REFORMA LIBERAL EN MEXICO

REFORMA LIBERAL EN MEXICO

Años de las libertades del pueblo mexicano.

Años gloriosos dentro de la tragedia de una guerra contra el conservadurismo, que pretendía mantener a los mexicanos en las mismas condiciones de inequidad a que estuvimos sometidos durante el dominio español.

Grandes hombre y mujeres que compartieron ideales con Miguel Hidalgo, José María Morelos, Vicente Guerrero, Francisco Xavier Mina y doña Josefa Ortiz de Domínguez ofrendaron su vida dándole un sentido social al movimiento político de independencia.

Lamentablemente, la transparencia de estas aspiraciones fue empañada por el oportunismo, la hipocresía y la ambición de las clases privilegiadas. Los grupos que deseaban conservar sus privilegios corrompieron el movimiento de independencia a partir de 1820; infiltraron sus intereses en el plan de Iguala, los tratados de Córdoba, el Acta de Independencia y en la Constitución Federal de los Estados Unido Mexicanos de 1824.

En esta constitución los grupos liberales ligados a las logias masónicas incluyeron el federalismo y el régimen republicano. Pero los grupos conservadores asentaron en la misma: la intolerancia religiosa y los privilegios militares y eclesiásticos; no conformes con ello durante los primeros 25 años atacaron abiertamente y en ocasiones nulificaron los principios liberales.

Bajo la supuesta unidad religiosa establecida con el rigor de la ley, la intolerancia y la persecución frenaron una y otra vez los intentos de transformar nuestra nación. El artículo 3º de la constitución de 1824 establecía: “la religión de la nación mexicana es y será perpetuamente la católica, apostólica y romana. La nación la protege por leyes sabias y justas, y prohíbe el ejercicio de cualquier otra.

Nada más y nada menos que la intolerancia elevada a rango constitucional; y en aras de este contraprincipio las leyes “sabias y justas” se tradujeron en prácticas abusivas de la jerarquía eclesiástica en contra de pueblo mexicano. Como muestra de esos abusos tenemos:

1. Cobro de diezmos y obvenciones parroquiales de manera obligatoria y a través de la fuerza pública. ¿Y cuando el empobrecimiento del ciudadano no permitía el pago? se echaba mano de la confiscación de bienes, la prestación de servicios forzosos o el encarcelamiento según fuera el caso.

2. La fluctuación de las obvenciones parroquiales de acuerdo con la avaricia de los sacerdotes. Aunque es justo decir que algunos(los menos) se limitaban a cobrar estrictamente lo que la ley autorizaba.

3. La imposibilidad de que una persona pudiera renunciar a los votos religiosos o enclaustramiento.

4. La administración de panteones hospitales y centros educativos por parte de la iglesia y la negación de estos servicios a quienes no profesaran la religión de estado.

5. La educación con base en los dogmas religiosos y no en principios científicos.

6. La concentración en manos del clero de más del 50 % de la riqueza nacional.

7. La imposibilidad de profesar alguna religión distinta a la católica so pena de confiscación de bienes, encarcelamiento, castigos corporales, destierro y en todos los casos la pérdida de los derechos como ciudadano.

Varios intentos de reformar la ley existieron con el fin de frenar estos abusos. Por ejemplo el de Valentín Gómez Farías en 1833. A quien destituyeron de la vicepresidencia bajo la consigna de religión y fueros; y a quien en 1858 los altos jerarcas eclesiásticos negaron que fuera sepultado en cualquier panteón por lo que tuvo que serlo en el patio de la casa de su hija.

Benito Pablo Juárez García, continuador de la obra de Valentín Gómez Farías al lado de otros ilustres hombres defendió los principios liberales; aun en contra del ejército mexicano que en su mayoría era conservador y del ejército francés traído y auxiliado por los conservadores

Libertad religiosa; supresión de privilegios eclesiásticos y militares; supresión del uso de la fuerza pública en el cobro de los diezmos

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