TEORIA DEL CONSUMIDOR
sandrapardo300113 de Mayo de 2015
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La estrategia del caracol
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La estrategia del caracol
Ficha técnica
Dirección
Sergio Cabrera
Guion
Humberto Dorado
Ramón Jimeno
Sergio Cabrera
Música
Germán Arrieta
Fotografía
Carlos Congote
Protagonistas
Fausto Cabrera
Frank Ramírez
Florina Lemaitre
Víctor Mallarino
Humberto Dorado
Delfina Guido
Vicky Hernández
Luis Fernando Múnera
Gustavo Angarita
Carlos Vives
Datos y cifras
País(es)
Colombia
Año
1993
Género
Comedia
Duración
116 min
Idioma(s)
Español
Ficha en IMDb
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La estrategia del caracol es una película colombiana de 1993 dirigida por el cineasta y director Sergio Cabrera. La obra es una comedia-drama y relato de ficción sobre la libertad y la solidaridad, una metáfora del acoso sexual, inspirada en un hecho real. La película trata de las penurias de las familias de bajos ingresos en Bogotá. La brecha entre ricos y pobres y sus interacciones en un sistema social altamente estratificado. Los temas más importantes de la película son la ocupación y propiedad de vivienda y el acoso inmobiliario.
Sergio Cabrera y el guionista Humberto Dorado articulan un mosaico de personajes de diferentes clases sociales, ideologías e ideas políticas que se constituyen en representaciones simbólicas perfectamente extrapolables a cualquier otra época y sitio del mundo.
La película es protagonizada por Frank Ramírez, Florina Lemaitre, Humberto Dorado, Fausto Cabrera y Carlos Vives. La película es una de las ganadoras del Festival Internacional de Cine de Berlín y del Festival de Cine de Biarritz de Cine de América Latina, y galardonada además con otros treinta premios en diversos certámenes internacionales.
Índice
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1 Producción
2 Argumento
3 Reparto
4 Sobre la película
5 Véase también
6 Enlaces externos
Producción[editar]
La película fue originalmente prevista por Sergio Cabrera como una inspiración basada en una noticia que había leído en un periódico colombiano sobre un desahucio paradójico y atípico. La burocracia de la justicia colombiana tardó tanto tiempo en efectuar el desalojo de La Casa Uribe, que el juez llegó a descubrir que la casa ya no existía.
Aunque Cabrera había previsto la película varios años antes de realizarla, sólo se comenzó cuando el Premio Nobel Gabriel García Márquez vio el piloto de la película de Sergio Cabrera y los alentó a continuar con la realización de esta. Debido a problemas de presupuesto y la falta de apoyo del gobierno colombiano, la película tardó cuatro años para estar totalmente terminada. De hecho, para el momento, el gobierno colombiano estaba cerrando las organizaciones culturales que apoyan a cineastas como Focine. La película fue filmada en Bogotá, el centro de la ciudad, con varias escenas filmadas en las zonas deprimidas de las colinas orientales.
Argumento[editar]
Los inquilinos de La Casa Uribe van a ser desalojados porque el propietario el Dr. Holguín (Víctor Mallarino), una persona adinerada prepotente quiere que sea declarada Bien de Interés Cultural del Casco Histórico de Bogotá aunque con otros planes en verdad. Los inquilinos burlan la orden de desalojo gracias al desparpajo e ingenio de Romero, un hábil abogado, y de Jacinto, un viejo anarquista español exiliado, ambos inquilinos de La Casa Uribe. Defendiendo el edificio contra jueces y policías, planean una original estrategia ideada y dirigida por Jacinto. La lucha contra los especuladores y los corruptos está perdida antes de empezar, pero los vecinos están dispuestos a hacer lo que sea para defender su dignidad.
La Casa Uribe, tomada de la cinta "La estrategia del Caracol"
Mientras Romero gana tiempo con argucias legales, Jacinto lidera la estrategia del caracol: llevar la casa a cuestas. En secreto, los vecinos desmontan el inmueble y lo implantan en otro lugar, con excepción de la fachada externa. Los habitantes de La Casa Uribe exhiben la amplia variedad de discursos y culturas que conviven en América Latina. Jacinto tiene que convencer a todos de la efectividad de su estrategia.
