como lo dije antes, por nuestra ambicion. Pienso que no es normal despertarse una mañana, encender el tv y enterarse de toda la sangre derramada diariamente, asi, como si fuera alguna película horrorosa de esas en las que al final, acabamos con fuertes dolores de cabeza por lo crudo que fue. De esa misma vivimos todos y cada uno de los hondureños.

Miedo. Los hondureños salimos a las calles con miedo, con terror a que por alguna mala casualidad ese dia seamos victimas de la violencia. Imagínense lo que será salir de casa con preocupación, no solo por los criminales que abundan en las calles, sino también con la esperanza de conseguir trabajo, talvez porque en la empresa que laboraba hicieron recorte de personal y quedo sin un sueldo. No puede darle de comer a sus hijos, ni mucho menos pagarles una buena educación para que el dia de mañana sean buenos profesionales. El estrés lo agobia y la única luz que logra ver al final del túnel, la salida mas fácil, es robar. Convertirse en uno de esos asaltantes a los que al principio temia, y con el tiempo convertirse en criminal. Esa, es la vida no de una ni de dos personas en Honduras, esa es la vida y realidad de centenares de niños, jóvenes y adultos que sobreviven a costa de quien sea.

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