Revolución Chilena
geepadi8 de Marzo de 2015
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La Interdependencia Compleja y los procesos de Integración Subnacional:
El Caso Chileno.
Juan Carlos Aguirre Avaria*
Resumen
En este trabajo se da una explicación sobre los hechos que han sucedido al
fenómeno de la glocalización en un contexto de interdependencia compleja, a
partir del caso chileno. En particular, este es un análisis sobre la relación de
los Municipios chilenos y los procesos de descentralización que han hecho que
aparezcan nuevos actores en la escena internacional, paralelamente al
desarrollo de la paradiplomacia. Lo cual ha devenido en una nueva forma de
integración, denominada subnacional. Aquí, se utiliza el modelo de la
interdependencia compleja para sostener que la integración subnacional es un
proceso que aparece como respuesta a la globalización. Sin embargo, este
estudio también viene a establecer la lógica relación entre el análisis de la
política internacional y nacional para la Teoría de las Relaciones
Internacionales.
Palabras claves: Glocalización - Integración subnacional –
Interdependencia Compleja – Gobiernos No Centrales Electos –
Paradiplomacia – Descentralización
Abstract
In this paper, an explanation of the facts that have happened to the glocalization
takes place within a context of complex interdependence from the Chilean case.
In particular, this is an analysis about the relationship between Chilean
Municipalities and the decentralization processes which have caused that new
actors in the international scene appear, parallel to the development of
Paradiplomacy which has implied a new way of integration called subnational.
Here, it is used the complex interdependence model for keeping that the
subnational integration is a process that appears as an answer to the
globalization. Nevertheless, this study also establishes the logical relationship
between the analysis of the international and national policy for the
International Relations Theory.
Key words: Glocalization - Subnational Integration – Complex
Interdependence – Elect NonCentral Government - Paradiplomacy –
Decentralization
* Estudiante de 5° año, último semestre, de la carrera de Ciencia Política y Relaciones Internacionales en la
Universidad Academia de Humanismo Cristiano, 2006, Santiago de Chile.
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I.-Introducción
Los procesos de integración regional son un punto sustancial para sostener la armonía en
las relaciones fronterizas. Sin embargo, la integración política entre Estados-nación
sudamericanos es escasa, ya que, ésta descansa en la existencia de intereses comunes entre
éstos, los cuales son virtualmente inexistentes. Lo anterior, debe entenderse desde la
perspectiva del caso chileno, ya que, este Estado ha estructurado otras estrategias de
inserción internacional, las cuales distan de un acercamiento vecinal bajo lógicas de
integración política o regionalismo, de forma deliberada. Es decir, lo tangible, en cuanto al
acercamiento de Chile al vecindario, es que la mayoría de las limitaciones observadas, tanto
físicas como políticas, aún persisten, pero en menor medida. Por lo tanto, en lo que
respecta a política vecinal, el pragmatismo ha sido la constante.
Por otra parte, desde hace ya algún tiempo el mundo se caracteriza, entre otros fenómenos,
por la aparición de nuevos actores, los cuales crecen a medida que la tecnología disminuye
las distancias geográficas, lo que genera nuevos escenarios de acción donde la
interdependencia entre zonas territoriales cercanas se complejiza. Más aún, el encuentro de
las tendencias estructurales de la globalización y localización que han dado origen al
neologismo de la glocalización (Beck. 1998: 68.), hace que la configuración de espacios
regionales (por encima, por debajo o de modo transversal al Estado) sea el producto social
de la agencia de distintos actores regionalizadores que están involucrados en el acto político
de ‘hacer región a una región’. Por ende, se torna pertinente visualizar a la globalización
como glocalización entendiendo por tal fenómeno la incrustación de lo local en lo global de
tal modo que, lejos de representar la negación del territorio, estas actividades se
materializan en lugares físicos, muy concretos, situados en los territorios nacionales que,
además, interactúan de modo "transnacional". Esta nueva significación de los espacios
regionales y locales en cuanto sitio de (potencial) aglomeración de actividades productivas
requiere, a su vez, nuevas modalidades de organización y gestión territorial. Así, estas
transformaciones han alentado los procesos descentralizadores de la gobernanza territorial
que se han generalizado tanto en sistemas políticos federales como unitarios, en los lugares
más diversos del mundo. Lo que en ningún caso implica dejar de lado los requerimientos de
gobernabilidad que requerirán estos nuevos “espacios de acción” de lo subnacional. Así, en
un contexto “glocalizado”, tanto la Región como la Provincia y el Municipio adquieren
gran importancia, por lo tanto, lo subnacional y local también. A pesar que el Estadonación
aún continua siendo el garante de la soberanía territorial, “la tendencia actual nos
muestra que existen mayores intereses de integración entre los sectores que entre los
países” (Botero. 2003: 3). Es decir, la integración es más relevante para los espacios
subnacionales que para los Estados-nación. Es así que “el Estado se está enfrentando a
nuevos retos irrenunciables y ambivalentes. Por un lado, a la demanda de una mayor
participación transnacional en el sistema internacional y, por el otro, a la petición continua
de cesión de competencias que pertenecían tradicionalmente a los linderos estatalesnacionales.
