ÉTICA EN EL SERVICIO PÚBLICO
Fabita32Informe24 de Agosto de 2017
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ÉTICA EN EL SERVICIO PÚBLICO
Introducción 1
El Concepto de Ética 1
¿Qué es Ética del Sector Público? 2
La Formación del Administrador Público con Ética 4
¿Qué establecen nuestros reglamentos en relación a la Ética Pública? 5
Comportamientos Antiéticos en el Sector Público. 7
¿Cómo fortalecer la ética en el gobierno y Administración Pública? 9
Conclusiones del Informe 11
Conclusiones: Daniela Espíndola 14
Conclusiones Fabiola Jara 15
Conclusiones: Ginette Torres 17
Referencias Bibliograficas 19
Introducción
En el presente informe analizaremos la ética en sector público. En primer lugar, definiremos el concepto de ética en el sector público, su importancia y fundamentos. Revisaremos citas algunos autores sobre el tema y lo que estipulan nuestros reglamentos acerca de la ética en la administración pública. Examinaremos brevemente el tema de los comportamientos antiéticos en el sector público y finalmente investigaremos cómo Chile está afrontando una nueva gestión orientada a fomentar la ética en la administración pública.
El Concepto de Ética
La ética es una de las ramas de la filosofía, se centra principalmente en la moral, y se encarga de elaborar análisis y teorías sobre la naturaleza, la función y el valor de los juicios morales. Estos juicios sirven para evaluar el comportamiento de las personas y guiar nuestras propias acciones. Desglosaremos los siguientes conceptos para entender mejor el concepto de ética:
Etica: La palabra ética proviene del latín ethĭcus, es el estudio del comportamiento del hombre y las sociedades humanas en el cual se ejerce un cierto control racional, en donde se busca emitir un juicio sobre estos comportamientos. Estudia las actitudes y costumbres del ser humano y las clasifica en virtudes y vicios. Establece qué habitos son los dignos de imitar y cuáles deben rechazarse.
Moral: Es un conjunto de reglas que se emplean en la vida cotidiana, en donde todos los ciudadanos las utilizan continuamente. Cada individuo se guía por estas normas, sus acciones y sus juicios están orientados sobre lo que es la moral o inmoral, de lo correcto o incorrecto y de lo bueno o lo malo.
¿Qué es Ética del Sector Público?
Desde hace muchos años el hombre ha considerado la necesidad de regular las conductas en el sentido moral. El acto moral, tiene relación con discernir entre lo bueno y lo malo. Cada persona define y elige la normas morales que estima adecuadas para sí y forma con ellas su código personal, de las coincidencias o reiteraciones de los valores o normas que la mayoría considera válidas y necesarias, se configura el código moral del grupo.
La conducta moral, tiene que ver con el comportamiento individual y colectivo, en cual influyen factores que tienen relación con la naturaleza humana, la sociedad en que vive, los grupos con los que se relaciona, en forma directa o indirecta, y las consencuencias de sus propias actos.
La conducta moral, implica la racionalidad y la libertada de decidir, pues la ausencia de racionalidad o libertad, generará una conducta amoral. Pretender someter a los hombres por la fuerza del poder o de la ley con controles externos no es el mejor camino. «El derecho puede imponerse desde fuera, no así la moral» [1](Cortina, 1998, 197).
El propósito de la ética y la moral son muy similares. Ambas son responsables de la construcción de la base que guiará la conducta del hombre, determinando su carácter, su altruismo y sus virtudes y orientando su forma de actuar y comportarse en sociedad.
El individuo al prácticar la virtud obtiene el reconocimiento y aprecio de quienes le rodean; por el contrario, cuando práctica los vicios, es despreciado por sus semejantes. Sin embargo, aunque el bien es conveniente, no todos aspiran a él, ni mucho menos pueden alcanzarlo. Al respecto Aristóteles señaló: “Tanto la virtud como el vicio están en nuestro poder”[2]. Efectivamente siempre está en nuestro poder el hacer y también lo está el no hacer, el actuar en forma correcta o en forma incorrecta”.
