¿Será el monto del presupuesto o será administración del sector Salud lo que se necesita para mejorar los servicios de Salud de Bogotá?

¿Será el monto del presupuesto o será administración del sector Salud lo que se necesita para mejorar los servicios de Salud de Bogotá?

Este año, dentro de la distribución del presupuesto General de la Nación, se asignó para el sector de la salud 4,11 billones de pesos, cifra que aumentó 4%, (La Nación, Neiva, 2014) con respecto al año anterior. De igual forma, la destinación del presupuesto Nacional a Bogotá es de aproximadamente 0,4 billones y va dirigida principalmente al régimen subsidiado. Asimismo, en Bogotá, “El presupuesto aprobado por el concejo y destinado por la dirección Distrital de presupuesto este 2015 fue de 2,2 billones,”. (Dirección Distrital de Presupuesto, 2015). Cifra que disminuyó en 0,2 billones respecto a la asignación del año anterior (2,4 billones). Consecuentemente con lo anterior, el total de presupuesto asignado a Bogotá en el 2014 estuvo en cerca de 3 billones, y disminuirá en 0.2 billones al final del año 2015. De otra parte, en cuanto a la distribución de los recursos, en la capital el 80 por ciento de los ciudadanos está en el régimen contributivo, mientras el 20 por ciento, en el subsidiado.

En cuanto a las fuentes de estos recursos, en el nivel Distrital no son pocas y por tanto favorecen la prestación de servicios de salud respecto a las demás partes del país, estas provienen de los recursos de juegos suerte y azar, de las cotizaciones de los afiliados al régimen contributivo, de los aportes de las cajas de compensación familiar, del presupuesto general de la Nación, de los Fondo del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (Fonsat), de Indumil y los de las rentas cedidas por los entes territoriales. (CARACOL RADIO, 2013).

¿Será que el monto de recursos destinados para el sector Salud en Bogotá es adecuado para cubrir las necesidades de toda su población?

Bogotá en los últimos años ha sufrido de varios síntomas negativos en la prestación de servicios de salud, dentro de los cuales están: el escandaloso hacinamiento en los servicios de urgencias de algunas IPS, las largas esperas para acceder a citas médicas, la mala calidad de los servicios y una red hospitalaria pública que se encuentra al borde del colapso por falta de giro de los recursos a tiempo. De acuerdo con esto, la ciudad en el 2013 “afrontó deudas en el sistema de salud con la red pública, que alcanzaron los 350.000 millones de pesos y que dejaron a 14 de sus 22 centros asistenciales al borde del cierre”. (EL TIEMPO, 2013). Otra causa de la crisis fue la igualación de los planes de beneficios de los afiliados al régimen subsidiado, ya que al recibir los mismos servicios que los afiliados del contributivo, pero mantener el mismo dinero girado antes de la reforma, se encarecieron los ingresos económicos a los hospitales públicos, principales receptores de pacientes del régimen subsidiado. De otra parte, algunas EPS privadas, que administraban recursos del régimen subsidiado, no soportaron el impacto de ofrecer más servicios por reducción de los recursos y se fueron en desbandada de la capital. Esto dejó a cerca de 1,3 millones de personas pobres pertenecientes al régimen subsidiado sin una entidad afiladora. (EL TIEMPO, 2013). En su momento, se pensó que una posible solución era consolidar la EPS Capital Salud como de capital mixto con lo cual se hubiera inyectado nuevo capital a la institución, pero no fue así, debido a que el gobierno de Gustavo Petro defendió la posición de seguir con la EPS pública. Al respecto, hay que tener en cuenta que hoy el Distrito tiene el 51 por ciento de las acciones y la EPS privada Salud Total, el 49 por ciento (EL TIEMPO, 2013), lo cual le permite mantener el control de la institución a la Administración Distrital. El Secretario de Salud Distrital de su momento manifestó que otro camino para la solución era que el Gobierno Nacional le entregara al Distrito el manejo del régimen subsidiado, lo cual generó molestias en el Ministerio de Salud, quien dio respuesta negativa a dicha petición. Por tanto, no se vieron soluciones, pero si más pacientes bogotanos insatisfechos y vulnerados.

Aunque hoy en día el presupuesto destinado para el sector salud puede considerarse suficiente por lo que el problema no radica en un déficit presupuestal. Así lo indica el gobierno distrita, que manifiesta: hay que “desarrollar una EPS sin ánimo de lucro que realmente tenga un interés en servir a la gente y darle unos beneficios tributarios o créditos baratos por algunos años para que se consolide y pueda competir con las privadas. (Semana, 2009). En conclusión, el Distrito no da como un problema la financiación, sino la falta de solidez institucional para manejar los recursos con que cuentan los hospitales públicos y poder competir con las EPS privadas y sus respectivos hospitales. De otra parte, la situación actual de la población capitalina en materia de salud, según lo mencionado en el propio plan de gobierno Petro, es desconocida para las instituciones del sistema de salud distrital, lo que hace que dicho sistema no preste los servicios que la gente realmente necesita. Es decir, aunque

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