Cuento

Cuando era pequeño mi sueño era ser un gran doctor y lograr salvar miles de vidas, pero la realidad es que creces y todo cambia.

Al principio durante la adolescencia todavía creía en ese sueño, pero todo cambio cuando entre a la preparatoria. Conocí a una chica, ella era rebelde, no entraba a sus clases, le valía todo, a mí me pareció una chica muy atractiva, como yo quería llamar su atención comencé a realizar lo mismo que ella, no entraba a clases, me la pasaba con ella, todo para llegar a gustarle, ella me contaba que quería ser artista, pero por problemas en su casa esos sueños poco a poco se iban desvaneciendo, le dije que debería de ser un poco más optimista en cuanto a sus pensamientos y que hiciera todo lo posible para cumplirlo, al momento de decir eso me besó, sonrojado le dije “Vaya, eso no me lo esperaba”, “Gracias por todo”, respondió, con una gran y cálida sonrisa en su rostro. Tiempo después ella cambio su forma de ser, se esforzaba mas por cumplir sus metas, pero un nuevo  problema fue que yo descuide el mío por ayudarla, en se momento me pregunte, que voy a hacer con mi vida?, lograre acabar la preparatoria? No sabía qué hacer, yo de verdad quería ser un doctor, fue ahí cuando me di cuenta que todo este tiempo la estuve apoyando y pensando en solucionar sus problemas cuando no solucionaba los míos, ni siquiera sabía si en realidad cumpliría mi sueño, será posible de cumplir? …

Al pasar los años, exactamente 2, con mucho esfuerzo había logrado llegar al último semestre de la preparatoria, había perdido comunicación con muchos de mis amigos por concentrarme en mis estudios, la chica que me gustaba poco a poco se fue alejando de mí, mi ambición por cumplir mis sueños era tal, que no hacía más que estudiar, descuidando todo lo demás.

Llego el gran día, la graduación, todos se veían muy alegres y tristes al mismo tiempo, ya que algunas personas se dejarían de ver por un largo tiempo, otras se irían a estudiar a otras partes, todos siguiendo sus sueños, y yo, pues yo aún tenía la mentalidad de ser un gran doctor, pero no lo sabía, aún tenía mil dudas en la cabeza, de verdad quiero ser un doctor?, que tal si mi destino estaba en otra parte, no lo sabía…

Mi mejor amigo, el único que me quedaba quería convencerme  de ir al baile de despedida, quería presentarme a su novia, me había contado que era una chica muy agradable, aplicada y lista, y que probablemente me agradaría, así que acepte solo por no decepcionarlo, llego la noche, vestí un traje hecho a la medida por mi madre, me llevo al baile, entre, mi amigo me espero en la puerta principal, y muy emocionado me tomo del brazo y me llevo hasta la mesa en donde estaba su novia sentada, en ese momento me quede paralizado, no podía creer lo que estaba viendo, su novia era la chica de la cual yo estaba enamorando, la cual yo ayude para que se atreviera a luchar por sus sueños a pesar de sus problemas, no podía explicar mis sentimientos en ese momento, me di cuenta que todo el tiempo que dedique a solo estudiar fue suficiente para perderla y verla con otra persona, y lo peor de todo fue que esa persona era mi mejor amigo, la chica me miro, y solo me sonrío, con cara de confusión, yo solo quería salir corriendo, mi amigo noto un poco mi nerviosismo y me pregunto qué ocurría, hice lo que pensé, salí corriendo de ahí, saliendo del salón tropecé y caí en un charco de lodo, comenzó a llover, parecía una escena de película, comencé a correr, correr y correr, llegue a mi casa, entre y mi madre me pregunto qué fue lo que había pasado, ignore sus palabras y subí a mi cuarto, pensé en todo lo que había ocurrido, todo lo que perdí, solo quería desaparecer, estar en otro lugar, lejos de aquí…

...