Friedrich Salomon Perls

Perls siempre fue ante todo un actor, en la forma en que escribía, en ocasiones parecía estar dando un monologo enfrente de su audiencia, y en otras realizaba discusiones entre dos individuos, pasaba de la prosa a la poesía y al texto narrativo. Ser un artista es parte de su personalidad, al mismo tiempo que se dejaba ser el mismo; personalmente seguir la lectura resulto complicado, sin lugar a dudas después de 3 vueltas a leer lograré comprender completamente el libro. Anteriormente he tenido la oportunidad de leer autobiografías de otros personajes de la Psicología como Carl Jung, pero no me había resultado tan gratificante y al mismo tiempo tedioso realizar esas lecturas.

Contar la historia personal de un individuo significativo para la historia de la Psicología, implica mantener un constante de empatía que favorezca aprendizajes y cambios propios, sobre todo si la historia que se va a contar es tan relevante como la de Friedrich Salomon Perls. Comenzar por el principio ya es complicado, puesto él mismo no lo hizo. El libro es un compendio de la vida privada de Perls y de los conceptos principales de su método, la terapia Gestalt. Resulta curioso que él mismo no se creyera su papel como un personaje ya famoso en su época, que el reconocimiento que recibía satisfacía más a su ego que al verdadero orgullo de un artista que creado una magnífica obra.

El inicio de la revolución motivada por Perls, tuvo lugar en el año 1893, momento en que nace en Berlín, marcado por su familia dentro del poblado judío. Fue el menor de sus hermanas. Su padre, estaba en diversas sectas que el mismo creaba, camino opuesto a Perls quien no demostró interés por el sendero religioso, y llegó incluso a burlarse de las actividades de su padre. De su madre, Perls recibió el interés y deseo de participar dentro del mundo artístico, teatro, cine, opera.

Parece curioso que durante toda la lectura solo delimitara concretamente fechado y todo, ciertos aspectos de su vida donde se entiende que antes de sus tres años no tiene recuerdo alguno, es a partir de que sus padres se trasladan al centro de Berlín, que sus experiencias comienzan a acumularse. Posteriormente durante su pubertad es considerado como el hijo malo, la oveja negra, el causante de muchos problemas a los padres. La parte clave llega después cuando se enlista en el ejército alemán. Y se inicia el camino de medicina a psicoanálisis.

De los hechos más importantes de su vida esta su participación en la primera guerra mundial como miembro de la cruz roja, posteriormente se graduó como médico y poco tiempo después como neuropsiquiatra. De esas experiencias que le acercaron a la Psicología, cuenta la anécdota de aquel que padecía de gran desesperación en su mirada. Durante su encuentro con este hombre, además de medicarlo y darle los cuidados físicos necesarios, se tomó la libertad de guiarlo a los momentos de su desesperación y para removerle su bloqueo a llorar. Comenta Perls: “Despertó en un estado de confusión, y más tarde despertó de verdad con una vivencia típica de satori, de estar en el mundo entera y libremente. Por fin había dejado atrás al campo de concentración y estaba con nosotros.”

Durante la vida de Perls hubo ciertas decepciones que le marcaron profundamente una de ellas fue el reencuentro con Reich, después de años de no verse, y que este no le reconociera y además que lo veía tan distante fuera del a realidad. Otra de ellas fue su encuentro con Freud. Perls se inició como Psicoanalista por lo que admiraba y pretendía seguir los pasos de Freud, Entonces cargaba ya con la desazón que por su profesión. Sin embargo la concepción de la vida que tenía, y sus experiencias le llevaron a cuestionar muchos de los postulados de Freud, para finalmente al encontrarse frente a frente terminar por desentenderse de lo que hasta ese momento era de alguna forma su biblia.

Esto vino finalmente a provocar en Perls un darse cuenta puesto que como se mantenía alejado del aspecto religioso tan marcado en su familia, pretendía llenar este vacío espiritual con el psicoanálisis. Sin embargo descubrió en ella y el Freud cierta hipocresía ni la ciencia, ni la naturaleza, ni la filosofía podrían llenar el vacío dejado por un hogar espiritual. El Zen posteriormente se volvió en la posibilidad de una religión sin un dios. Posibilidad solamente pues la estatua de Buda, era nuevamente una reificación que llevaba a una edificación.

Debido a la época de nazismo que se vivía siempre vivió la persecución judía. Lo que le llevo a iniciar un viaje a través de diferentes lugares, como Sudáfrica, y Estados Unidos donde conoce

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