Biologia Ll
Enviado por juve2997 • 17 de Febrero de 2014 • 432 Palabras (2 Páginas) • 243 Visitas
La complejidad de la sociedad contemporánea y la especialización que requiere el trabajo
extienden la condición abstracta del obrero a otros grupos sociales. Vivimos en un mundo de
técnicos, se dice. A pesar de las diferencias de salarios y de nivel de vida, la situación de estos
técnicos no difiere esencialmente de la de los obreros: también son asalariados y tampoco tienen
conciencia de la obra que realizan. El gobierno de los técnicos, ideal de la sociedad contemporánea,
sería así el gobierno de los instrumentos. La función sustituiría al fin; el medio, al creador. La
sociedad marcharía con eficacia, pero sin rumbo. Y la repetición del mismo gesto, distintiva de la
máquina, llevaría a una forma desconocida de la inmovilidad: la del mecanismo que avanza de
ninguna parte hacia ningún lado.
Los regímenes totalitarios no han hecho sino extender y generalizar, por medio de la fuerza o de
la propaganda, esta condición. Todos los hombres sometidos a su imperio la padecen. En cierto
sentido se trata de una transposición a la esfera social y política de los sistemas económicos del
capitalismo. La producción en masa se logra a través de la confección de piezas sueltas que luego se
unen en talleres especiales. La propaganda y la acción política totalitaria —así como el terror y la
represión— obedecen al mismo sistema. La propaganda difunde verdades incompletas, en serie y
por piezas sueltas. Más tarde esos fragmentos se organizan y se convierten en teorías políticas,
verdades absolutas para las masas. El terror obedece al mismo principio. La persecución comienza
contra grupos aislados —razas, clases, disidentes, sospechosos—, hasta que gradualmente alcanza a
todos. Al iniciarse, una parte del pueblo contempla con indiferencia el exterminio de otros grupos
sociales o contribuye a su persecución, pues se exasperan los odios internos. Todos se vuelven
cómplices y el sentimiento de culpa se extiende a toda la sociedad. El terror se generaliza: ya no hay
sino persecutores y perseguidos. El persecutor, por otra parte, se transforma muy fácilmente en
perseguido. Basta
...