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Transtornos Mentales

minizita9 de Julio de 2013

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sábado, 13 de agosto de 2011

Monografía Los Trastornos Mentales y la Responsabilidad Penal. CAROLINA ACOSTA

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA

VICERRECTORADO ACADÉMICO

DECANATO DE INVESTIGACIÓN, EXTENSIÓN Y POSTGRADO

SAN JOAQUÍN DE TURMERO – ESTADO ARAGUA

MAESTRÍA EN DERECHO PENAL Y CRIMINOLOGÍA

INSEGURIDAD, REPRESION

Y

CONTROL SOCIAL

PARTICIPANTES:

CAROLINA ACOSTA HERNANDEZ

COHORTE: XVI, SECCIÓN: “A”

FACILITADOR: YERINI CONOPOCOIMA

SAN JOAQUIN DE TURMERO, AGOSTO, 2011

ÍNDICE GENERAL

INTRODUCCION

UNIDAD VI

LOS TRANSTORNOS MENTALES Y LA RESPONSABILIDAD PENAL

CAPÍTULO I

Trastornos Mentales y del Comportamiento cómo posibles eximientes o atenuantes de la Responsabilidad Mental.

CAPÍTULO III

La Epilepsia

CAPÍTULO III

La Neurosis

CAPITULO IV

Trastornos Mentales de origen Orgánico

CAPITULO V

El Infanticidio

CAPITULO VI

Trastorno mental en el delincuente alcohólico o en estado de embriaguez: ( La Droga, El Alcoholismo)

. CAPITULO VII

El Arrebato o Intenso Dolor.

CAPITULO VIII

El Trastorno mental transitorio en los delitos pasionales.

CONCLUSIÓN

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

INTRODUCCIÓN

Para Juan Fernández Carrasquilla, al aspecto o componente interno o psicológico (más precisamente psiconomartivo) del tipo penal le damos la denominación del tipo subjetivo o tipo de culpabilidad o simplemente Culpabilidad ( Típica. No se trata de un fenómeno independiente, sino de la contracara del mismo fenómeno independiente, esto es, del tipo de injusto, que tiene una faz objetiva y otra subjetiva es meramente conceptual, metodológica y didáctica, pues no corresponde a una separación real de las cosas. La Cara psicológica de la acción antijurídica, he aquí lo constituye el tipo subjetivo, que así definido concuerda con lo que tradicionalmente se llama culpabilidad, si bien empleando esta palabra en sentido psiconormativo y no puramente normativo o meramente psicológico (aunque una separación tajante de lo psíquico y lo valorativo no corresponde tampoco a la realidad.) El término “psiconormativo” se emplea aquí para aludir a un proceso psíquico referido al valor, no para mentar el valor mismo.

Continua el autor, refiriendo a Risierei Frondizi, diciendo que el proceso psíquico de valorar una conducta es susceptible a su vez de valoración, pues sin duda una cosa es valorar y otra valorar correctamente; una nuestras valoraciones personales al actuar y otra las que a la acción le corresponden según otras escalas de valores, la jurídica, y continua con Fontan Balestra, el cual estima que al lado pues, de una concepción estrictamente psicológica de la culpabilidad, para la cual el dolo y la culpa se agotan en procesos psíquicos de intención o descuido como fenómenos psicofisiológicos y por tanto “ naturales”, se aprecia otra que extiende el proceso psíquico de la culpabilidad también a la valoración del hecho por su autor. Y que según la doctrina, colombiana, el autor debe unir, para ser considerado culpable, la conciencia real o potencial de que realiza algo prohibido por el derecho: la conciencia de la antijuridicidad del hecho. Teoría esta postulada por E. Hl. Marquardt.

CAPÍTULO I

TRASTORNOS MENTALES Y DEL COMPORTAMIENTO COMO POSIBLES EXIMIENTES O ATENUANTES DE LA RESPONSABILIDAD:

Se define Trastornos Mentales y del comportamiento a posibles agresiones, asaltos, secuestros, violaciones, de los cuales podemos ser víctimas. Hoy en día, es una de las principales características de todas las sociedades modernas, y es que vivimos en un mundo en el que la extensión de la violencia se ha desbordado en un clima generalizado de criminalidad.

Jiménez de Asúa, nombrado por Zafarroni refiere las causas eximentes de responsabilidad como aquellas que hacen que un acto típico, antijurídico, imputable a un autor y culpable no se asocie pena alguna por razones de utilidad pública.

