Psicoticos En La Conduccion
norberto197818 de Agosto de 2013
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Índice:
1- Índice.
2- Introducción.
7- Drogas peligrosas.
8- ¿Cómo afectan las drogas conductor?
9- Tipos de conductor.
11- Otra clasificación según su comportamiento.
12- Factores físicos que afectan al conductor.
15- Alcohol y Conducción.
18- Medicamentos, Drogas y Conducción.
21- Tabla descriptiva del Alcohol.
22- ¿Cómo afecta el alcohol en la conducción?
24- ¿Que son las drogas alucinógenas?
25- Tabla descriptiva de la Queratina.
26- Tabla descriptiva del LSD.
27- Tabla descriptiva de la Cocaína.
28- Tabla descriptiva del GHB.
29- Tabla descriptiva de las Setas Alucinógenas
31- Tabla descriptiva del MDMA.
32- Tabla descriptiva del Speed.
33- Tabla descriptiva del Cannabis.
35- ¿Cuáles son sus derivados?
36- Factores Psicológicos.
38- Las drogas en la conducción. ¿Cómo se ve y como se combate este problema en España?
43- Psicofármacos y conducción de vehículos. ¿Es Delito?
44- El código penal Español dice…
46- Pregunta al Dr. Juan Miguel Garrido Ocaña.
49- Reglas de seguridad.
50- Conclusión.
51- Bibliografía.
Introducción
Los accidentes de tránsito, al mismo tiempo que le hacen perder la vida a otras personas que circulan con normalidad por culpa de conducir bajo los efectos del alcohol. Hasta ahora, se les achacaba esos accidentes exclusivamente a personas que conducían con dos copas de más. Hoy en día ha quedado demostrado, según los aparatos modernos que tiene Seguridad Vial, para detectar este problema, que la gran mayoría de estas muertes (en los accidentados de entre 20 y 45 años) son ocasionadas por haber tomado drogas.
El consumo de diversas sustancias reduce la capacidad de atención, o bien hace que esta se centre en solo en unos pocos detalles que quizá no sean los más importantes. Si no prestamos atención a ciertos aspectos de la circulación podemos distraernos y no percibir posibles riesgos próximos. Y si no se percibe el problema, no se van a poner en marcha mecanismos y acciones para resolverlo.
El consumo de ciertas drogas, como el cannabis (porros), la cocaína o las drogas de síntesis, y los psicofármacos alteran la forma de cómo se percibe a sí mismo el consumidor, produciéndole una sensación de seguridad o de control en muchas situaciones en las que no es así. Cuando no prestamos atención a nosotros mismos, captamos detalles que nos hacen percibirnos de una forma determinada: nos hacemos a la idea de cómo somos capaces de resolver cualquier contratiempo que se nos pueda presentar.
Bajo los efectos del alcohol o las drogas la imagen que tenemos de nuestras capacidades (lo que podemos hacer, y lo que ni intentamos) se distorsiona y se ve completamente diferente. De este modo, sí debemos valorar una decisión como frenar ya o esperar un momento, podemos creer que tenemos tiempo de sobra cuando no es así, pues los efectos del alcohol y las otras drogas nos han cambiado el aspecto de la situación (como si todo fluyese más lentamente), así como el de nuestras habilidades.
Para la conducción de vehículos se requiere un buen nivel de alerta (atención y vigilancia) que nos permita captar los detalles de la circulación más importantes.
Existen drogas como el alcohol o los psicofármacos que reducen de forma importante esa atención, de modo que mucha información pasa desapercibida (podemos no ver el camión que se acerca al cruce, o que el semáforo está en amarillo, y no en verde. El consumo combinado de drogas sedantes (alcohol, tranquilizantes, heroína, psicofármacos y cocaína) multiplica los efectos depresores.
Si quieres conservar tu vida y la de los demás usuarios de la carretera debes conducir con cabeza, libre de tomar alcohol y también cualquier clase de drogas. Con los accidentes no solo puedes perder tu vida, sino que destrozas a familias que perdieron algún miembro en ese accidente.
Influencias de productos tóxicos sobre el conductor
Según Miguel López – Muñiz Goñi en su libro Accidentes de tráfico.
Siempre que se sospeche de la presencia de cualquier clase de droga en el organismo de un conductor ha de solicitarse la intervención del médico forense para la pertinente comprobación. La sospecha puede nacer no solo del comportamiento de la persona, sino también de la presencia en el vehiculo de botellas, frascos, tubos etc.; que contengan o hallan contenido esos productos.
A continuación exponemos algunas sustancias y productos farmacéuticos que pueden producir alteraciones en la conducción.
