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Aborigenes


Enviado por   •  20 de Abril de 2013  •  12.417 Palabras (50 Páginas)  •  392 Visitas

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Pampas

Características:

Los aborígenes Pampas existieron mucho tiempo antes de la llegada de los españoles, se encontraban dispersos en la región pampeana y pertenecían a diferentes culturas, motivo tal que los mismos españoles los llamaron Pampas por pertenecer a la región pampeana.

Pampa significa llanura.

La lengua Pampa era el het o guenaken.

Ejemplos:

cerro casu

padre gleter

madre meme

Costumbres, Economía y Cultura

No eran agricultores sino recolectores de frutos y semillas silvestres, que molían para hacer harina. Pero el fuerte de su alimentación consistía en la caza que realizaban a pie, siguiendo a los animales hasta cansarlos. En estas cacerías no tomaban agua ni comían, solo bebían la sangre de los animales que cazaban.

Los Pampas eran por naturaleza nómades. Cazaban venados, guanacos, ñandúes y avestruces, a estos últimos los cazaban a caballo por medio de boleadoras. También comían carne de las enormes manadas de caballos que pastoreaban libremente por el territorio pampeano.

Sus toldos consistían en tres palos del grueso de un puño hinchados en la tierra a cuatro pies de distancia el uno del otro. El del medio, que era el mas largo, media una vara. Todos terminaban en una horqueta u horquilla. A dos varas de ese conjunto plantaban otro similar. Cada una de estas tiendas era ocupada por una familia. Sus individuos se acostaban sobre la espalda sobre pieles de bovinos y equinos.

Eran individuos de alta estatura, algo más que la mediana europea, morenos y de cuerpos robustos, de cabeza alargada alta y maciza.

Sus prendas eran muy similares a la de los araucanos y patagones. La ropa masculina consistía en pieles preparadas por las mujeres o en tejidos de lana llamados patagónicas o quillangos que ellas realizaban en sus telares hechos en madera. Las mujeres adoraban adornarse con placas de cobre o pequeños objetos de plata. Los hombres cifraban su orgullo en las prendas y arreos, con adornos en plata para el caballo, así como en las grandes espuelas que usaban. Hombres y mujeres lucían un peinado y un adorno de los cabellos diferentes. Ellos los dejaban crecer, levantando todas las puntas hacia arriba sujetándolas con una bincha. Ellas dividían sus cabellos al medio, haciendo dos gruesas trenzas. Solían pintar su rostro y cuerpo de diferentes colores. Los viudos y en especial las viudas se pintaban la cara de negro en señal de duelo. No utilizaban tatuajes faciales, pero si aros y collares. También solían cubrir su cuerpo con arcilla mezclada con hierbas como defensa del sol y los mosquitos.

Sus armas fueron la baleadora, el arco y la flecha. Las boleadores de estos indios eran de dos bolas con surco, atadas con un cinto de cuero, de unos diez pies de largo, una de ellas más pequeña que servía de manija. También usaban la baleadora retobada en cuero. Las puntas de flechas las hacían de pedernal, cuarzo y ópalo, materiales que se encontraban en todos los paraderos de la zona, aún cuando no sean del lugar. También es frecuente encontrarlas de madera.

La industria de la piedra alcanzó gran importancia empleándose la técnica de la piedra tallada o de la piedra pulida. El indígena tomaba un canto rodado o un trozo de roca, lo apoyaba sobre otra piedra que servía de yunque, o lo tomaba fuertemente en la mano, sobre uno de sus lados más planos aplicaba un fuerte golpe con otro canto rodado. De esta manera se iba desprendiendo las llamadas láminas que retocadas y trabajadas con pequeños golpes y presiones originaban raspadores, cuchillos y puntas de flechas. Para los objetos de piedra pulida realizaban un trabajo similar que luego pulían con otra roca dura. Para las superficies esféricas perfectamente pulidas, tales como boleadoras y cabezas de hachas, el pulimento se hizo dentro de cavidades esféricas de rocas o pequeños mortero.

Otros objetos de piedra característicos son:

• Perforadores: Pequeñas piedras con punta aguda que usaban para perforar y luego coser los cueros.

• Raspadores: Especie de cuchillos con filo por un solo lado, servía para descarnar los cueros.

• Sobadores: Piedras cónicas con un fuerte ensanchamiento en su base, servía para sobar los cueros secos.

• Morteros: Los granos eran reducidos a harina en morteros de piedra, los hay de varios tipos. Durante los primeros años de la colonia, los españoles continuaron usando este procedimiento. Las manos de estos morteros se hicieron con piedras alargadas que en algunos casos han sido perfectamente pulidas hasta cilindradas.

En los últimos tiempos los Pampas conocieron la alfarería que habían adoptado de los pueblos vecinos. Pero no les resulto de muy buen provecho. En cambio la cestería se practicaba intensamente haciendo cestos tan apretados que podían contener agua en ellas.

Poseían caciques los cuales recibían el nombre de “ganac”. Eran jefes militares pero no recibían obediencia sino en la guerra. En la época de paz era jefe el mejor de los oradores. Había también otros individuos que gozaban de consideraciones especiales por su talento, perspicacia y valor. Cada uno de los caciques se encontraba en un territorio propio, solo se reunían con los demás para hacer la guerra o para defenderse en causas de interés común. Las guerra era en forma de “malón”.

Las únicas manifestaciones artísticas que de ellos se conocen, son algunas pictografías con motivos escalonados, cruces y círculos que les son atribuidas.

Religión:

Creían en un Dios llamado Soychu. También creían en un genio maléfico llamado “gualichu o arraken”, al cual le hacían rogativas u ofrendas. Poseían médicos y hechiceros que gozaban de gran predicamento hasta después de muertos. Sus curaciones se hacían conjurándolo a presentarse y salvar al enfermo. Creían en la inmortalidad del alma y practicaban ceremonias de entierro, que consistían en colocar elementos funerarios. Lloraban al muerto por un día y lo enterraban y al año volvían a desenterrarlo y uno muy hábil lo descarnaba. Cubrían sus huesos con sus mejores ropas y hacían un banquete ritual poniendo los huesos en unas alforjas muy pintadas y finalmente los llevaban sobre un caballo a una casa que hacían junto a las suyas.

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