¿es La Educación Un Juego Para El Gobierno?

Entre 44 países del programa de evaluación internacional de estudiantes Colombia ocupo el último lugar con 399 puntos.

El conflicto armado ha incidido sobre todos los aspectos de la sociedad y ha llevado a que muchos niños de zonas rurales sean desplazados con sus familias. Esto no quiere decir que el conflicto armado sea el factor total por el cual el sistema educativo en Colombia ha tenido unos malos resultados (en las pruebas Pisa), pero sí ha sido un factor determinante sobre la calidad y cobertura de la educación. El país ha tenido que hacer gastos extras para protegerse del conflicto durante más de cincuenta años y ese dinero se podría haber invertido en educación.

En el fondo de todo el contexto colombiano hay un tema de desigualdad. Este es un fenómeno que se puede ver entre la educación pública y la privada, entre la zona rural y las capitales. Es por ello por lo que el Estado, al ser quien garantiza la educación como un derecho, debe propiciar la gratuidad educacional para que esta incida en el mejoramiento de la calidad de la información. Esto, además, es vital porque la movilidad social pasa por la educación, y la desigualdad no se va a disminuir si la enseñanza no sirve para la movilidad social.

Hoy en día los estudiantes somos perezosos porque el mismo gobierno nos ha acostumbrado a ello.

A educación no es considerada una política urbana pero tener gente capacitada es uno de los factores clave en el éxito de las ciudades.

De igual forma, Parody anunció que se avanzará en la implementación de la “jornada única” para que “todos los niños estudien 8 horas diarias”.

Cada día estamos mucho peor en la educación. Ya que no hay recursos para nuestro aprendizaje.

En primer lugar, la baja calidad de los profesores. Parte de ello obedece a que no se puede medir su desempeño porque pertenecen al antiguo estatuto de contratación de maestros estatales, que impide su evaluación.

El problema otra vez es la deficiente calidad de los profesores, la falta de pertenecía de los que enseñan y además los bajos presupuestos territoriales para la educación.

Las ciudades colombianas deben continuar la lucha contra el crimen, solucionar los problemas de movilidad, pero sobre todo invertir de manera "sostenible y significativa" en la educación para progresar.

Los profesores tampoco quieren enseñar gracias a que el gobierno no les pagan con un mejor salario.

El Acuerdo considera indispensable un aumento escalonado y sostenido para lograr mayor cobertura y calidad de la formación, y fomentar la innovación, la ciencia y la tecnología.

Propone que en el próximo Plan Nacional de Desarrollo se aumente en 6 billones de pesos el presupuesto, valor que deberá incrementarse progresivamente, hasta alcanzar los 38 billones en el 2034. La idea es que para ese año se inviertan 2 puntos del PIB en innovación, ciencia y tecnología. Se contempla la utilización de herramientas presupuestales existentes, como el impuesto Cree, el Pro Estampilla Universidad Nacional y las regalías.

En vez de abrir más colegios están cerrando y mandando a los estudiantes más lejos de sus casas. Y en salones donde hay capacidad para 30 estudiantes y terminan más de 50.

El Acuerdo propone la inclusión de diferentes mecanismos para garantizar la calidad y el funcionamiento de las instituciones de educación superior. Uno de ellos es la creación de la Superintendencia de Educación, que asuma de forma independiente esta labor, que está a cargo de una oficina del Ministerio de Educación. Se propone, además, la puesta en marcha de una agencia nacional de calidad, que reemplace al Consejo Nacional de Acreditación, entidad encargada de otorgar los registros.

Si el gobierno no hace pronto una reforma a la educación, creo que de nuestro país no va quedar nada.

Dichos puntos buscan mejoras en aspectos como la articulación del sistema educativo a lo largo de la vida de los estudiantes y en los tres niveles de formación -básica, media y superior-, garantizar el desarrollo integral para el 100 por ciento de la primera infancia, universalizar la jornada única para todos los niños y jóvenes entre 4 y 18 años y mejorar las condiciones laborales de los maestros y directivos docentes, entre otros aspectos.

El Acuerdo por lo Superior propone fortalecer el actual Marco Nacional para las Cualificaciones como el órgano encargado de clasificar y estructurar las competencias, habilidades y conocimientos de los estudiantes, para que sean acordes con las demandas del sector productivo del país.

En estos momentos hay en marcha un piloto de este Marco en cuatro formaciones: tecnologías de la información y las telecomunicaciones, agricultura, minería y turismo.

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