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Teorias


Enviado por   •  21 de Mayo de 2013  •  Informes  •  1.328 Palabras (6 Páginas)  •  207 Visitas

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La década posterior a la Revolución de 1944 fue una época de la historia que marcó la vida de Guatemala más que cualquier otra. Estos fueron los "años de primavera en la tierra de la eterna tiranía" (Cardoza y Aragón). Previa a esta revolución, el país estaba en un estado inestable y feudal. La United Fruit Company (UFCO) tenía control sobre el gobierno y un gran porcentaje del terreno nacional. Poseía alrededor del 11% de las tierras guatemaltecas, que representaban el 63% de cultivaciones[1]. El resto de la propiedad estaba prácticamente en un 2.2% de la población que tenían el 70% del espacio terrenal[2]. La Revolución estableció el momento en que esta situación cambiaría. En 1945 Juan José Arévalo fue el primer presidente electo democráticamente por los tres millones de ciudadanos[3]. Arévalo hizo muchos cambios en Guatemala que muchos catalogaron como actos comunistas. Entre estos fue el Código del Trabajador (1947) y la creación de la Seguridad Social (1948). Se inició un movimiento orientado a la ayuda del trabajador de campo. Pero no fue hasta que el presidente Arbenz entró en poder, que se dieron cambios radicales en las instituciones políticas y económicas. Arbenz conmovió a los guatemaltecos e hizo temblar al mundo.

Jacobo Arbenz Guzmán ganó las elecciones que se llevaron acabo del 10 al 12 de noviembre del año 1950 con 258,987 votos de 404,739 votos totales, un fascinante 64%[4]. Su campaña política estaba enfocada en tres puntos: la construcción de una carretera del Atlántico al Pacifico, el proyecto de una hidroeléctrica en el Rió Michatoya y la Reforma Agraria. Cada uno de estos puntos era un ataque hacia las empresas estadounidenses. La construcción de la carretera le quitaba el monopolio a la UFCO, la hidroeléctrica le quitaba el monopolio a la Empresa Eléctrica, y la Reforma Agraria expropiaba las tierras ociosas de la Frutera (entre otros propietarios de latifundios[5]). Arbenz estaba asociado con el Partido Guatemalteco del Trabajador (PGT), un partido comunista que en ese momento contaba con 4,000 miembros y el apoyo de los campesinos[6]. El 15 de mayo de 1951, toma posición Arbenz, y empieza las reformas prometidas a los trabajadores.

Durante el primer año de la administración de Arbenz se discutió la Reforma Agraria entre los diversos sectores de la sociedad. Los partidos de derecha y los dueños de los latifundios estaban en contra de la reforma. Sin embargo los argumentos de estos sectores no fueron escuchados. Arbenz procedió con el Decreto 900: Reforma Agraria el 17 de junio de 1952. El Decreto consistía en 107 artículos que determinaban las condiciones bajo las que se expropiarían tierras y en las que se otorgarían. El gobierno argumentaba que esta reforma era necesaria para la modernización de Guatemala y su independencia del imperialismo estadounidense presente en Centro América. Los objetivos del Decreto están establecidos en el Artículo 3 del Decreto 900:

ARTÍCULO 3.- Son objetivos esenciales que la Reforma Agraria debe realizar:

a) Desarrollar la economía capitalista campesina y la economía capitalista de la agricultura en general;

b) Dotar de tierra a los campesinos, mozos colonos y trabajadores agrícolas que no la poseen, o que poseen muy poca;

c) Facilitar la inversión de nuevos capitales en la agricultura mediante el arrendamiento capitalista de la tierra nacionalizada;

d) Introducir nuevas formas de cultivo, dotando, en especial a los campesinos menos pudientes, con ganado de laboreo, fertilizantes, semillas y asistencia técnica necesaria; y

e) Incrementar el crédito agrícola para todos los campesinos y agricultores capitalistas en general.

El propósito del Decreto 900 era acabar con los latifundios y brindarles oportunidades a los campesinos. No serian expropiadas las tierras en producción, únicamente las de propiedad privada que no estuvieran cultivadas, que pasarían a formar parte del patrimonio nacional[7]. Las tierras no cultivadas eran más del 60% en todo Guatemala[8]. "Un 71.34% del total expropiado correspondía a guatemaltecos y otras nacionalidades, y un 28.66% a la United Fruit Co., el mayor terrateniente del país" (Cardoza y Aragón, 1955 Pág. 27). La Frutera fue expropiada de aproximadamente 400,000 acres[9] (97% de su propiedad). Todas las tierras fueron indemnizadas en su valor en libro con bonos de la reforma agraria.

Los efectos de la Ley de la Reforma Agraria se percibieron antes que se aprobara[10]. Ya que la reforma únicamente afectaba las tierras no cultivadas, la producción agrícola de tierras ociosas empezó a incrementar. Esta era la única protección que se podía tener contra el decreto. A principios de 1952, la cifra de tierras no cultivadas había bajado a 54%[11]. Este efecto se observó por lo general en las fincas relativamente pequeñas, ya que para los dueños de los latifundios era muy costoso este incremento.

La Reforma Agraria les otorgaba a los campesinos usufructo vitalicio de las tierras[12] y eventualmente propiedad, aunque en algunos casos se otorgaron propiedades inmediatamente[13]. Por lo tanto la oferta aumento drásticamente, lo que tendió a disminuir el precio, pero debido a que los terrenos se otorgaban sin costo al campesino, el precio era prácticamente cero. La fuerza laboral disminuyó, ya que los trabajadores que solían cultivar los latifundios tenían sus propias fincas ahora. Esto aumentó los salarios de los cultivadores y creó la posibilidad de ganancia de cultivos para los trabajadores de campo que no tenían tierras anteriormente. La expropiación y repartición

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