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Historia De Vida


Enviado por   •  11 de Enero de 2014  •  3.846 Palabras (16 Páginas)  •  133 Visitas

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HISTORIA DE VIDA

Cuando cumplí tres años un gran suceso cambio mi vida pasar de la guardería al kínder dejar de ver a las personas que ya conocía para integrarme a gente nueva un nuevo inicio para mi nuevos niños nuevos adultos que ahí se convirtieron en miss sin saber que hacia ahí iba cada día y al salir corría a los brazos de papa al no sentirme a gusto en este nuevo lugar ¿que era esto? Y de repente los juegos cambiaron ya no eran las escondidas o las traes en vez de eso ahora mi mente la bombardeaban con el ABC, las tablas de multiplicar, el nombre de los dedos y aprender a leer cosas nuevas raras para mí pero según papa.

Y en la casa las cosas eran más raras encontré de quien aprender y por raro que parezca no fueron mis padres sino mi hermana mayor al seguirla a todas partes al imitar sus acciones yo intentaba hacer lo que ella hacia; si ella iba y corría para estar siempre con papa yo soltaba la mano de mi madre y corría para alcanzar a mi padre y tomar la mano en la que ella estaba sujetada si ella jugaba con la pelota, yo jugaba con la pelota, si jugaba a saltar yo la seguía y de igual forma quería saltar siempre imitando sus acciones; y así como si nada transcurrieron dos años de kínder del que yo salí aprendiendo a leer, escribir, sumar, restar y multiplicar; y debido a ese conocimiento realice un examen de admisión en un colegio salesiano siendo aceptado y cursando ahí mi primer año de primaria; a los seis años un lugar donde todo lo que haces son juegos y siempre te diviertes ¡la gloria¡ para cualquier niño y más aún si te gusta el futbol, mi bella escuela realizaba campeonatos de futbol entre los grupos y yo fanático del futbol y la admiración por el portero Jorge Campos trataba de emularlo al usar su uniforme y tratando de aventarme para atrapar el balón ganamos el trofeo del primer lugar que gran felicidad los mejores de nuestra edad y con ese logro podíamos jugar contra los mejores de los otros niveles; pero para mi sorpresa iba a ser separado del equipo porque mi maestra no quería por mi color decía que era el color del mal y que por ello yo no podía jugar.

Con esa demostración de odio hacia mi persona y sin pensarlo decidí estando en clases “si ella no quiere que juegue no lo haré, pero iré a jugar a donde si me quieran” y camine por el pasillo del colegio crucé la puerta de entrada y ya estaba afuera de aquel lugar donde no me querían y me fui al parque donde jugar futbol no era prohibido por mi color y ahí me quede a jugar hasta que después de un largo tiempo escuche un grito “Arturo¡¡¡¡, Arturo¡¡¡¡¡¡” era mi padre gritándome corriendo se acerco a mí y me abrazo preguntándome porque me salí de la escuela y contándole lo sucedió fue a hablar con el director diciéndole que este era el único año escolar que yo estudiaría ahí que no era posible que no pusieran atención a un niño de seis años y efectivamente al terminar mi año escolar no regrese a esa escuela; en su lugar llegue a un mejor lugar el Instituto Esperanza donde logre reiniciar mi vida escolar en mi segundo grado haciendo mejores amigos aprendiendo más donde no importaba mi color simplemente quien era yo y como me portaba la vida fue mejor para mí a los nueve años realice mi primera comunión junto con mis compañeros de grupo después de pasar tres meses memorizando todo lo que debíamos decir en ese momento al llegar el gran día un suspiro de alivio de que ya se terminó y ya no habría mas catecismo para nosotros nunca más: y así transcurrieron mis años en la primaria destacando por mi inteligencia y aún destacando por mi estatura sobre mis compañeros más grande me veía.

Aunque parecía que ese día no llegaría la graduación de sexto llego el decir adiós, despedirse de aquellos amigo y enemigos que hice en la escuela pensaría uno que difícil es pero para mí no en mi mente solo me decía ya era hora quiero ver que sigue que me depara el futuro en la secundaria que nuevos retos, personas y logros tendré y simplemente me presente a recibir mi certificado y sin decirle adiós o un hasta apronto a nadie me fui con mis padres y mi hermana a festejar solo nosotros porque solo con ellos quería estar.

En el año 2002 ingreso felizmente a la secundaria aquella escuela que con su color verde pistache nos recibía con las puertas abiertas, siempre dispuesta a darnos lo mejor de sí en esta escuela pasarían los sucesos que empezarían a marcar mi vida; pero iniciemos conociendo su nombre, o mi escuela “Dr. Manuel Barranco” #28 una escuela que en aquellos tiempo de antaño fue catalogada, como una de las mejores escuelas, del df; pero en mi actualidad seria reconocida por todo lo contrario. Ahora retomando mi educación, grandes cosas pasaron en esa escuela, o se podría decir que terribles; no les contare de mi primer año ya que paso, como cualquiera sin pena ni gloria; mi historia inicia en mi segundo año de secundaria donde todo se vino abajo; inicie mi curso normalmente participando en clases, haciendo mi tarea y claro divirtiéndome jugando futbol en el receso.

El 10 de Octubre del 2003 inicia mi tormento, mi papa salía de viaje por su trabajo, y se despidió de nosotros como nos abrazo, me dijo que me amaba y que nos veíamos el lunes en la tarde; así que seguimos con nuestra vida cotidiana, así paso todo el sábado y casi todo el domingo, pero de repente alguien toca a la puerta, y pensé que era mi padre así que Salí corriendo para recibirlo, pero para mi sorpresa no era él, era una de mis tías y quería hablar con mi mama. ¿Que querrá? Me preguntaba yo si nuca vienen a visitarnos, pasaron hablando dos horas en la casa y se retiro mi tía; entonces agarro mi madre nos dijo niños siéntense tenemos que hablar; y ahí una noticia terrible hijos su padre acaba de fallecer, le dio un ataque al corazón antes de tomar su camión y fue llevado al hospital pero no sobrevivió; que terrible acontecimiento para un joven de trece años ¿como asimilar esta situación?, y aunque suene duro o crudo lo único que salió de mi boca fue un, que triste, pero lo disfrute mientras me duro. El lunes fue el velorio de mi padre en la calle de Durango, en la colonia Roma, fueron todos mis tíos, hasta los que viven en Estados Unidos que gran sorpresa; pero fue mayor sorpresa ver a sus sobrinos felices no lloraban ni se quejaban, simplemente reían y jugaban que desgraciados y mal agradecidos somos nos decían; no entendían que mi padre nos dio todo su amor mientras estuvo con vida, y que muerto no le lloraríamos porque su dicha quedara siempre con nosotros y esa fue la última vez que vi a mi padre porque nunca fui a visitar a su tumba, por su recuerdo no está ahí, sino en mi corazón.

Aunque suene increíble ahí no termina mi agonía, simplemente fue la punta del iceberg que se avecinaba, un día después

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