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Enviado por   •  24 de Octubre de 2013  •  3.556 Palabras (15 Páginas)  •  376 Visitas

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Estado teocrático

Teocracia es la organización del Estado de acuerdo con los principios y normas de una religión. El dios se revela a través de los profetas, estos son interpretados por los clérigos que los adaptan y aplican a los tiempos y a las circunstancias concretas.

Los dogmas son los fundamentos y principios del Estado. Las normas morales son las leyes; las normas positivas se convierten en obligaciones y los pecados en delitos. Todos los órganos del Estado están orientados en este sentido.

Todavía hoy quedan muchos países con regímenes teocráticos, principalmente musulmanes, que se rigen por las “leyes religiosas”. Es decir, el gobernante es un dios.

Teotihuacan

Teotihuacan (náhuatl: Teōtihuácān, ‘Lugar donde fueron hechos los dioses; ciudad de los dioses’)?a es el nombre que se da a la que fue una de las mayores ciudades de Mesoamérica durante la época prehispánica. El topónimo es de origen náhuatl y fue empleado por los mexicas, pero se desconoce el nombre que le daban sus habitantes. Los restos de la ciudad se encuentran al noreste del valle de México, en los municipios de Teotihuacan y San Martín de las Pirámides (estado de México), aproximadamente a 45 kilómetros de distancia del centro de la Ciudad de México. La zona de monumentos arqueológicos fue declarada Patrimonio de la Humanidad por Unesco en 1987.

Los orígenes de Teotihuacan son todavía objeto de investigación entre los especialistas. Alrededor del inicio de nuestra era, Teotihuacan era una aldea que cobraba importancia como centro de culto en la cuenca del Anáhuac. Las primeras construcciones de envergadura proceden de esa época, como muestran las excavaciones en la Pirámide de la Luna. El apogeo de la ciudad tuvo lugar durante el Periodo Clásico (ss. III-VII d. C.). En esa etapa, la ciudad fue un importante nodo comercial y político que llegó a tener una superficie de casi 21 km2, con una población de 100 mil a 200 mil habitantes. La influencia de Teotihuacan se dejó sentir por todos los rumbos de Mesoamérica, como muestran los descubrimientos en ciudades como Tikal y Monte Albán, entre otros sitios que tuvieron una importante relación con los teotihuacanos. El declive de la ciudad ocurrió en el siglo VII, en un contexto marcado por inestabilidad política, rebeliones internas y cambios climatológicos que causaron un colapso en el Norte de Mesoamérica. La mayor parte de la población de la ciudad se dispersó por diversas localidades en la cuenca de México.

Se desconoce cuál era la identidad étnica de los primeros habitantes de Teotihuacan. Entre los candidatos se encuentran los totonacos, los nahuas y los pueblos de idioma otomangue, particularmente los otomíes. Las hipótesis más recientes apuntan a que Teotihuacan fue una urbe cosmopolita en cuyo florecimiento se vieron involucrados grupos de diverso origen étnico, como muestran los descubrimientos en el barrio zapoteco de la ciudad y la presencia de objetos provenientes de otras regiones de Mesoamérica, sobre todo de la región del Golfo y del área maya.

Teotihuacan ha sido motivo de interés para las sociedades posteriores al declive de la cultura teotihuacana en Mesoamérica. Sus ruinas han sido exploradas desde la época prehispánica, entre otros, por los toltecas y los mexicas. El descubrimiento de objetos teotihuacanos en los yacimientos arqueológicos de Tula y el Templo Mayor de México-Tenochtitlan así lo confirma. En la mitología nahua posclásica, la ciudad aparece como el escenario de mitos fundamentales como la leyenda de los Soles de los mexicas.

Actualmente, los restos de Teotihuacan constituyen la zona de monumentos arqueológicos con mayor afluencia de turistas en México, por encima de Chichén Itzá y Monte Albán. Las excavaciones arqueológicas en Teotihuacan continúan hasta nuestros días, y han dado como resultado un paulatino incremento en la calidad y cantidad del conocimiento que se tiene sobre esta ciudad.

Simón Rodríguez

Nace en Caracas Simón Rodríguez, calificado de "loco", "maestro" o "don", este ejemplar venezolano, de padres desconocidos, el 28 de octubre de 1771. Se dice que fue hijo adoptivo de Cayetano Carreño y de Rosalía Rodríguez. De su infancia, se conoce muy poco. Simón Rodríguez es un niño expósito y su único familiar conocido es su hermano Gayetano.

