Borrador de ensayo Marketing

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1. El consumo como problemática

El consumir es una operación cotidiana e imprescindible, que esta ligada a la reproducción material pero de igual a la espiritual (cognitiva, emocional y sensorial)

Ahora la pregunta es: ¿si es una operación cotidiana e imperdible, por que es sometida a menudo por enojo escrutinio moral?

Elaborar un discurso critico sobre esta actividad de reproducción y expansión del individuo no puede reducirse a interpelarla como deseo ( es decir un impulso que supera el uso necesario e instrumental), para, calcificar ese deseo como una patrología o desviación. Si se realiza solo esa operación no se comprenden las dinámicas sociales del consumo en su compleja relación con la subjetividad del individuo por la incertidumbre de vivir en sociedades neoliberales del capitalismo globalizado.

La critica debería provenir de la crítica interna del consumidor hacía ese deseo, que muestre cómo lo agobia, esclaviza o fragmenta.

Sólo después de hacer esa separación es posible hacer la crítica externa del consumo. Que prácticamente consiste en elevar otros deseos desplazados por la instalación del consumo.

Auto retrato de un consumidor obsesivo

El autor del libro hace referencia que el es un consumidor obsesivo y vicioso, lo cual lo plantea como seguir sus placeres los cuales se encuentra en la comida y librerías, en estas circunstancia el individuo en cuestión confianza que no le preocupa la moral religiosa de austeridad. Si no lo que le preocupa es su propia relación con el consumo y el dinero.

¿Qué significa que el consumo se instale como placer?

Tras una larga costumbre analítica, basada prácticamente en los principios de la moral cristiana del autocontrol, ha considerado al consumo solamente del punto de vista de la necesidad.

Weber mostró la vinculación del austerísimo puritano con la emergencia del capitalismo. Para hacer una análisis mas profundo mostraremos que la ética de la caridad solidaria, posibilitada por un control de sí mismo de inspiración religiosa, ha instalado una cierta idea-fuerza sobre el consumo. La actividad de consumir solamente se justifica moralmente cuando es necesidad y se considera un despilfarro cuando es goce.

Pero esta crítica alcanza su punto culminante con el filósofo y sicólogo judío Herbert Marcuse.

Pero hoy es privación esa visión que estigmatiza y crítica sin piedad la relación entre deseo, placer con el consumo.

Si bien es necesidad del sistema la transformación del consumo en goce, también realiza

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