Paralelamente, la dimensión de territorio se hace más profunda. Sin ir más
lejos, estos espacios se vuelven dinámicos, flexibles y movibles dentro de la estructura
tradicional estatal” (Botero. 2003: 1). Los efectos que se derivan de la continua presión
externa hacen que los espacios subnacionales busquen nuevas recetas de integración ante
los nuevos procesos que emanan del sistema político internacional. Su importancia radica
3
en que poco a poco estos espacios se han convertido en sujetos del escenario internacional,
y en palabras de Boisier “se convierten hoy en los actores privilegiados de la competencia
internacional”. (Boisier. 2001: 10)
En efecto, en la actualidad, las regiones más avanzadas están adelantando incluso sus
propias estrategias internacionales, “una especie de paradiplomacia tendiente a asegurar
recursos económicos y a forjar alianzas con otras regiones. Sin embargo, vale la pena
aclarar que esta región, provincia o municipio entendida cómo “sujeto de relaciones
internacionales”, no se constituye necesariamente en un desafío a los núcleos tradicionales
de poder” (Botero. 2003: 3), más bien, emana de los fenómenos internacionales antes
mencionados y de procesos de descentralización que no siempre son parte de una política
sectorial dirigida deliberadamente por algún órgano central del gobierno, cuestión que se
tratará de sostener de aquí en adelante. Así, hacer de la región, provincia o municipio un
“sujeto de estudio de las relaciones internacionales” jamás fue la intención de la
implementación de políticas descentralizadoras en Estados-nación unitarios como el
chileno, ya que, el fenómeno de lo subnacional no tiene parangón en la elaboración de
políticas tendientes ha impulsar el desarrollo regional o local de un territorio en un Estado.
Y lo que es aún más importante, el hecho que los espacios subnacionales hayan dirigido su
mirada hacia la integración con zonas aledañas bajo la directriz de una especie de “pequeña
política exterior” no es, en ningún caso, una idea deliberada de ningún gobierno central, lisa
y llanamente, porque ningún Estado quisiera ver a una porción de su territorio como un
“cuasi – Estado”, o en palabras de Kenichi Ohmae como un “Estado-región”, ya que, no es
compatible con el propio concepto de Estado-nación.
Así, en el actual contexto internacional de Interdependencia Compleja ( en adelante IC) se
vislumbra un nuevo fenómeno que atiende a la aparición de nociones de desarrollo
territorial más particularizado, en donde lo subnacional adquiere objetivos, autonomía y
medios de acción propios, sobre todo en zonas geográficas fronterizas que entienden que la
noción del “miedo hobbesiano” no tiene retorno en sus relaciones limítrofes, es más, con
mayor o menor lucidez o más o menos intención, el desarrollo subnacional en un contexto
de IC permite tener una mayor cooperación vecinal, aunque dicha estrategia de desarrollo
no tenga por que ser determinada por una política sectorial.
Debido a que la interdependencia se hace evidente ante el constante desdibujamiento entre
la línea que divide la jerarquización de los temas de política
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