Gregorio Torres Quintero, Iniciador De La Reforma Escolar En México

Gregorio Torres Quintero, iniciador de la Reforma Escolar en México

Nació en la ciudad de Colima en 1866. Después de titularse como preceptor en 1883, continuó sus estudios en México en la Normal de Maestros.

En 1892, regresa a Colima y funda la Escuela Modelo de enseñanza primaria, normal y de preceptores. Fue director de la Escuela Porfirio Díaz y director de la Instrucción Pública.

En 1898 es llamado a México por su reconocido prestigio siendo funcionario por muchos años en la Dirección de instrucción Primaria. El lic. José María Pino Suárez, ministro de Instrucción Pública, lo pone al frente de la sección de Instrucción Rudimentaria.

Realizó estudios pedagógicos en Europa, Asia y los E. U. Y a partir de 1904 fue Jefe de Enseñanza Primaria y Normal; Catedrático de las Escuelas Preparatoria y Normal de Maestros y Consejero de la Secretaría de Educación.

De 1910 a 1911 fue vicepresidente y presidente del Congreso Nacional de Educación Primaria.

Por orden de Jorge Vera Estañol, último secretario de instrucción pública del gobierno Porfirista, elaboró la Ley de Instrucción Pública Rudimentaria, misma que priorizaba la alfabetización y castellanización, esta última como necesaria para favorecer la comunicación y la coheción nacional.

En 1916, se le confirió la Jefatura del Departamento de Educación Pública en el Estado de Yucatán, y en 1919, se le designó Consejero Universitario en el Estado de México.

Fue catedrático de la Escuela Nacional Preparatoria y de la Escuela Normal de Maestros. Fue consejero de la Secretaría de Ecuación Pública.

Fue el creador del método onomatopéyico para la enseñanza de la lecto-escritura que se basa en los sonidos naturales para conocer las letras, sílabas y palabras. Escribió más de 30 libros sobre temas pedagógicos, históricos, costumbristas, cuentos, etc. Entre ellos los textos: "La Patria Mexicana" y" Elementos de Historia Nacional" en donde mostró nuevas formas de enseñar la historia, así como de los Cuentos colimotes, pero su mayor aportación a la cultura nacional ha sido su obra pedagógica donde describió nuevas metodologías para facilitar el trabajo del maestro en el aula.

Estuvo en contra de que en la escuela primaria se enseñara una historia filosófica y se redujera a concentrar datos, fechas y batallas para su memorización. En cambio propuso una historia-cuento en la cual la narrativa estimula agradablemente el interés de los educandos, que no debieran ser considerados como adultos, por lo que también debe existir una graduación de la información.

Gregorio Torres Quintero afimaba: "¿Saben por qué muchas personas se duermen durante las funciones de ópera? porque no se les muestra con interés los tópicos de la obra. Lo mismo sucede con la enseñanza de la historia y los libros no se acomodan al estado espiritual de los receptores. Esto último se logra con cuentos, relatos y narraciones, todo ello animado, dramatizado, atractivo y bello".

Desarrolló su teoría pedagógica en las dos primeras décadas del siglo XX junto con su grupo (Celso Pineda, Daniel Delgadillo, Lucio Tapia, Luís de la Brena, Ponciano Rodríguez , José Ma. Bonilla, Jesús Sánchez, José Juan Barroso, Toribio Velasco, Francisco Angulo y oros), mejorando e impulsando la teoría pedagógica, que hasta fines del siglo XIX se había producido por dos movimientos, el primero, durante la década de 1880, en la cual destaca Antonio Castilla y sus partidarios y el segundo en la década de 1890 con Enrique Rébsamen y los rebsamenianos.

Propone

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