BIOLOGIA ALQUILER DE UTERO

LOS PROBLEMAS DE ALQUILER DE VIENTRE

Uno de los casos más resonantes de alquiler de vientre fue el de "Baby M", en 1985. El matrimonio Stern contrató a Mary Whithead para la gestación de un bebé, por inseminación artificial con semen del señor Stern. En el contrato la madre portadora se obligaba a no entablar una relación materno-filial con el bebé y a abortar si los test mostraban sin dudas anomalías en el feto.

El 27 de marzo de 1986 nació "Baby M", pero Mary, la madre portadora, dueña del óvulo, se negó a entregarla y su esposo la reconoció como hija suya. Mary aducía no poder desprenderse de la criatura. Un juez de New Jersey dio la nena a los Stern y determinó que el contrato era válido y debía cumplirse.

El tribunal de apelaciones revocó esa decisión, pero le dejó la nena a los Stern alegando que le podían dar un hogar con mejores condiciones socioeconómicas. Luego de 10 años, la Corte estadounidense finalmente reconoció a Mary como mamá biológica con derecho de visita. Es decir,mamá pero no tanto�.

¿Cómo definir la maternidad sustituta? La abogada María E. Cano ha hecho un profundo análisis del tema. Cita un informe de un comité de 15 miembros presidido por la filosofa de Cambridge Mary Warnock, en 1984. Ese informe dice que la maternidad sustituta es la práctica mediante la cual una mujer gesta en su vientre una criatura para otra mujer: se lo entregará después del nacimiento.

¿Cómo se logra?

• Una opción es que la pareja que alquila el vientre aporte el óvulo y el espermatozoide. Formado el embrión, la madre suplente lo recibe para llevar la gestación hasta el nacimiento.

• Otra posibilidad es que la madre sustituta aporte el óvulo, que puede ser inseminado con el semen del varón de la pareja contratante o de un tercero anónimo o conocido.

• Y una tercera alternativa: óvulo y esperma son aportados por personas ajenas a la pareja que contrata y a la madre sustituta.

Siempre se usa la fecundación in vitro: el embrión es implantado en la mujer portadora.

Una vez nacido, la mamá sustituta cede al bebé y renuncia a sus derechos de madre. Entonces la mujer de la pareja contratante adopta a la criatura.

La situaciones pueden llegar a ser de gran complejidad al punto de existirtres madres: si el óvulo lo aportó la mujer que contrata, es mamá genética; otra mamá es la que llevó el embarazo; pero habrá una tercera si fue una desconocida la que dio el óvulo.

Las razones por las cuales una pareja decide alquilar el útero de otra mujer son múltiples. Puede ser una pareja estéril o personas que no quieren que el embarazo interfiera su carrera profesional o que prefieren evitar los trastornos físicos. A veces un familiar se ofrece como mamá sustituta.

Quien presta su útero lo hace en la mayoría de los casos por plata, aunque son frecuentes los cambios de opinión.

La madre es la que parió, decían los antiguos romanos. Y la ley argentina les hace caso. El Código Civil establece que la maternidad quedará establecida, aún en caso de no mediar reconocimiento expreso, por la prueba del nacimiento.

Pero ¿qué pasa cuando la mujer que parió no fue la que aportó el óvulo? Pues la ley civil dice que los padres biológicos podrán impugnar la maternidad en calidad de "terceros interesados".

Repasando: en los tribunales, la mamá que alquiló su útero es la mamá. La mujer que contrató el alquiler es "tercera interesada". Esto último significa que puede tomar posición en un juicio.

¿Y qué pasa con la paternidad? Si la mamá sustituta es casada, decide no entregar al chico y lo inscribe como propio, se presume que su marido es el padre. Pero si el marido de la mamá sustituta no quiere al hijo contratado, puede impugnar su paternidad probando que el aporte masculino que permitió la fecundación no fue suyo.

Otra situación complicada es cuando la mujer que contrata aporta su óvulo pero el esperma no es de su marido sino del marido de la mujer que alquila el útero. En este caso, la mamá es la portadora, y se presume papá a su marido, quien además es padre biológico porque dio su esperma. ¿Puede la madre contratante que dio su óvulo, es decir que es madre biológica, impugnar la maternidad de la portadora? Sí, y la madre portadora será "tercera interesada".

El hijo podrá rechazar en todo tiempo la maternidad por parto y reclamar la genética.

Está claro que los nacidos con estas técnicas padecerán el problema de no poder establecer con claridad quiénes son sus padres. Lo que aparece en juego es el derecho personalísimo a la identidad, a conocer la verdadera procedencia genética.

En la Argentina un contrato de alquiler de vientre sería nulo pues su fin (entregar una criatura), es inmoral. Tampoco es válida la renuncia a la patria potestad que debe hacer la madre sustituta anticipadamente, porque la patria potestad es indisponible e irrenunciable.

Pero el alquiler de vientre se puede dar igual, sin contrato.

REALIDADES DEL ALQUILER DE UTERO

El alquiler de vientre en la Argentina no está prohibido. Si alguien encuentra una mujer que quiere ser subrogada (alquilar su vientre) y una pareja que lo necesita, al no haber ley puede hacerlo. Pero, al no haber ley, no hay protección.

Si la subrogada decide quedarse con el niño puede hacerlo ya que, para la ley argentina, la madre es la del parto. Entonces, esa pareja va al juez y este otorga la maternidad a esa mujer que llevó el niño en su útero y lo parió.

En otros países se prioriza y respeta por ley el convenio y, por lo tanto, los participantes firman un contrato. En caso de conflicto, el hijo es de la pareja que deseó tenerlo y no de la madre portadora durante el embarazo.

¿Está bien o está mal?

Más allá de aprobarlo o no, es una realidad que abarca casos de agenesia de útero, histerectomía y embarazo tóxico. Por los estudios realizados, que coinciden con los de otros países, sabemos que si se cuida bien a todos los participantes este método permite formar familias que no tendrán más conflictos que las armadas en forma espontánea.

De todos modos, siempre recomendamos apoyo psicológico antes, durante

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