Asma infantil caracteristicas y manifestaciones

ASMA INFANTIL FACTORES E INCIDENCIA

INTRODUCCIÓN

El asma bronquial es una enfermedad crónica no transmisible, caracterizada por episodios recurrentes de obstrucción del flujo aéreo que cede espontáneamente o con medicación, y en la que puede alternarse la ausencia de síntomas clínicos durante períodos prolongados, como expresión de etapas quiescentes de un proceso repetido y persistente.

 Se reconoce su naturaleza heterogénea y de difícil clasificación, en la que intervienen múltiples causas y mecanismos fisiopatológicos que incluyen la participación de muchos elementos celulares y mediadores químicos, los cuales provocan un estrechamiento difuso de las vías aéreas, consecuente a un espasmo de la musculatura lisa bronquial, unido a una hipersecreción de moco y edema de la mucosa.

 La disnea, sibilancia, tos y opresión torácica constituyen manifestaciones de los cambios fisiopatológicos, que evolucionan con crisis de agudización en respuesta a estímulos inmunológicos (alérgenos) y no inmunológicos (frío, ejercicio, emociones y otros) y que se pueden detectar por el descenso de los flujos pulmonares, identificados por medio de pruebas funcionales respiratorias que representan un obligado elemento para diagnosticar la enfermedad.

En la fisiopatología de los trastornos obstructivos de las vías aérea, se encuentra una enfermedad que afecta a un gran número de personas y su incidencia a nivel mundial es significativa, siendo así como referencia a los datos en el libro de Porht sobre el año 2001, “se estimó que 20,3 millones de estadounidenses fueron diagnosticados por esta enfermedad la cual 6,3 millones de ellos fueron niños”.

Siendo una de las tantas enfermedades de las vías aéreas, el asma como enfermedad crónica, se define como el trastorno inflamatorio de las vías aéreas que puede ser desencadenada por diferentes motivos, pero mayormente para que la persona pueda presentar la enfermedad tenga una predisposición genética (atopia) y los factores ambientales que puedan estar presentes en su entorno y conlleven a la reacción broncoespástica de las células lisas.

Las personas que lo padecen, deben tener un control a su entorno sobre los factores que pueden desencadenar una crisis asmática, esto se ve principalmente en niños, los cuales son la mayor parte afectada, por la calidad de vida en la que se encuentran por el ausentismo escolar como laboral por parte de los padres y elevados costos sanitarios por consultas a emergencia y hospitalizaciones.

Como se explicó que la predisposición genética (atopia) más los estímulos ambientales pueden llevar a la crisis asmática, esto se explica por el desempeño de células y elementos celulares tales como: los mastocitos los cuales cumplan un papel importante y se encargan de la síntesis de histamina (sustancia que está involucrada en la respuesta alérgica), eosinofilos, linfocitos T (Th1 y Th2) y las células epiteliales. En la fisiopatología los factores ambientales (virus, alérgenos y exposición laboral) pueden ser desencadenados por distintos estímulos los cuales normalmente no provocan síntomas aparentes. También tener en cuenta que el asma inicia en la niñez o en la adolescencia y están presente las manifestaciones de sibilancias esporádicas, sensación de opresión en el tórax, disnea y tos con frecuencia,  como puede presentarse crisis en horas de la noche o de la madrugada.

Se dividen en dos: los Broncoespáticos e inflamatorios. Broncoespáticos se pueden desencadenar por el aire frio, el humo del cigarrillo, el ejercicio (el cual no se sabe a ciencia cierta su papel en el asma para que ocurra una crisis) y los trastornos emocionales. Los inflamatorios ejercen efectos mediante la respuesta inflamatoria provocando susceptible a las vías aéreas que se tornan hipersensibles a estímulos alérgicos y no alérgicos.

El asma presenta una fase aguda y una tardía, en la fase aguda ocurre a la exposición de un antígeno o mejor dicho a un irritante. Por el cual el mastocito por la liberación de mediadores químicos cubiertos de IgE  lleva a una broncoconstricción inmediata. Los síntomas de la fase aguda se presentan a partir de los 10 a 20 minutos después de la exposición del irritante o el antígeno inhalado. Hay edema de la mucosa, por aumento de la permeabilidad vascular e incremento de la secreción de moco.

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