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¿Por qué no hablar de mi vida desde cuándo comenzó en mi mente?


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2017  •  Biografías  •  1.428 Palabras (6 Páginas)  •  260 Visitas

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        En lugar de aburrir con "Mi nombre es" o "Yo nací", quiero iniciar esta autobiografía en el punto donde yo creo que mi vida empezó. En lugar de entretener la presunción de que la vida comienza en el momento de la concepción o cuando alguien nace, ¿Por qué no hablar de mi vida desde cuándo comenzó en mi mente? Esto sucedió cuando empecé a asistir a la escuela; porque tendría la oportunidad de conocer gente nueva, pero sobre todo empezar a aprender. Desde tan lejos como puedo recordar, siempre he sido alguien a quien le gusta aprender y que goza de éxito en la escuela.

        No estoy segura si nací inteligente o si lograr mucho en la escuela era algo que yo quería realmente.  Cualquiera que sea la razón, me hizo esforzarme mucho académicamente. Todo comenzó en la escuela elemental, los años más largos de mi carrera educativa.  Recuerdo haber obtenido A's y B's a lo largo de los cinco años de escuela elemental.  Siempre traté tanto de obtener todas A’s, pero por alguna razón nunca fue posible para mí. Sin embargo, mi trabajo duro en la escuela  nunca pasó desapercibido debido a que al final de cada año escolar era premiada por mis buenas calificaciones.  No fue hasta mi quinto año en Logan Heights Elementary en El Paso Texas, que comencé a involucrarme más con la escuela.  Me incorporé a la orquesta por primera vez y tocaba el violín. También participé en la patrulla de seguridad, ayudando a los peatones a cruzar las calles con seguridad después de la escuela.  Mi logro más memorable mientras estuve en la escuela elemental fue participar en la feria científica.  Nunca pensé que fuera a llegar tan lejos como lo hice, pero en efecto; llegué a competir a nivel de Distritos.  Siendo premiada y luego obteniendo el segundo lugar en Distritos fue un momento de gran orgullo para mí.

        Voy a avanzar rápido a mi séptimo grado en Canyon Hills Middle School cuando se me concedió un gran premio académico por ser uno de los diez mejores estudiantes del séptimo grado, debido a mis logros académicos. Yo pertenecía al Programa de Banda de mi Escuela Intermedia en la que tocaba el clarinete y recibí un premio por un solo que interpreté. Cuando mi octavo año llegó estaba en una escuela intermedia totalmente distinta, Nolan Richardson Middle School.  El nuevo entorno era muy diferente, pero me gustó más que mi escuela intermedia anterior.  Estar en una escuela intermedia nueva me hizo querer probar cosas nuevas, así que decidí unirme al equipo de baloncesto.  Después de la temporada de baloncesto también me uní al equipo de pista y campo. Yo no era la mejor jugadora de baloncesto o la corredora más rápida, pero me gustó mantenerme en forma y ser atlética. Hacia el final de mi octavo grado recibí un premio por mantener A's y B's a lo largo de todo el año. Como ya he dicho antes, por alguna razón nunca pude alcanzar mi meta de obtener todas A’s.

        Por último, el momento que cada joven espera, entrar a la escuela secundaria.  No voy a mentir, los primeros tres años de la escuela secundaria fueron un poco difíciles para mí. Quedarse hasta tarde casi toda noche haciendo los deberes no fue fácil. Sin embargo, en la escuela secundaria he vivido los momentos más divertidos de mi carrera académica.  Queriendo seguir los pasos de mi hermano mayor me uní a la Marching Band en mi escuela, tocando el clarinete como lo hice en la escuela intermedia.  Creo firmemente que soy una “Sports Hopper” porque practiqué tantos deportes diferentes a lo largo de la escuela superior.  Mi primer año me quedé con el soccer, que me encantó porque el soccer fue mi primer deporte.  Entrando en mi segundo año decidí ir por una ruta muy diferente, campo traviesa y unirme a la lucha olímpica.

Yo no sabía nada acerca de la lucha ni sabía que iba a ser tan buena en ello.  En mi primer año de lucha recibí el “Varsity Letter”, premio que se otorga en los Estados Unidos por la excelencia en las actividades escolares, y un premio por el luchador más sobresaliente. Creyendo que yo podría convertirme en un mejor atleta, me uní al equipo una vez más en mi penúltimo año. Sin embargo, todas las cosas buenas llegan a su fin, ¿Verdad?  Entrando en mi último año de escuela secundaria, tenía mi mente puesta en el hecho de que sólo quería centrarse en mis estudios, pero no podía aceptar el hecho de no estar activa. Por lo tanto, decidí unirme al equipo de pista. Cuando entré a la escuela secundaria me dije: voy a graduarme entre los primeros diez promedios de mi clase graduanda. Desde que me propuse esa meta, he estado trabajando en ello.  No hay un día que pase que no verifique mis notas para asegurarme de que están donde yo quiero que estén. Nunca me había destacado en mis clases tanto como lo estoy haciendo ahora que es mi último año de secundaria.  Mi GPA es también muy importante para mí y trabajo duro cada día para mejorarlo.  Aunque mi último año ha sido mi año favorito de la escuela secundaria también ha sido el peor. Entré en el último año básicamente con una familia desgarrada, porque mis padres se separaron. Todo lo que mi familia y yo estábamos atravesando en el momento provocó en mí una falta de motivación hacia la escuela y estudios.  Sin embargo, yo sabía que mis estudios es lo que me va a ayudar a esforzarme en la vida; así que supe que no podía renunciar. No quería que todos mis años de arduo trabajo se fueran por el desagüe.  Por lo tanto, seguí con mis clases y ahora no podría estar más contenta de donde estoy académicamente.  Traté de involucrarme lo más posible en mi escuela para dejar mi mente fuera de todo lo que estaba pasando en casa.  Me involucré más con el consejo de estudiantes y de ayudar con diferentes proyectos escolares. Completar horas de servicio comunitario era obligatorio para poder graduarse, así que también me involucré en diferentes actividades comunitarias.  Mis logros académicos también hicieron posible que fuera reclutada por la National Technical Honor Society en el Center for Career and Technology Education; otra escuela que asistí durante medio día en mi último y penúltimo año; logrando de esta forma adquirir créditos en “Law Enforcement”.  Espero que todos los conocimientos que he adquirido mientras asistí a la CCTE sirvan de ayuda para mi futura carrera como investigador criminal.

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