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Enviado por   •  19 de Noviembre de 2013  •  1.856 Palabras (8 Páginas)  •  254 Visitas

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EN LA SELVA

La selva, también denominada «bosque tropical», es una formación vegetal boscosa, muy exuberante, verde todo el año y propia de regiones ecuatoriales y tropicales.

Se trata del bioma más rico en especies de toda la tierra y, sobre todo, en especies de árboles, que a menudo alcanzan grandes dimensiones.

El bioma de la selva está distribuido dentro de la franja latitudinal limitada por los dos trópicos, al norte y al sur del ecuador. Se reparte en tres áreas continentales o de grandes islas a lo largo de América, África y Asia sudoriental, con los territorios añadidos de Nueva Guinea, diversas islas del Pacífico tropical y el extremo nororiental de Australia.

Brasil, el Congo e Indonesia, son los países con más extensión de selva en sus territorios.

Las selvas americanas, que ocupan básicamente las cuencas de los ríos Orinoco y Amazonas, abarcan el área más extensa y continua de selva tropical de todo el mundo.

Las selvas africanas ocupan, básicamente, la cuenca del río Zaire, desde las estribaciones occidentales del Gran Rift hasta el golfo de Guinea. Además, se ha de incluir la selva exclusiva de la isla de Madagascar, frente a la costa oriental de África.

Las selvas asiáticas e indo pacíficas, forman una unidad que comparte muchos de los elementos de la flora. Se extienden por algunos territorios del sur de la India, Sri Lanka, buena parte del sudeste asiático (especialmente Indonesia, Malasia y las Filipinas), Nueva Guinea, al nordeste de Australia y diversas islas de la Polinesia.

ECOLOGÍA DE LA SELVA

La principal característica ecológica de las selvas tropicales es la gran biodiversidad. Se estima que casi la mitad de todas las especies de seres vivos del planeta habitan en las selvas.

Este bioma goza de una actividad trepidante, donde casi todo está a la vista. Prácticamente no hay nada que esté bajo tierra –como es el caso de los bosques-; la selva vive del suelo hacia arriba.

La competencia por la luz provoca un «estiramiento» de la vegetación hacia las partes altas, donde llega la luz del sol. Este hecho implica una clara estratificación de la vegetación. La gran cantidad de biomasa en forma de madera, hojas y otros restos vegetales, se regenera continuamente, de forma que alimenta una muchedumbre de organismos descomponedores.

Los nutrientes que resultan de los procesos de descomposición no permanecen demasiado tiempo en el suelo a causa de las frecuentes y abundantes lluvias, que lavan de manera brusca el suelo de la selva. La mayor parte de los nutrientes son rápidamente incorporados por los seres vivos, que los introducen nuevamente al ciclo ecológico.

LAS POBLACIONES INDÍGENAS DE LA SELVA

Las selvas no son lugares fáciles de poblar por la especie humana, ya que dominan los hábitats arborícolas de las altas copas de los árboles, por lo que el acceso es difícil. A pesar de ello, en gran parte de las selvas de la tierra existen poblaciones humanas reducidas, que han sabido adaptarse a las especiales condiciones de vida de este bioma. Normalmente se trata de pequeñas poblaciones, con una tecnología muy reducida y que basan su supervivencia en la caza y la recolección de los recursos del medio.

El principal problema ambiental que existe hoy día en la selva, y uno de los más relevantes de todo el planeta, es la deforestación, es decir, la destrucción de la masa forestal selvática. Esta destrucción, ya sea a causa del fuego o por la tala de árboles, provoca un claro retroceso de la superficie de este bioma en todo el mundo y su progresiva sustitución por terrenos agrícolas o de pasto. Pero lo más grave de esta devastación forestal, es que genera la destrucción de los hábitats selváticos y la consiguiente reducción de la biodiversidad de su población vegetal y animal.

LA VEGETACIÓN

Los árboles de la selva, en su lucha por obtener la energía solar y la capacidad para alcanzar grandes alturas, determinan la complejidad de ambientes y la diversidad de nichos ecológicos de este bioma. La misma diversidad de especies de árboles presentes en la selva, ya es, de por sí, inmensa, pero además, son uno de los principales responsables de la diversidad de otros organismos vivos.

La vida general de las selvas tropicales se estructura en diferentes estratos en función de la luz, que se concentra prácticamente toda en la parte superior de las copas de los árboles más altos. Por debajo de este estrato de vegetación, en el interior de la selva, existen condiciones de penumbra continua. Así, las plantas que viven a ras de suelo, han de estar muy bien adaptadas a las condiciones de falta de luz.

Asimismo, existe una parte importante de la vegetación de la selva que se compone de plantas epifitas y de lianas, que también representan una parte característica y muy abundante de la población vegetal selvática. Estas plantas emplean los troncos de los árboles, sin causarles ningún perjuicio, como soporte para lograr llegar donde hay luz, para poder llevar a cabo la fotosíntesis.

LA FAUNA

Como consecuencia de la abundancia de hábitat y recursos que ofrece la vegetación, no es nada sorprendente que la fauna tenga también una gran diversidad y un nivel altísimo de especialización a la hora de ocupar cada nicho ecológico existente en la selva.

La riqueza faunística comienza a ras de suelo, en la fauna edáfica, o fauna de suelo, encargada de descomponer la gran cantidad de biomasa que llega. Además, la elevada humedad ambiental permite que los animales sin pelo y los que habitan en aguas dulces (sanguijuelas, ranas…) puedan sobrevivir fácilmente en el medio terrestre. La reducción del tamaño corporal es otro de los

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