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Historia De Vida


Enviado por   •  24 de Mayo de 2013  •  1.879 Palabras (8 Páginas)  •  235 Visitas

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Junio de 2012

Historia de Vida

Querida familia, amigos, alumnos y alumnos amigos:

Me complace mucho saludarlos a través de este medio, a pesar que con muchos de ustedes me veo fugazmente durante el trasiego de la semana, debo reconocer que me agrada escribir estas líneas, me hace recordar viejos tiempos cuando únicamente existía la comunicación epistolar entre amigos y seres queridos. Pero no se asunten y vayan a borrar este correo sin terminar de leerlo, porque piensen que ya estoy poniéndome cursi, sentimental o con precocidad senil, pero créanlo, no fue hace muchos años, lo que pasa es que la tecnología avanzo de forma muy acelerada.

Pues bien resulta que quiero contarles, como lo dice el título de este correo, una historia de vida, una historia que nos deja un buen sabor de boca y hasta algún tipo de esperanza. Resulta que hace tres fines de semana por asuntos personales, me vi en la necesidad de hacer un viaje relámpago a la ciudad de Miami.

Al principio toda una nueva experiencia relacionada con la seguridad, me refiero a lo que de forma coloquial nosotros decimos, “el miedo no anda en burro”, los aeropuertos de nuestros vecinos del norte implementados con la tecnología más sofisticada y de punta, no me salvo de ser interrogado de forma personal por sus rubias, frías y hermosas mujeres, así como por altos fornidos, rubios y estúpidos gringos, por parecer según ellos, Hindú, Árabe, Musulmán y no sé de qué otras nacionalidades insistían en hablarme para hacerme caer en el garlito de estarles mintiendo, al afirmar que solo soy un humilde mexicano con necesidad de estar un día pisando su preciado suelo gabacho.

Por fin, después de haber checado mí historia, varios archivos especializados y después de haber hecho la prueba del carbono 14 a mí fe de bautismo, me dieron su anuencia de estar pernoctando solo por una noche, como dije pisando su preciado suelo, robando su valioso oxigeno, que por supuesto también tiene muchos contaminantes.

Pues bien, ahí viene lo bueno, por fin salí del aeropuerto y tome un taxi, por supuesto, que mi falta de pericia con el idioma de Shakespeare, y mi muy mala pronunciación hicieron que fuera dejado en el Hotel equivocado y a cinco calles de distancia donde estaba mi reservación y el hotel donde tenía mi cita por la tarde noche.

Tome el incidente con más filosofía y me dije, tranquilo tigre, cuenta hasta diez y Dalai. Comencé a caminar tranquilamente, me dije bobea y mézclate entre la gente, por cierto para mi beneplácito había muchas hermosas cubanas y puertorriqueñas, ¡otra cosa!.

La verdad es que el ambiente me hizo olvidar por un momento, el ir y venir de todos los días, estar al pendiente de cómo van con sus trabajos, de mis alumnos para las respectivas escalas, las presiones de la vida familiar y hasta la preocupación de los próximos comicios, en mi país, por la incertidumbre de no saber quién va a quedar en el poder ejecutivo. Ya que, a pesar de que los candidatos firmaron un pacto de civilidad en torno a los resultados del electorado, sabemos bien como se masca la iguana en nuestro querido, sufrido y dejado país.

Y lo digo por experiencia, ya ven todos los meses que estuvo tomada Reforma, en los anteriores comicios, claro durante el día, porque por ejercicio ciudadano me fui a cerciorar si estaban también toda la noche y de las cuatro veces que fui en diferentes días y horario 2, 3, 4 y 5 de la mañana no había ni una sola alma, de la participativa izquierda mexicana, con tristeza me di cuenta que era un tongo como se dice en la jerga de las luchas y del pugilismo.

Las autoridades del DF, podía sin causar un solo problema a los manifestantes de día, poder quitar sus lonas y demás implementos de su teatro, pero por razones obvias nunca lo hizo. Que decepción da esa izquierda en los ciudadanos que todavía creemos en el equilibrio de los poderes.

Continuando con la caminata que me llevaría a mi hotel, a dos y media calles de haber avanzado, pasando frente a otro de los hoteles de esa zona, se estaciona una limousine Mercedes Benz negra preciosa. Y ya saben, la clásica curiosidad del indio, inmediatamente me pregunte ¿Quién vendrá ahí?, imagine salir del vehículo a JL, Madona, Jordán Car ver o a Kristanna Loken, o ya de perdida Barbará Morí.

Pero cuál fue mi sorpresa que salieron dos enormes jóvenes de color de aproximadamente 25 a 30 años y de 2 metros diez centímetros cada uno, recordé que a esa edad media, 1.79, porque a la fecha me imagino que debo ir decrescendo. Por supuesto muy lejos de la altura de estos muchachos. Un enorme brazo que parecía una extensión del árbol de la Noche Triste, con prontitud sin violencia pero con firmeza me hizo a un lado para franquear el paso a dos jóvenes y hermosas mujeres y un hombre de aproximadamente 50 a 55 años de edad, un poco más delgado que yo, cabello lacio y largo, pantalón de mezclilla con muchas bolsas y flojo, al cuerpo, camisa guinda con blanco a cuadros de algodón, sin fajar a la cintura y con una gafas oscuras que se veían de buena calidad. Me dije con cierto desdén, ¡lo que faltaba!, un mara salva trucha o cholo venido a mas. Sólo en este país pasan estas cosas, y pensé ¡pero hay un Dios!

