Ensayo de como Cómo hablar para que los niños escuchen

Cómo hablar para que los niños escuchen y cómo escuchar para que los niños hablen.

Sobre el tema de la comunicación con los niños, ya sea en interacción de pares e hijos o como es el caso en Fundación Dondé entre los niños y la psicóloga, es de suma importancia mantener el dominio del escucha de los niños cuando se les habla y viceversa, por lo que se debe establecer una relación de confianza en la que efectivamente se logre conectar con los sentimientos del niño y orientarlos mediante una comunicación efectiva hacia la libertad de poder hablar con seguridad sin sentir algún tipo de represión emocional al expresarse.  

Los sentimientos juegan un papel muy importante en el desarrollo emocional de los niños e de ahí la necesidad de ayudarlos a enfrentar sus sentimientos y sobretodo entenderlos. Entender que somos individuos independientes respecto a nuestra forma de percibir nuestro ambiente y entorno que puedan influir en lo que sentimos y como nos comportamos. Cuando los niños se sienten bien se comportan bien. Muchas veces orillamos a los niños a que no confíen en sus propias percepciones imponiendo de forma inconsciente la percepción que nosotros percibimos en el momento y es aquí donde debemos tener conciencia y cambiar esa forma de ver las cosas para ser más empáticos con sus sentimientos para sintonizarse en lo que puedan estar experimentando para, de esta forma, escuchar con atención y articular nuestras respuestas o conversaciones de forma en que se sientan comprendidos, evitando generar una discusión. De igual manera es preciso crear un ambiente de respeto en el cual se pueda empezar a crecer el espíritu de cooperación, algunas de las habilidades que pueden ayudar a obtener esta cooperación es la descripción, dar información, dialogo con una palabra, hablar de sus sentimientos y describir una nota. Descripción, cuando se describe el problema se les brinda a los niños una oportunidad de decirles lo que deben hacer; dar información, es más fácil aceptar la información que una acusación para los niños e incluso cuando se les da información, por lo común, piensan por si solos que es necesario hacer; dialogo con una palabra, debido a que a los niños les desagrada escuchar discursos, sermones y largas explicaciones es mejor ser breves en el recordatorio; hablar de sus sentimientos, los niños tienen derecho a escuchar los sentimientos honestos, ya que al describirles lo que sentimos podemos ser más genuinos sin ser hirientes; describir una nota, muchas veces nada de lo que decimos es tan efectivo como una nota.

Sin embargo, a pesar de la empatía, comprensión y orientación que podamos ofrecer a los niños, habrá situaciones incomodas en las que serán necesarias las llamadas de atención e incluso los regaños, pero definitivamente es necesario que el niño experimente las consecuencias de su mala conducta, pero no un castigo, ya que este no da resultado y por el contrario se convierte en una distracción y lejos de que el niño se arrepienta de lo que hizo y piense en la forma de enmendarse, se preocupa con fantasías de venganza. No obstante, se puede afrontar esas situaciones con diferentes alternativas al castigo como señalar una forma de ser útil, expresar una enérgica desaprobación, indicarle al niño como cumplir en forma satisfactoria, ofrecerle una elección, emprender alguna acción y permitir que el niño experimente las consecuencias de su mal comportamiento. Por otro lado, es ineludible fomentar la autonomía y ayudar a los niños a no ser dependientes, guiándolos para permitirles que hagan las cosas por sí mismos, que luchen con sus propios problemas, dejándolos para que aprendan de sus propios errores. Cuando una persona depende constantemente de otra surgen problemas en cuanto a ciertos sentimientos junto con una pequeña dosis de gratitud, por lo común, también experimenta sentimientos de impotencia, de falta de mérito, de resentimiento, de frustración y de cólera. Afortunadamente las oportunidades para fomentar la autonomía se presentan todos los días con algunas habilidades que pueden ayudar a los niños a confiar en ellos mismos, entre estas habilidades están: dejar que los niños hagan sus propias elecciones, demostrarles respeto hacia sus esfuerzos, no hacerles demasiadas preguntas, no apresurarse a darles respuestas, animarlos a emplear recursos fuera de su hogar y no quitarles la esperanza. La propia estima de un niño es tan importante que ciertamente todos los principios y habilidades mencionados anteriormente como lo es el respeto hacia sus sentimientos, cada vez que le ofrecemos una oportunidad de hacer una elección, o que se le brinda una oportunidad de resolver un problema, pueden ayudar a los niños a considerarse como una persona valiosa y sobre todo a aumentar su confianza. En ocasiones la alabanza más bien intencionada puede causar reacciones inesperadas, lo importantes es encontrar una palabra que le diga algo acerca de si sismo y que quizás no sabía antes, darle una nueva instantánea verbal de sí mismo. Es cuestión de ver realmente, de escuchar realmente, de observar realmente y después decir en voz alta lo que se ve y lo que siente.

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