Su carácter nada común lo lleva a quitarse el apellido paterno, el adoptivo y a quedarse sólo con el de su madre (originalmente se hubiera llamado Simón Carreño Rodríguez), por eso es que, el mismo Simón se presenta como expósito en el acta matrimonial.

Se caracterizará toda su vida por seguir apasionadamente su ideal de pensar y enseñar en libertad plena. Su vida estuvo dominada por la pasión de las letras.

El primer contacto de los dos Simones se produce cuando Rodríguez es contratado por Feliciano Palacios, abuelo de Bolívar, para que en su propia casa le sirva de amanuense. Más tarde, al fugarse de la casa de su tío Carlos Palacios, Bolívar ingresará a la escuela pública de Rodríguez.

Este era un maestro que enseñaba divirtiendo, según expresión bolivariana. Su manera de enseñar, distinta a todo lo tradicional, era en el campo, frente a la naturaleza, lo cual servía para el espíritu, para la fortaleza del cuerpo y para el conocimiento de las cosas que nos rodean. Si está en el aula, entre sus 114 alumnos (setenta y cuatro que pagan y cuarenta gratis, entre ellos nueve expósitos), les da instrucción adecuada a sus edades y les inculca las buenas costumbres y el amor por la libertad.

Don Simón Rodríguez, precursor y animador de la inquietud bolivariana, es por antonomasia el Maestro del Libertador; antes de que éste independizara a América, Rodríguez (su "Maestro Universal") hace su tarea: independiza a Bolívar, lo divorcia de la realidad tradicional y lo acerca a la verdad futura; le ayuda a conseguir la perspectiva propia de un creador, a intuir su faena y a calcular las fuerzas de sus auxiliares y sus enemigos. Simón Rodríguez llama a Bolívar a ser terriblemente cuerdo entre aquellos mediocres que se autoestiman depositarios del buen juicio y de la sensatez, y a los ojos de los cuales la Independencia tenía que ser una locura singular.

La enseñanza de Rodríguez se cumple en la adolescencia y en los umbrales mismos de su edad adulta; superados algunos rices de la infancia entre maestro y discípulo, roces que nunca más recordará El Libertador, la compenetración entre ambos es intensa y duradera. Por el carácter independiente y rebelde de Rodríguez se comprende que cale tan hondo en el espíritu del joven.

La casualidad pone en manos de Simón Rodríguez, pedagogo per sé y fanático de Juan Jacobo Rousseau, a un niño sano, rico, de alcurnia, inteligente, sin familia, sin padres siquiera a quienes rendir estrecha cuenta de aquella infancia. En suma, encuentra el Emilio ideal. Y Simón Rodríguez inicia la educación que aconseja Rousseau en su Emilio. Bolívar es el primer hombre moderno, quizás el único, que haya sido educado para hombre libre. Rodríguez le hizo cerrar los libros de texto y le abrió el gran libro de la naturaleza. Le enseña antes que nada a ser fuerte de alma y de cuerpo; y a convivir con la naturaleza, sin ser víctima de ella. Le enseña a dar grandes caminatas, a cabalgar días enteros, a nadar, a saltar. Le transmite oralmente cuanto el discípulo puede asimilar. Y le obliga a leer a los grandes autores clásicos como Plutarco y a los modernos como Rousseau. A eso se limita.

Simón Rodríguez, en 1794 presentó al Cabildo de Venezuela un proyecto de Escuelas Públicas, donde analizaba el sistema educativo para aquel entonces y donde planteaba la necesidad de la participación activa de los alumnos en las cátedras, exponiendo sus ideas y aclarando sus dudas. Pero las autoridades coloniales no le prestaron ninguna atención.

Simón Rodríguez, además, de su conocimiento y talento como educador, sintió también la inquietud de la Libertad; participó en el movimiento revolucionario de Gual y España, y complicado en esta tentativa de independencia abandonó el país al fracasar el movimiento y se traslada a Jamaica, suplantando su nombre por el de Samuel Robinson, para evitar cualquier vengativa por parte de las autoridades del rey.

Al llegar a Jamaica en 1798, se inscribió en una escuela pública para aprender ingles, donde hizo buenas relaciones con los niños, que eran sus compañeros de clase, debido a su bondadoso corazón. Luego marchó a los Estados Unidos, estableciéndose en Baltimore, donde se desempeñó por algún tiempo como cajista de una imprenta. Simón Rodríguez tenía un espíritu de aventurero y esto lo llevo a seguir recorriendo varios países. Simón Rodríguez solía decir: "No quiero parecerme a los árboles, que echan raíces en un solo lugar; sino al viento, al agua, al sol, a todas esas cosas que marchan sin cesar".

