Mira Quien Habla

Desde su primera escena, el filme expresa de forma irónica y sarcástica, los distintos arquetipos de la sociedad. Desde la sala de hospitalizados de un hospital público del primer mundo, se nos presenta las dificultades de los pacientes para acceder a una salud de calidad y como, a través del dinero se pueden corromper a los distintos personajes que trabajan en el servicio público. Desde la directora del centro, una persona burócrata que trata de justificar la falta de recursos con un mensaje ininteligible por sus tecnicismos que no es ajeno a nuestra realidad, ya que nuestro modelo de salud pública no tendría muchas diferencias con lo expuesto en el film. Esto en el sentido que al manejar grandes hospitales públicos con escasos de recursos, para una población demandante de salud, implica incurrir necesariamente a estos tecnicismos burocráticos ininteligibles para evitar reconocer la dura realidad, que no alcanzan los recursos para cuidar a todos.

La película no muestra la relación del protagonista, Remy, y su hijo Sebastien. Como el vínculo padre e hijo es tan fuerte que a pesar de las grandes diferencias que tienen, igual logran reconocerse (en el sentido de volver a encontrarse y ver que a pesar de sus diferencias, ambos sienten amor por el otro). Es curiosa la forma como se reconcilian, ya que cuando ambos trataron de conversar como padre e hijo, la interacción resultó en un fracaso (debido a que quizás nunca lo habían hecho), pero cuando su hijo replanteo su estrategia de afrontamiento, utilizando su método de trabajo como ejecutivo bancario, el cual consistía en invertir sumas de dinero para lograr sus objetivos, calculando sus costos (un sistema netamente financiero donde el fin justifica los medios) logró modificar las normas del hospital para hacerla más cómoda para su padre. Trajo a sus amigos de toda la vida (no sale relatado, pero se puede deducir que fue su hijo quien financió estos viajes) y además consiguió heroína como método paliativo, donde conoce a la hija de una de las ex amantes de su padre, quien le administra al paciente esta droga en el hospital, y le enseña a Sebastien a vivir más intensamente, en vez que mecanizar su vida.

Es a través de este sistema que su padre empieza a valorar a su hijo, no por su dinero, sino porque es capaz de quererlo y acercarse a él, de la forma en que mejor sabe hacerlo, a través de su trabajo como ejecutivo inversionista. Como su padre empieza a preguntar por su hijo, a conocer a su futura nuera y darse cuenta que lo más importante en su vida no fueron los logros materiales o la fama académica, sino que fueron sus hijos, la forma de trascender en el mundo. Hecho que se manifiesta en el auge de la película cuando ambos se dicen mutuamente que se quieren, y su padre le pide a su hijo que desea morir con sus amigos en una cabaña cerca de un lago propiedad de uno de sus amigos.

La manera como se tratan

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