AMNESIA OPULENTE EL FUTURO DE LA ARQUITRCTURA

AMNESIA OPULENTE

EL FUTURO DE LA ARQUITRCTURA

JONATHAN JAVIER AGUIRRE LÓPEZ

PRESENTADO A: ARQ, MAG. HERNANDO GUTIERREZ

UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS DE AQUINO

SECCIONAL TUNJA

FACULTAD DE ARQUITECTURA

VIII SEMESTRE

2021 - 2

El futuro de la arquitectura, es un futuro carente de memoria. La insostenible batalla por romper de los paradigmas y los límites físicos de la naturaleza, a su vez, se ha convertido en una batalla implícita, en la que indirectamente, se destruye, con cada vez más firme obstinación, la sensibilidad arquitectónica. Bajo esta premisa, la presente reseña, toma una posición ideológica afín a la vanguardia progresista contemporánea que busca contradecir las ideas defendidas por el régimen de la megalomanía arquitectónica, orientada a su vez por el capitalismo y el consumismo con el fin de romper records y paradigmas en una carrera insostenible por el poder.

La idea de predecir el futuro de la arquitectura resulta ambigua ante la velocidad de los avances tecnológicos y el pluralismo arquitectónico que vivimos actualmente, sin embargo, la posición que avanza a mayor velocidad es la arquitectura de las grandes ciudades y los arquitectos “estrellas” que concentran en estas todos sus caprichos imaginativos apoyados de la tecnología de última generación y “conceptos endógenos” (Sánchez & Salgador, 2008), lo cual se constituye  como un indicador del futuro próximo. En este orden de ideas, es posible responder a la pregunta ¿Cómo será el destino de la arquitectura a veinte años? De mantenerse el ritmo consumista y déspota al que avanza actualmente, la respuesta es: insostenible y carente de sensibilidad.

El modelo arquitectónico actual y futuro, gira entorno a una serie de factores generales, que a lo largo de la historia han sido requeridos como medios evaluativos de la arquitectura y su función. A grandes rasgos podemos clasificarlos en: la estética, la tecnología, la sensibilidad, la sociedad, la cultura y los recursos. Del listado previamente mencionado, el paradigma arquitectónico dominante, y del que es posible afirmar, prevalecerá a causa su la amplia difusión tan solo considera en su gran mayoría la estética y la tecnología, de la cual, figuras como el prestigioso arquitecto alemán Joachim Hauser califica como: «El comienzo de una nueva y grandiosa era en la arquitectura». Estos dos factores innegablemente son ejes integradores del valor de la arquitectura del presente y el pasado, no obstante, la pedida de la sensibilidad, la omisión de la cultura, la sociedad y el apático manejo de los recursos naturales conduce unidireccionalmente a la homogenización del arte y a la decadencia medio ambiental, la cual, hoy día avanza a grandes pasos. Como bien afirman Sánchez y Salgador, (2008), en su artículo titulado “Perversidades de la ciudad global:

La construcción es hoy directamente responsable de más de 200 impactos ambientales, entre los que destacan las altísimas cifras de ocupación de suelo, el alto consumo energético asociado tanto al proceso de construcción en sí como a la utilización continuada de los edificios, la emisión a la atmósfera de gases nocivos, la extracción de materiales, el agotamiento de los recursos fósiles, la generación de residuos sólidos, entre otros.

Del mismo modo en que el “desarrollo” repercute negativamente en los recursos y el ambiente, la sociedad y la cultura se ven afectadas directamente sin ser conscientes de la manipulación concertada que hace y hará de la arquitectura del futuro “un instrumento de producción capitalista al servicio de la sociedad de consumo” (Marin Gallegos, 2020), que  “no aspira a convencer sino a provocar” (Espuelas, 2012). Un fenómeno creciente y proyectado a futuro exponencialmente en ciudades de alto crecimiento económico como Dubái, Hong Kong o Nueva York, por tan solo citar unos ejemplos. En estas, se entiende que “cada obra arquitectónica responde a una necesidad, y en el caso de Dubái, responde a la opulencia y egocentrismo. Tal vez carente de una buena temática o compromiso arquitectónico” (Ocaña, 2006), esta necesidad es suplida tan solo por medio de la tecnología, el mismo recurso al que acudieron vanguardias modernistas como Archizoom o Superstudio para dar su visión futura del mundo que ahora habitamos, ideas en la que no hubo cabida para la sensibilidad y la espiritualidad experimentada a través de los sentidos en el arte. Estos estudios, guardan relación con el futuro que le espera a la arquitectura, ya que, como afirma Marin Gallegos, (2020):

...