Viajó por espacio de diez y seis años, conoció Italia, Suiza, Alemania, Bélgica, Rusia, Inglaterra y otros. Su estadía en el viejo continente le permite dominar el francés, el italiano, el alemán y el portugués, profundizar sus estudios filosóficos y entrar en contacto con las teorías revolucionarias que pronto implantarían un nuevo orden político y social de alcance mundial. Todos estos conocimientos, más tarde los vertería en su más destacado alumno: el Libertador Simón Bolívar.

Simón Bolívar viaja a Europa para distracción de su viudez temprana, dura tres años por fuera, donde se encuentra con su Maestro Simón Rodríguez y se convierte en un viaje de aprendizaje, ya que Rodríguez vuelca todos sus conocimientos en él. En esta época Rodríguez le aconseja a Bolívar que estudie a "Helvecio, Holbach, Hume", entre otros.

En 1823, vuelve Simón Rodríguez a Venezuela, cuando su antiguo discípulo Simón Bolívar se encontraba preparando la emancipación del Perú. Al enterarse Bolívar de la llegada de su maestro lo llama a su lado y lo nombra Director e Inspector de Instrucciones Públicas y Beneficencia, y regenta la Escuela Municipal de Caracas. Y en calidad de tal acompaña al Libertador a Chuquisaca, donde funda una escuela, acorde con sus ideas de enseñanza. Se esmera en hacer de sus alumnos albañiles, herreros, carpinteros y otros oficios manuales. Pero lamentablemente fracasa, porque los mismos padres de familia miraban con desagrado que sus hijos aprendieran tales oficios, teniendo que cerrar la escuela.

Bolívar ratificó en 1823 la manera de enseñanza de Rodríguez sobre las buenas costumbres y el amor a la libertad: «Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso».

En 1826 Rodríguez le escribía a Bolívar: "No sé si usted se acuerda que estando en París, siempre tenía yo la culpa de cuanto sucedía a Toro, Montúfar, a usted y a todos sus amigos". Palabras que sugieren la gran amistad entre aquellos jóvenes y el travieso pero respetado Pedagogo. Esto haciendo remembranza de la época que pasaron juntos en París cuando bolívar viajó a Europa.

En ese entonces, Rodríguez solo contaba con treinta años.

En 1829, retirado de la docencia, establece en Azángaro, sobre las riberas del Lago de Titicacas, una fábrica de Velas, que irónicamente él llamaba "De luces americanas". Pero reclamado por la población cedió a encargarse de nuevo de la Educación.

Después de la muerte del Libertador, en 1830, se traslada a Lima y luego a Huacho. En 1833, fue nombrado Director de estudios del Departamento de Concepción, este mismo año, en Chile se entrevista con su compatriota Andrés Bello y funda una escuela de Barrio. Después de algunos años de permanencia en aquella República, pasó a la del Ecuador donde fue nombrado catedrático de Botánica y Agricultura del Colegio de Latacunga.

En 1846, regenta un Colegio en Quito y en 1847, se traslada al Sur de Colombia, entregado siempre a su pasión de enseñar. Luego se enrumba a Perú, donde murió Simón Rodríguez, pobre y sin hogar a los 83 años de edad, el 23 de Febrero de 1854, en el humilde pueblecito peruano San Nicolás de Amotape. Fabricaba velas, que es hacer luz.

Sus restos fueron trasladados en 1954 al Panteón Nacional, en el centenario de su muerte.

No sin motivos, Bolívar usaba el calificativo de «el Sócrates de Colombia» para referirse a su maestro.

Simón Rodríguez, fue un maestro ejemplar y gran luchador por la Libertad y la Justicia.

Escribió obras de valioso interés, entre las que se pueden citar:

Educación Popular.

El suelo y sus habitantes.

Tratado sobre las luces y las virtudes sociales.

Defensa de Bolívar.

El Libertador del Mediodía de América.

Sus compañeros de armas defendidos por un amigo de la causa social..................................

