Tragedia De Los Espacios Colectivos

¿SEGUIMOS DESTRUYENDO NUESTRA VIDA O EMPEZAMOS CON LA SOLUCIÓN?

La vida y la población humana están situadas en polos opuestos: a mayor cantidad de seres humanos en la tierra menor será la disponibilidad de los recursos, los espacios y las posesiones para cada individuo; y sumando a esto el sistema actual de vida y su consumismo, se está empezando a dar fin a la disponibilidad de bienes necesarios para nuestra subsistencia.

Los seres humanos pensamos que estamos conviviendo en un espacio infinito, donde no existe límite de recursos y se puede vivir de la misma forma con siete mil que con catorce mil millones de habitantes, pero un mundo finito no puede sobrellevar una población infinita. El problema comienza, en el momento en que se empieza a agotar dicha reserva de recursos y ésta se divide de forma desproporcional entre la población: mientras unos obtienen cada vez más, hay un índice mayor que no tiene acceso a ningún bien aumentando progresivamente la brecha entre las clases económicas, factor que tiende a la miseria mundial. Las personas abusan deliberadamente de los espacios y no tienen ninguna consideración por evitar hacer gastos innecesarios, cada persona busca su beneficio individual sin tener en cuenta el beneficio común.

Pero este no es el verdadero problema, el centro de dicho problema se llama crecimiento demográfico, pues si bien en anteriores épocas estas acciones no cobraban mayor importancia, en la actualidad y con la expansión progresiva de los habitantes, se está empezando a notar que no hay suficientes recursos para mantener la vida de toda la población mundial. Sumándole a esto la conciencia de consumo y gasto innecesario, nuestro medio está comenzando a colapsar pues cada vez nos acercamos más al límite. Sin embargo, no hay una solución técnica para este problema demográfico. Es decir, no puede haber un cambio que aporte a la solución si reorientar nuestra conciencia o nuestras ideas de moralidad. La solución de “maximizar” el beneficio dados los recursos, está en que la población debe tender a cero pues no se puede optimizar dos variables al mismo tiempo, y si se pudiera, necesitaríamos de una fuente energética para hacerlo. Pero el hecho de conseguir energía se reemplaza por el gasto que se produce para generarla: no es posible conseguirla sin gastarla en el camino de obtenerla.

Es entonces por nuestro crecimiento exponencial que se está acabando el recurso, y como si fuera poco, aparecen más inconvenientes: en primer lugar, al existir más personas se producen más desechos, lo cual ocasiona mayores índices de contaminación; y con la aparición de más habitantes los procesos naturales de reciclaje químico y biológico se sobrecargaron. Pero…¿a dónde son llevados estos desechos? Los espacios colectivos están mal siendo usados, y se está produciendo más contaminación

...