La Guerra

“la Guerra”

En una gran Ciudad, en donde habían enormes escuelas, hospitales, universidades, súper mercados y más, se encontraba una familia en la cual no había comunicación entre sí mismos y en la cual cada día se ocasionaban nuevos problemas.

Aquella familia se conformaba por cuatro personas. Nikki, que era una chica rebelde con sus padres y que no le importaba nada ni nadie más que ella, solía cortarse cuando no encontraba la solución a un problema y siempre llevaba aquella navaja con la que lo hacía guardada en su bolsillo derecho.

Hesley Hoffman era su madre, quien tenía una gran distancia con ella. Hesley era de aspecto tranquilo, pero cuando alguien la provocaba, no se controlaba con nada ni con nadie.

Josep Morrison tenia aspecto furioso con la vida, con su esposa, con su hijo Mike y con su hija Nikki, a pesar de eso, él los amaba con todas sus fuerzas.

Por último, Mike era el hermano menor de Nikki, quien no era conflictivo y se llevaba bien con sus padres e incluso también un poco con su hermana.

Los problemas en aquella familia eran considerablemente terribles, Nikki y Hesley se la pasaban peleando todo el día, por cualquier cosa, desde una problemática ilógica o insignificantica, hasta palabras insultantes y vulgares e incluso golpes fuertes.

Mike era el único que no le importaban los problemas de su familia y solo consideraba jugar alegremente todo el día y todos los días por la tarde en el parque que se encontraba enfrente de su casa, sin que nadie se diera cuenta de ello, no le ponían ni la más mínima atención a él, Hesley ya estaba harta de Nikki que hasta llego a pensar inscribirla en un internado lo más pronto posible.

Y a pesar de todos sus problemas, la familia Hoffman no se sentía diferente a las demás familias de esa ciudad, ya que aquella enorme ciudad, estaba repleta de personas llenas de odio y traición, gente machista y depravada, gente impura y pervertida, violadores, asesinos, secuestradores, todo tipo de personas con un interior dañado habitaban aquella ciudad que parecía estar completamente jodida.

La ciudad iba de mal en peor cada día: los accidentes de todo tipo asechaban allí cada segundo, los desempleos en toda clase de trabajos consumían la ciudad y traían más daños, los suicidios ocurrían en un instante y las noticias estaban las veinticuatro horas del día en contacto con los ciudadanos, para dar a conocer lo mal que estaba ese lugar.

“Philadelphia, Pennsylvania”, era esa ciudad.

Pero llegó el día en que todo cambió…

Una tarde, todos se encontraban comiendo en la sala de su casa, eran las 5:44 en aquel entonces, Mike al terminar, recogió su plato y se dirigió hacia su cuarto para tomar su balón favorito, y como todos los días, dirigirse a la calle con él, para después de ahí, cruzar la avenida y llegar al parque… todo iba bien, él iba felizmente pateando su pelota pero en una de esas, al hacerlo en mala dirección, provocó que su rodilla sufriera una caída que le ocasionó una grande fractura. Al observar a todos los conductores con una gran velocidad y con un gesto de depresión y furia en sus rostros, el comenzó a gritar lo más fuerte que podía, pero no le quedaba mucho tiempo, un tráilero que venía con enorme velocidad, con gran volumen en las bocinas del auto y lo peor de todo, que no había visto a Mike en el suelo debido al gran tamaño de su tráiler, el cual impedía ver hacia el suelo. Aun así, Mike no perdió la esperanza y siguió gritando lo más llamativamente posible, él se fracturó el ligamento cruzado interior que se encuentra en la rodilla ubicada desde la pelvis hasta ésta, él estaba grave y necesitaba ayuda, debido a que no podía mover su pierna sin ayuda de alguien.

El poco tiempo que le quedaba se le había acabado, el tráiler le trozo gran parte de su pie, fracturándole todos los huesos, desde su rodilla, hasta los pies, en ese momento, pensó que no lo escucharía ninguno de sus padres o su hermana, en eso, empezó a hacerse hacia atrás con sus manos a ver si lograba salvarse por sí mismo, antes de que lo partiesen en dos. De inmediato, Nikki y Hesley comenzaron a pelear un buen rato mientras comían, hasta que Josep se hartó de ellas y les comenzó a gritar enfadadamente

-¡porque mejor no se callan y me dejan comer en paz! ¡Siempre es lo mismo con ustedes!

Al momento de que dijo esto, el silencio inundo la casa, hasta que de pronto, los gritos de Mike pidiendo ayuda, lograron llegar a sus oídos y corrieron hacia afuera para ayudarlo, al estar allí, observaron a Mike haciendo un intento por salvar su vida, pero no le sirvió de nada, porque el tráiler ya le había pasado por su pierna, provocándole un inmenso dolor.

En cuanto a aquel hombre que conducía el tráiler, después de avanzar unos cuantos

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