CARTA DE SIMON BOLIVAR A SU MAESTRO, AL PISAR ÉSTE EL SUELO DE COLOMBIA, DE REGRESO DE EUROPA EN 1823

Usted, maestro mío, ¡cuánto debe haberme contemplado de cerca, aunque colocado a tan remota distancia! ¡Con qué avidez habrá usted seguido mis pasos, dirigidos muy anticipadamente por usted mismo! Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me señaló. Usted fue mi piloto, aunque sentado sobre una de las playas de Europa......En fin, usted ha visto mi conducta; usted ha visto mis pensamientos escritos, mi alma pintada en el papel, y no habrá dejado de decirse: "¡Todo esto es mío! Yo sembré esta planta; yo la enderecé cuando tierna: ahora, robusta, fuerte y fructífera, he ahí sus frutos; ellos son míos: yo voy a saborearlos en el jardín que planté: voy a gozar a la sombra de sus brazos amigos; porque mi derecho es imprescriptible, privado a todo"...Sí, mi amigo querido, usted está con nosotros: mil veces dichoso el día en que usted pisó las playas de Colombia. Un sabio, un justo más, corona la frente de la erguida cabeza de Colombia.

Cuál es la educación que esperamos?

Vamos a iniciar, con el apoyo de todos, un proceso de regeneración de una educación postrada y en terapia intensiva. Es una tarea de largo plazo. La rehabilitación y transformación de la misma.

Las prioridades para la acción de gobierno en materia educativa se derivan en última instancia de los fines que debe tener la educación, entendida como el principal vector para la reforma de la sociedad, tal como se plantea en el IX Plan de la Nación.

Entre esos fines de la educación, de acuerdo a lo pautado en nuestra legislación y tomando en cuenta el actual tiempo histórico, destacaremos los siguientes:

- Promover el pleno desarrollo de la personalidad de los ciudadanos, tanto en su sentido individual como social, para que sean capaces de construir permanentemente una sociedad democrática y pluralista. Tal capacitación les permitirá contribuir a la integración y a la solidaridad, enfrentando las tendencias a la fragmentación y la segmentación sociales.

- Distribuir equitativamente los conocimientos necesarios y el dominio de los códigos en los cuales circula la información socialmente necesaria y formar a las personas en los valores, principios éticos y habilidades para desempeñarse en los diferentes ámbitos de la vida social.

- Formar a las personas para que puedan responder a los nuevos requerimientos del proceso productivo y a las formas de organización del trabajo resultantes de la revolución tecnológica.

- Desarrollar capacidades de anticipación del futuro y de actualización permanente para seleccionar información, para orientarse frente a los cambios, para generar nuevos cambios, para asumir con creatividad el abordaje y la resolución de los problemas.

Tres grandes objetivos que enrumban nuestra política educativa:

1. Elevar la calidad dela acción educativa

2. Mejorar la eficiencia de la gestión educativa

3. Salvaguardar la equidad en relación con los sectores mayoritarios que acceden a la educación.

Esos grandes objetivos, a su vez, permiten definir las tres grandes políticas que desarrollaremos durante el quinquenio, a saber:

1. Transformación de las prácticas pedagógicas, para mejorar la calidad de la formación ética e intelectual.

2. Generación del cambio institucional necesario para la modernización y fortalecimiento del sector educativo.

3. Corrección de los desequilibrios sociales que se manifiesten en el sistema escolar, por efecto de factores exógenos y endógenos.

Explicaremos inmediatamente la relación entre los objetivos formulados y las políticas destinadas a alcanzarlos.

- Calidad educativa y transformación de las prácticas pedagógicas:

La elevación de la calidad de la acción educativa es el objetivo fundamental porque el norte y el sentido de todo el esfuerzo educativo debe ser formar al venezolano de otra manera, de una mejor manera.

- Eficiencia de la gestión y generación del cambio institucional

Para aumentarla calidad del proceso educativo es necesario incrementar la eficiencia de la gestión institucional, la cual se rige por patrones obsoletos donde predominan el centralismo, el verticalismo y la existencia de interminables cadenas de controles, las cuales, al converger todas hacia el nivel central del Ministerio lo abarrotan de excesivas e inmanejables informaciones inconexas.

- Salvaguarda de la equidad y corrección de los desequilibrios sociales.

El rendimiento estudiantil está afectado por factores exógenos al sistema escolar. Las carencias socioeconómicas y culturales limitan de modo significativo la probabilidad de prosecución escolar. Un gran porcentaje de los niños y jóvenes excluidos tempranamente del sistema escolar pertenecen a los sectores más pobres de la población.

CÓMO LO HAREMOS: PLAN DE ACCIÓN

1. Dignificar y dinamizar la función docente

El docente es la clave de la transformación pedagógica propuesta y por ello el esfuerzo conjunto del Ministerio, de los gremios y de la sociedad ha de estar dirigido no tanto a rescatar su imagen, sino a modificar en la realidad las características del rol que desempeña, para cambiar la imagen. Esa modificación ha de hacerse en la triple dirección de su formación inicial y permanente, de la remuneración a su trabajo y de las condiciones de su ejercicio profesional.