La ética pública está orientada fundamentalmente a los beneficios colectivos y no a los beneficios personales. Es un conjunto de valores que se sustentan en el compromiso asumido por los funcionarios públicos, que deben velar y trabajar por el bien común.
La ética del servicio público está aplicada al campo y la actividad propia de los organismos públicos, y está destinada a guiar la conducta moral de los funcionarios públicos en el desarrollo de su función y tiene por objetivo, lograr que el funcionario público decida en concordancia con el espíritu de servicio. Se puede entender como el conjunto de valores, normas y principios éticos propios de la función pública en beneficio de la corrección moral de su ejercicio o probidad administrativa. Es también es un mecanismo de control para regular la arbitrariedad en el uso del poder y ayuda al mantenimiento de la institucionalidad del gobierno.
Los fundamentos de la exigencia de la ética del servicio público, se pueden agrupar en dos categorías principales.
1.- Fundamentos generales de regulación ética de toda conducta racional del ser humano: Son las leyes naturales que rigen la naturaleza de las acciones del hombre racional, que en teoría debería tender a evitar al mal, lo que implica el respeto hacia sí mismos y a sus semejantes, en los diferentes ambitos de su vida.
2.- Fundamentos específicos de la propia de la naturaleza de la administración pública: Existen ciertos elementos o aspectos que determinan la necesidad de una regulación ética en su actividad y funcionamiento. Para nuestra administración pública serían: La finalidad; La representatividad y Mandato; El Patrimonio; La Autoridad; La Legalidad y el Poder de determinación de la administración pública.
La Formación del Administrador Público con Ética
En la formación del administrador público con ética, debemos destacar que la principal motivación de todo funcionario es el bien común y servir con objetividad los intereses generales de la nación. Se debe tener claro que las consecuencias de sus decisiones modifican y alteran las condiciones de vida de los ciudadanos, por lo tanto, su actuación debe estar sometida a las normas que define la ética pública. Por ejemplo: trato digno, respetuoso, sensible y cuidadoso hacia los ciudadanos son el factor más relevante de su función.
La formación ética del funcionario público no se refiere solamente al perfil o formación profesional de una persona, se refiere a una conducta responsable y comprometida, es necesario que el funcionario se encuentre inmerso en lo que se refiere a la moral pública.
Debe tener los valores y virtudes que lo orienten al buen desarrollo de su trabajo y contribuir al fin definido por el gobierno que es cumplimiento del bien común. Los funcionarios o servidores públicos deben guardar una conducta intachable, precisamente por la naturaleza del trabajo que realizan ante la sociedad.
La excelencia en la gestión de los intereses colectivos no se podrá alcanzar sin formar a los servidores públicos con una sólida conducta ética, por lo tanto, el comportamiento correcto de éstos es una condición para lograr un buen gobierno. Implica el ejercicio de la virtud por parte de los funcionarios públicos. Al respecto Aristoteles señala, “No se enseña ética para saber qué es la virtud sino para ser virtuosos.”[3]
¿Qué establecen nuestros reglamentos en relación a la Ética Pública?
La ética en el servicio público también está regulada jurídicamente, su objetivo es orientar la conducta del funcionario público y, en algunos casos, fijar responsabilidades de orden administrativo e imponer sanciones de carácter penal.
En nuestro Estatuto administrativo, Ley 18.834 se consagra explícitamente el principio de probidad administrativa en términos prácticamente idénticos al del Art.52 inc. 2º de la Ley de Bases. En efecto el Art. 61 letra g), establece como obligación funcionaria el “observar estrictamente el principio de probidad administrativa que implica una conducta funcionaria moralmente intachable y una entrega honesta y leal al desempeño de su cargo, con preeminencia del interés público sobre el privado”.
En este sentido el principio de probidad implica que las actuaciones de los funcionarios públicos deben adecuarse a los deberes que les fija la ley y constituir un testimonio de ética ante la sociedad. También podemos señalar que los cargos públicos implican prestar servicios para una entidad especial que es la Administración del Estado, que está a cargo del logro del bien común, al igual que todos los poderes públicos y toda persona que trabaje para el Estado debe actuar de forma recta y comprometida. La gestión de los funcionarios se debe desarrollar no sólo de manera honesta, sino también de modo eficiente y eficaz.
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