1- Cafeína
Aunque en café se considere como la panacea de los automovilistas que conducen de noche, no siempre ha de estimarse de esta manera, pues aunque el uso normal, de dosis moderadas, es inofensivo. Sin embargo en dosis intensas produce excitación general, llegando hasta verdaderos disturbios nerviosos. Además la repetida ingestión de café demuestra, al menos, una presencia de sueño que es combatido artificialmente por medio de este excitante, cuando la única manera de terminar con aquel es dormir un tiempo necesario.
2. DROGAS ESTIMULANTES Y SEDANTES
La utilización de este tipo de drogas se ha hecho muy frecuente por parte de muchas personas, y ya es clásica la situación de muchos muchachos que siguen “la ruta del bacalao”, mezclando drogas y alcohol.
En un meticuloso trabajo, el Dr. Garrido y otros colaboradores, ponen en manifiesto que no todas las personas saben que no pueden consumir alcohol, si se administran ciertos medicamentos, y los que lo saben, muchas veces no lo cumplen y es muy frecuente escuchar “ por un poco de alcohol no pasa nada”. Lo cierto es que existen interacciones conocidas entre el alcohol y ciertos medicamentos; aspirina, fenilbutazona, etilenglicol, formaldehido, digitalicos, dióxido de aluminio, meprobamato, fenobarbital, y otros sedante, tranquilizantes, anstesicos, furazolidona, griseufulvina, quinacrina; y otros psicofármacos, opiáceos, antagonistas de opiáceos, analépticos, pricrotoxinas, pentametientetrazol, metifenidato, anticoagulantes, (warfarina), tuerculostaticos, (INH); anti convulsionantes: dolantina. Ipoglucemiantes; tolbutamida, tetraclorudo de carbono, antabus, inhibidores de la MAO, fentolamina, cloranfenicol, anfetaminas, cafeína, nicotina, frusiosa, fenotiazinas, antidepresivos tricíclicos, antihistamínicos, cobalto, hierro y arsenico.
En igual sentido los doctores Orr, Dussaut y colaboradores exponen los efectos sobre la conducción del clordiacepoxido y del diacepam solo o combinado con el alcohol.
Bofarull Puigdengoles, dice que debemos considerar que los psicofármacos, que empleamos para tratar los síntomas psiquiátricos pueden dar lugar a perturbaciones físicas y mentales, alteraciones yatrogenas, efectos secundarios, discisnesias tardías, interacciones medicamentosas, adversas, efectos vegetativos anticolinérgicos, síndromes extra piramidales (distonias agudas, acatisias, parkinsonismo), y otros efectos secundarios neurológicos y efectos cardiovasculares y efectos de supresión.
De otra parte, Vallejo Nájera, expresa que todos los psicofármacos, por su acción específica en el sistema nervioso central, disminuyen la capacidad de reacción y de reflejos, condiciones necesarias para la correcta conducción de los vehículos, por estos motivos es imprescindible indicar a nuestros pacientes en tratamientos de psicofármacos que se abstenga de conducir mientras este bajo sus efectos tanto en los etapas de ataque como en las de mantenimiento.
El uso de anestésicos para pequeñas operaciones quirúrgicas que no necesitan, incluso, la hospitalización, pude influir en una disminución de las facultades psicomotrices del conductor, como pone de relieve el Dr. Koettila.
Fernández Cabeza, di e que los conductores de vehículos de larga distancia, que quieren llegar temprano para entregar pronto la mercadería, o por obtener primas de velocidad, abusan de estos productos, primero de los estimulantes para no sentir la fatiga, tomando anfetaminas e incluso cocaína, y luego se utilizan barbitúricos o tranquilizantes para consiliar más fácilmente el sueño, perturbados por aquellas. Otros usan meprobamatos con la misma finalidad y para disminuir la tensión o nerviosismos propios de la conducción.
El resultado de esta toma es que los estimulantes perturban el curso normal de los automatismos a la larga, y los barbitúricos, sobre todo los de eliminación lenta, producen efectos residuales que les hacen tender al sueño incluso después de “despertados”.
Gisbert Calabuig pone de relieve que el uso de anfetaminas producen perdidas de habilidad y de reflejos condicionados, que hacen de la conducción una actividad semiautomática, incrementa la tensión nerviosa, aumenta la autovaloración y la confianza, produce alteraciones en la percepción de la velocidad y distancia de los otros vehículos, al acabarse los efectos estimulantes se produce un aumento de la fatiga física, depresión y ansiedad, e incluso llega a producir auténticas crisis epilépticas. Los efectos se incrementan al consumir las anfetaminas con barbitúricos, alcohol y otros estimulantes cardio-vasculares.
Laves, hace un extenso estudio de las drogas diciendo que existen determinados grupos de fármacos que desencadenan acciones que influyen en la capacidad de conducir, por producir euforia, apatía o insensibilidad.
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