2. Promover los proyectos pedagógicos de plantel

Se ha comprobado hasta la saciedad que una práctica pedagógica burocráticamente controlada y dependiente de directrices externas produce en los docente efectos negativos, tales como la mecanización del trabajo cotidiano, la apatía, la resistencia al cambio y la indiferencia por los resultados de su trabajo.

3. Rehabilitar la infraestructura de los planteles y dotarlos con los recursos educacionales adecuados.

El depauperado ambiente físico de los planteles tiene correspondencia con el empobrecimiento académico de nuestra educación. Por lo tanto, la estrategia, concurrente con las restantes de este Plan de Acción en este campo, es la de rehabilitar, adecentar, adecuar, mantener y mejorar a la planta física de los centros educativos. En consonancia con tal criterio:

- Se continuará con la política iniciada de establecer convenios directos entre FEDE y las Comunidades Educativas, para que sean éstas las que a través de su propia organización y contando con los recursos económicos de tal programa, procedan a reparar la infraestructura de los planteles.

4. Delegar y transferir competencias a los estados, los municipios y los planteles.

Según un modelo y unas fases a establecer, se delegarán las competencias desde el nivel central hacia las zonas educativas y en un proceso de negociaciones con las gobernaciones y alcaldías, atendiendo a sus peculiaridades, se transferirán competencias del nivel central a las nuevas figuras administrativas que se creen, en las cuales se vayan integrando los roles y las funciones de las zonas educativas y de las direcciones estadales o municipales de educación.

5. Fortalecer al Nivel Central en sus funciones esenciales

La estructura funcional del nivel central ha de reorganizarse, para adecuarlas a sus funciones esenciales, que son:

- Diseñar e implementar un sistema de información ágil, consistente y automatizado sobre las variables fundamentales del proceso educativo y sobre los procesos administrativos.

- Repotenciar su capacidad de investigación propia y coordinar la que pueda hacer el sistema universitario en orden a aumentar su capacidad de comprensión de lo que ocurre al interior del sistema escolar.

- Reforzar su capacidad de planificación con visión prospectiva de las transformaciones a producir en el sistema educativo.

- Establecer sistemas nacionales de evaluación de la calidad del proceso educativo que permitan asumir la responsabilidad por los logros obtenidos y efectuar la rendición de cuentas a la sociedad.

- Determinar los objetivos y los contenidos fundamentales de los niveles de la enseñanza

- Crear un sistema de control de gestión, acorde con las características de la nueva estructura del sector.

- Redefinir su formulación presupuestaria en función de sus objetivos y estrategias básicas

6. Apoyar socioeconómicamente a los estudiantes de menores recursos

La Beca Alimentaria y otros programas sociales compensatorios que se manejan a través de la red escolar, tales como el Bono Lácteo, el de Cereales y el de Dotación de Útiles y Uniformes Escolares, han representado un esfuerzo del Estado para disminuir la deserción y mejorar el rendimiento escolar.

7. Promover ritmos de crecimiento de los niveles y modalidades del sistema escolar, en función de la justicia social y del modelo de crecimiento económico.

La atención a los niños entre 0 y 6 años: El Estado y la sociedad deben desarrollar múltiples y convergentes acciones para ampliar la cobertura de atención nutricional, en salud y educativa a la niñez comprendida entre esas edades. La vastedad del campo a cubrir y las graves deficiencias existentes en cuanto a atención, requieren de la intensificación de las iniciativas y programas que llevan adelante instancias privadas y las gubernamentales, tales como el Ministerio de la Familia, las Alcaldías y Gobernaciones, el Instituto Nacional de Nutrición y el Ministerio de Educación. En cuanto a la Educación Preescolar propiamente dicha, la estrategia es la de continuar su expansión a un ritmo superior al que se ha venido dando en las últimas décadas.

No es fácil la estrategia planteada. Pero es necesaria. Y posible con el trabajo constructivo y coordinado de todos.

Invitamos a sumarse a la tarea del rescate de nuestra educación a todas las instituciones y, en especial, a todos y cada uno de los docentes y a sus gremios, que también deben recuperar el rol histórico de avanzada que fue factor determinante para el progreso y la modernización del país desde las primeras décadas del siglo.

Tan sólo así, la educación podrá ser el eje de la reconstrucción social, cultural y económica que necesitamos.

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