La inimputabilidad tiene su base en que el hecho es ajeno al agente, es extraño a su personalidad.

El profesor Arteaga hace referencia de Zanardelli en su Relación Ministerial, en relación a la enfermedad mental, como cualquier perturbación morbosa, permanente o accidental, general o parcial de las facultades psíquicas del hombre, innatas o adquiridas, simples o compuestas, de la memoria a la conciencia, de la inteligencia a la voluntad, del raciocinio al sentido moral.

La psiquiatría moderna, manifiesta que toda alteración morbosa es una enfermedad mental, pero no toda enfermedad mental es un caso de alineación. Y que a partir de que el concepto de enfermedad mental se liberó de su limitación a lo orgánicamente reconocible, la misma se diagnostica por observación de signos de comportamiento y de síntomas que surgen de manifestaciones del paciente que señalan la presencia de una alteración o de una insuficiencia y el nivel o grado de perturbación de la conciencia como función sintetizadora.

Desde el punto de vista del Derecho Penal, pueden señalarse dos grupos de perturbaciones: 1° Aquellas que son extrañas a la personalidad del agente e irrumpen en ella trocándola en otra distinta (alineación); de ellas las más patentes son la psicosis ( perturbaciones provenientes de enfermedades cerebrales) y las llamadas neurosis, como la histeria, la locura maníaco depresiva, la esquizofrenia, epilepsia, etc. 2° Las provenientes de la personalidad anormal del agente y que por tanto no representan la entrada en ella de elementos extraños, sino que corresponden a la propia oligofrenias (idiocia, imbecilidad,), las perturbaciones de carácter afectivo, las de la voluntad, de la vida instintiva, el Artículo 62 del Código Penal Venezolano, reza lo siguiente:

“… No es punible el que ejecuta la acción hallándose dormido o en estado de enfermedad mental suficiente para privarlo de la conciencia o de la libertad de sus actos. Sin embargo, cuando el loco o demente hubiera ejecutado un hecho que equivalga en un cuerdo a delito grave, el tribunal decretará la reclusión en uno de los hospitales o establecimientos destinados a esta clase de enfermos, el cual no podrá salir sin previa autorización del mismo tribunal….”.

Los trastornos mentales se encuentran dentro de las causas que excluyen la culpabilidad es decir su fase negativa.

Refiere la doctrina que en el artículo 62 del Código Penal Vigente, habla que la enfermedad mental tiene que ser suficiente para privar al sujeto de la conciencia o libertad de sus actos.

La Doctrina comparada dice que tiene que ser una conducta con conciencia perturbada: Realizan acciones pero no pueden someterlas a juicios críticos. En este sentido se ilustra de la siguiente manera:

Acciones sin saber lo que se hace: ALUSION. ALTERACIONES DE LA SENSO PERCEPCION Y SE ILUCIONAN.

INVOLUNTABILIDAD (Carecen de consecuencia, no tienen el control de sus movimientos los realizan automáticamente.

Refiere Zafarroni, que cuando el psiquiatra entabla diálogo con el paciente, hace su diagnostico y si no tiene trato anterior, las primeras preguntas introductoria siempre se refieren a su situación temporo espacial, para descartar las perturbaciones más severas de la conciencia.

Por conciencia el autor define: que se le llama sensorium. (Bleuler) No es definible porque se trata de una impresión clínica más que de un concepto abstracto disponible.

EL PSICÓPATA: K. Schneider, (lo agrupa en el conjunto Krapeliano de las caracteropatías o sicopatías). Características: cinismo, frialdad de sentimientos (incapacidad de emocionarse ante situaciones determinadas), o al revés: descargas emotivas inadecuadas. Falta de comunicación personal profunda. Trastornos de la conducta: sexual (homosexualidad, heterosexualidad impulsiva, perversidad sexual), social y familiar (robos, estafas, abandonos por irresponsabilidad, provocación de incendios; in estabilidad en las relaciones amistosas o familiares: “Caprichos” irascibilidad fácil e incontrolable.). Patológicamente su conducta es impulsiva e incoercible.

La personalidad sicopática, son trastornos de conducta que se presentan como un modo de ser, a un individuo que tiene un desajuste de su personalidad ha cristalizado en el, (según los sicoanalistas, este tipo de conducta o de perversidad ha ocurrido en el proceso de la fase pregenital). Es decir tiene una voluntad de mal, que es involuntaria y que es una anomalía del ser sicopático.

Estas

...

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