Agronomia Y Medio Ambiente

Agronomía y Medio ambiente ¿Un siglo de evoluciones?

La agronomía, concebida como profesión y campo de conocimiento, surgió a mediados del siglo XIX, como una disciplina cuyo objeto de trabajo es la agricultura y la ganadería. Uno de sus propósitos centrales ha sido el incremento de la productividad y el mejoramiento del nivel de vida de la población rural.

En México la agronomía surgió de un proyecto educativo, se legitimó profesionalmente dentro de un producto político nacionalista después de la revolución mexicana y se consolido como la “Revolución verde”.

La revolución verde son los cambios que sucedieron a causa de la tecnología moderna. La tecnología permitió descubrir sustancias sintéticas artificiales a hasta antes que no se tenía conocimientos sobre ellos en la naturaleza, unos ejemplos son los agroquímicos (plaguicidas, fertilizantes, herbicidas, etc.). Sin embargo esto se fue complicando sobre el deterioro y contaminación de los recursos naturales que genero dicho modelo de producción agropecuario.

El desarrollo sostenible aspiro a conciliar la protección al medio ambiente con el desarrollo social y crecimiento económico, al surgimiento de esta aspiración se le ha llamado la nueva revolución.

En México comenzó a institucionalizarse la agronomía cuando el colegio nacional de agricultura y veterinaria abrió la carrera de ingeniero agrónomo en 1883. La agronomía fue severamente criticada en sus orígenes y tuvo problemas de matrícula, en pleno periodo porfirista, hubo años, entre 1893 y 1906 en que ningún agrónomo termino la carrera, debido a que sus clientes potenciales, sentían desconfianza hacia los jóvenes egresados y se quejaban de que exigían salarios muy altos. Desde ese entonces se señaló que el país no necesitaba ingenieros agrónomos y que era suficiente con formar gentes mediante ilustradas que no exigieran a un salario alto.

Los agrónomos colaboraron muy de cerca en la reforma agraria a través de la creación de ejidos y reparto de tierra, así como en la organización de los campesinos. También se formaron las Escuelas Normales Rurales. En 1921 se creó la tercera escuela de agronomía en el país la “Escuela superior de agricultura Antonio Narro”. Sin embargo, al inicio de la década de los treintas el panorama era desalentador, ya que ni las Escuelas Normales Rurales ni las Escuelas Centrales Agrícolas tenían suficiente demanda, estas escuelas se transformaron en Escuelas Regionales Campesinas. De 1946 a 1986 el trabajo de los agrónomos se enfocó en el aumento en productividad de las extensiones de terreno abiertas al riego.

En 1988 en este periodo la profesión agronómica evoluciono de tal manera que su mayor logro tecnológico tuvo poco valor para la reafirmación de sus reivindicaciones nacionales. El aumento en la producción agropecuaria se planteaba como un detonante del desarrollo rural, aunque pronto las contradicciones entre la agricultura tecnificada y la agricultura campesina comenzaron a hacer evidente que esto no era así. El periodo que va desde 1945 a 1970 marca el inicio y consolidación basado en las expectativas del estado que fue el que se constituyó como el principal empleador de los agrónomos, el principal referente de los currículos profesionales y el principal orientador de la investigación agropecuaria.

El desarrollo agrícola obtenido a partir de los 40’s fue desigual, para 1960 la mayoría de los agricultores seguían aplicando la tecnología tradicional. Durante el sexenio de Díaz Ordaz el PIB agropecuario sufrió un importante disminución en su tasa de crecimiento anual. En este periodo la percepción pública de la crisis agrícola se propuso gracias a la inyección artificial de insumos y recursos derivados del petróleo, que enmascararon una grave descapitalización en el campo. Los insumos (semillas, fertilizantes, agroquímicos, combustibles, energía eléctrica y maquinaria) formaban parte de paquetes tecnológicos fuertemente subsidiados. La mayor parte del financiamiento provenía de

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