El cielo se pone de parte del anarquista. La Virgen se aparece en una de las paredes del apartamento de doña Trinidad. Todos creen que el milagro es una señal: la Virgen, la primera en salir del inmueble, inicia la exitosa implementación de la estrategia del caracol: la casa a cuestas. Seis años después, con motivo del desalojo de otro caserón del casco histórico de Bogotá, Gustavo Calle, el culebrero, rememora ante un grupo de periodistas, encabezados por el reportero José Antonio Samper (Carlos Vives), la epopeya mítica del desalojo de La Casa Uribe
Reparto[editar]
Carlos Vives.... José Antonio Samper Pupo
Frank Ramírez.... "Perro" Romero
Fausto Cabrera.... Jacinto Ibarburen
Delfina Guido.... Misia Trina
Florina Lemaitre....Gabriel/Gabriela
Luis Fernando Múnera.... Gustavo Calle Isaza "El Paisa"
Vicky Hernández.... Doña Eulalia
Ernesto Malbran.... Lázaro
Saín Castro.... Justo
Víctor Mallarino.... Doctor Holguín, el dueño de la casa
Humberto Dorado.... Víctor Honorio Mosquera
Gustavo Angarita.... Fray Luis
Salvatore Basile.... Matatigres
Ulises Colmenares.... Arquímides
Luis Fernando Montoya.... Hermes
Luis Chiape.... Diógenes
Edgardo Román.... Juez Díaz
Yezid Ferrara......Henry, el cerrajero
Topolino Zuluaga..... el zorrero.
Sobre la película[editar]
La estrategia del caracol (1993) fue un éxito de público y crítica. Obtuvo varios premios que permitieron a su director hacer otras películas sobre la sociedad colombiana. Las ideas de Sergio Cabrera son que "el cine puede ayudar a acariciar la utopía", un mundo mejor y más justo basado en el trabajo conjunto de las personas por un objetivo común. La estrategia del caracol es una película optimista, que muestra con un profundo sentido del humor la pobreza del tercer mundo y el discurso de la lucha de clases.
Sergio Cabrera la resume de este modo:
Un grupo de cien personas no se puede llevar una casa en un mes, ni en tres meses ni en un año, y todavía menos con una grúa. La película hace que esto parezca posible. El narrador es un culebrero, un hombre de gran imaginación. Él es quien explica la historia y nosotros vemos lo que explica pero la historia no tiene porque ser exactamente real.
La narración del culebrero a la película da un fuerte carácter simbólico: en seis años, nada ha cambiado, las condiciones de vida en la ciudad siguen siendo tanto o más duras que antes y los desalojos continúan. La película muestra las duras condiciones de vida de las grandes ciudades, divididas en barrios ricos y pobres, zonas ricas e industrializadas y zonas subdesarrolladas: la supeditación del poder político a los más oscuros intereses de la economía capitalista.
Tiene especial garra cinematográfica Don Jacinto Ibarburen, el viejo anarquista español que guarda la bandera de la CNT y tiene colgado en su dormitorio un retrato del líder anarquista español, Buenaventura Durruti. Para Don Jacinto primero, y después por el resto de los protagonistas, siempre hay cosas por las que luchar y la esperanza no se tiene que perder nunca. La fuerza y las ganas de vivir que transmiten todos los inquilinos del edificio es, precisamente, el elemento alrededor del cual gira toda la película: la ilusión de los personajes, situados en todo momento por encima de las duras condiciones de vida que tienen que soportar, contribuye a hacer verosímil y creíble la surrealista estrategia que deciden llevar a cabo, consiguiendo la total identificación de los espectadores con su causa.
La alegría y creatividad de los inquilinos del edificio que tiene que ser desalojado contrasta de manera brutal con la visión oscura y triste de la burocracia y las autoridades, instrumentos del poder económico empantanados en la corrupción y carentes de escrúpulos. El ingenio y el arte de vivir de los inquilinos contrasta también con la violencia, la intolerancia y los comportamientos agresivos imperantes en buena parte de la sociedad colombiana.
La inutilidad de las armas y de la violencia aparece en la primera escena de la película, un niño pequeño muere durante los enfrentamientos entre la policía y un grupo de inquilinos que han construido barricadas y se han armado con pistolas y escopetas para impedir el desahucio. La estrategia del caracol es un canto a la vida, al honor y a la dignidad. La fe y la esperanza pueden mover montañas. Don Jacinto inspira a los inquilinos de la casa sueños e ideales que les permiten buscar una forma ingeniosa de mantener su dignidad intacta y enfrentarse con el poder.
Esta película de 1993 del director Sergio Cabrera constituye, antes de la reciente eclosión del cine argentino y de la irrupción de la tríada de directores mexicanos (Cuarón, Glez. Iñárritu y Del Toro), quizá el mayor éxito del cine iberoamericano en los países hispanohablantes de los últimos tiempos. La película narra, en un tono de comedia satírica,
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