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MOVIMIENTOS SOCIALES EN BOLIVIA


Enviado por   •  24 de Octubre de 2013  •  2.607 Palabras (11 Páginas)  •  399 Visitas

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Introducción:

Bolivia es un país marcado por la gelatinosidad de sus estructuras institucionales y por la marginalidad en el contexto internacional, pero donde, quizá por ello, ciertas cosas tienden a suceder antes que en otros lugares. En los años cincuenta, el país vivió una insurrección proletaria, adelantándose a la irradiación del movimiento obrero que luego se daría en varias naciones del continente. Igualmente, en los años sesenta, se acercó con premura a la oleada autoritaria de los gobiernos militares y, a finales de los años setenta, abrazó la reconquista de regímenes democráticos. En 1984, cinco años antes de la caída del muro de Berlín, vivió el derrumbe del horizonte izquierdista, forjado en los cuarenta años anteriores, a través del fracaso de una coalición de izquierda que llevó al país a una bancarrota económica. A finales de la década de los ochenta, mientras otras naciones buscaban experimentar, con gobiernos populistas, una salida alternativa al estatismo y al neoliberalismo acechante, Bolivia se sumergió en un radical proceso de neoliberalización económica y cultural, que llevó a toda una generación de furibundos radicales del “socialismo” a convertirse en furibundos radicales del libre mercado, la “gobernabilidad pactada” y la privatización.

Fruto de estos cataclismos socioeconómicos han reemergido poderosas y radicales estructuras de autoorganización social, que han cerrado el corto ciclo de la legitimidad neoliberal forjada en quince años, por medio de la desorganización, estatalmente inferida, de las antiguas maneras de agregación popular (los sindicatos), el desplome moral de los subalternos y una industria cultural de consagración liberal, que incorporó un amplio abanico de ideólogos e intelectuales abatidos.

Estudiar brevemente las características de estas formas de autoorganización social emergentes, compararlas con la antigua forma sindical, ver sus condiciones de posibilidad y sus potencialidades históricas, son los objetivos que vamos a abordar en

las siguientes páginas

Monografía

En Bolivia, en los últimos quince años, a raíz de las reformas estructurales que han afectado la economía, el estado y la estructura de las clases sociales, todo el basamento que hizo de los sindicatos obreros el núcleo de las identidades subalternas, ha sido desmontado sistemáticamente. Las grandes empresas y ciudadelas obreras han sido sustituidas por numerosas medianas y pequeñas fábricas capaces de extender el trabajo industrial hasta el domicilio produciendo un efecto de desagregación social contundente y fragmentación material de la fuerza de masa del trabajo. El contrato fijo que sostuvo el sentido de previsibilidad, es hoy una excepción frente a la subcontratación, la eventualidad, el contrato por obra que precariza la identidad colectiva y promueve el nomadismo laboral limitado en su capacidad de forjar fidelidades a largo plazo, dando lugar por una parte a una hibridación de la condición de clase y a la emergencia de “identidades contingentes” de los trabajadores según la actividad, los oficios laborales, los entornos culturales donde se encuentren transitoriamente y la dinámica de “contornos difusos” entre el espacio del trabajo y del no trabajo (Bhabha, 1997; Beck, 2000). La transmisión de saberes por estratificaciones laborales estables y los ascensos por antigüedad van siendo sustituidos por la polivalencia, la rotación del personal y el ascenso por mérito y competencia, quebrando la función del sindicato como mecanismo de ascenso y estabilidad social, tan propios de la antigua forma sindical de movilización. Por último, el sindicato ha sido proscrito de la mediación legítima entre estado y sociedad, papel que desempeñó durante décadas, para ser lentamente sustituido por el sistema de partido, erosionando aún más la eficacia representativa que antes poseía en la medida en que era el mediador político y el portador de ciudadanía. Pero la disolución de las condiciones de posibilidad de la forma sindicato, en parte también han sido las condiciones de posibilidad del surgimiento de otras formas de inter-unificación social y de acción colectiva manifiestas en los últimos años a partir de la defensa del agua, los servicios públicos y el reconocimiento de derechos indígenas.

La forma multitud

A raíz de los intentos gubernamentales de entregar la administración de la empresa de

agua potable en la tercera ciudad del país, Cochabamba, a un consorcio norteamericano, y de mercantilizar la gestión de los recursos hídricos con que cuentan comunidades campesinas, ha surgido desde el año 2000 un movimiento social urbano-rural, llamado Coordinadora del Agua y la Vida, con tal fuerza de movilización que fue capaz de protagonizar un levantamiento civil, expulsar a la empresa extranjera y modificar el panorama político regional. Veamos algunas de las características de esta forma de acción colectiva, que hemos denominado forma multitud.

1. Modo de unificación territorial y flexible.

A medida que se derrumbaba el centro de trabajo estable como lugar de agregación; formas de organización territorial preexistentes, como las juntas vecinales, los sindicatos por jurisdicción (campesinos y gremiales), asociaciones por rama de oficio y una multifacética, compleja y generalizada urdimbre organizativa de la sociedad subalterna enraizada en ámbitos locales y territoriales de preocupación, han adquirido una relevancia de primer orden con gran fuerza de movilización. Lo decisivo de esta forma multitud es que, mayoritariamente, resulta de la agregación de sujetos colectivos, es decir, una asociación de asociaciones donde cada persona que está presente en el acto público de encuentro no habla por sí misma sino por una entidad colectiva local ante la cual tiene que rendir cuenta de sus acciones, de sus decisiones, de sus palabras. Pero además, y ésta es una virtud respecto a la forma sindicato , esta multitud no crea una frontera entre afiliados y extraños. Tanto en sus reuniones locales o departamentales, como en las acciones de masas, en las asambleas, en las movilizaciones, bloqueos o enfrentamientos, otras personas, carentes de filiación grupal (individuos) o representantes de otras formas de organización (sindicatos obreros), también pueden intervenir, opinar, participar, etc., ampliándose enormemente la base social de acción y legitimidad. En

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