Al pasar esta persona frente de mi, volteo fugazmente y dio otros dos pasos y se detuvo y me dijo, “Laguna”, “Juan Laguna”. Sus guardaespaldas y por supuesto yo, quedamos sorprendidos y con voz titubeante conteste que ese era mi nombre, se quito las gafas y me dio un fuerte abraso y me dijo ¡no me recuerdas, soy tito, nos conocemos desde la primaria.

Mi mente estaba confusa, como era posible que mi enfermizo y querido amigo de la infancia estuviera frente de mí y que fuera el personaje principal en esa limousine. Muy apresurado me pregunto qué hacía en esa ciudad y rápidamente le informe. Al enterarse que sólo estaría una horas me invito a cenas en el hotel donde de estaciono. Y me advirtió que no me iba a arrepentir de estar juntos compartiendo y recordando viejos tiempos.

Desapareció por una puesta alterna al hotel, situación que para mi paso desapercibida, y yo seguí mi camino. Las horas a partir de ese momento parecieron pasar más rápido, mi entusiasmo por ver a mi viejo amigo, hizo que mi cita previa fuera relativamente corta, en lugar, como en otras ocasiones de terminar después de la media noche. Al filo de las veintidós quince horas me despedí de la dama con la que tuve mi cita y subí a mi habitación a bañarme y cambiarme rápidamente.

A los quince minutos para las veintiuna horas, estaba franqueando las puertas del hotel donde creía se hospedaba mi amigo. Al preguntar por el me sorprendí que ya sabían de mi llegada, me llevaron a un gran salón restaurante donde mucha gente degustaba ricos y caros platillos, me dieron una mesa de las más cercanas a donde iba a estar el espectáculo y me indicaron en perfecto español que esperara unos minutos. No pasaron ni cinco minutos y llegaron las dos hermosas mujeres que bajaron de la limousine, con mi amigo Tito. Una de ellas no hablaba español pero tenía una encantadora sonrisa, la otra si lo hablaba y me saludo con mucha familiaridad, como viejos amigos.

La dos chicas olían de forma estupenda, no se confundan no me refiero a algún perfume de marca famosa, posiblemente si lo traían, pero de forma muy discreta, me refiero a ese olor característico de olor a mujer un olor especial, una mezcla de juventud y primavera, fue un verdadero placer al sentido olfativo. Nos sirvieron ricos y caros aperitivos, en ese momento pensé, espero que Tito no me vaya a jugar la broma de que por el gusto de vernos me toca pagar, porque estoy perdida, tendría que revender mi boleto de avión y recordaran que solo tengo por la autoridades norteamericanas, permiso para pernoctar una sola noche, me empecé a sentir en problemas. Les pregunte de nuevo a las chicas por Tito y solo me respondió Raquel, la que hablaba español que pronto iba a aparecer.

Los alimentos me empezaron a dejar de saber bien y la incertidumbre creció en mí, donde estaba mi amigo. Al filo de la una de la mañana ya estaba que me llevaba el tren, estas niñas seguían pidiendo cosas y ahora hasta trajeron Champaign, me sentía ya completamente perdido y sin forma de poder decir chao, chao vay, vay.

Se empezaron a apagar las luces y sólo quedo un ambiente, misterioso, por las esquinas del salón comenzó a salir discreto vapor blanco y las luces de colores de la pista iniciaron sus interminables giros. En ese momento me vino una sagaz idea, ¡escapar furtivamente! de mis hermosas acompañantes, fingiendo ir durante el espectáculo al servicio. El momento era propicio, lo único que lamentaba, es ya no poder esperar más, a mi amigo, no quería arriesgarme a una situación incómoda, lo mejor era partir sin dolor, aunque fuera necesario dejar mi chamarra, para no causar sospechas.

El piso del escenario, empero a abrirse y de él surgió instrumental para una banda, me dije, se acerca el momento de hacer mutis. Se hizo del micrófono una persona anunciando que iba a comenzar el espectáculo en mi medio ingles fue lo que entendí y en el momento en que me iba a disculpar para ir al servicio. Hizo su entrada triunfal al escenario “Tito & Tarántula y su Banda”, no recuerdo haber aplaudido con tanta vehemencia por algún artista o político como en ese momento.

Me deje caer como fardo, en el asiento completamente relajado, después de haber recibido una descarga de adrenalina en todo mi cuerpo. Con los primeros acordes Tito se dirigió a la audiencia y dijo que en esta ocasión el espectáculo iba dirigido a un querido amigo de la infancia y señalo a la mesa donde estábamos, casi me infarto de la impresión, la gente aplaudió el gesto de mi amigo Tito. El espectáculo dio inicio durando aproximadamente una hora veinte minutos.

Durante ese tiempo reflexione sobre la perspectiva que tenia de los Estados Unidos de Norte América, y me dije, por lo menos el sueño americano se dio con alguien a quien yo conozco, en verdad si existe cuando se tiene talento y capacidades.

A estas alturas de la historia se dirán bueno, estuvo no tan mal la historia, pero en esencia que tiene que ver su experiencia de vida con nosotros, que somos jóvenes y tenemos una promisoria vida por delante. Al respecto tienen razón, la historia es sólo eso, una historia de vida, verdadera, algo real, que se podría hasta hacer una telenovela. Por otro lado y a colación de los resultados de las elecciones en nuestro país, quiero compartir con ustedes la última interpretación de mi amigo Tito& Tarántula, del día en que nos reencontramos. Cabe destacar que esperé a los resultados oficiales y que sólo por el título de esta canción, podemos percibir el ánimo de los que no saben perder.

Atte.,

Juan F. Laguna N.

Ciudadano del Mundo en México

(Por una sexualidad siempre responsable)

Consulta este enlace para conocer a Tito & Tarántula: http://www.youtube.com/watch?v=dIBEo-hUARQ

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