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Cancer Del Pulmon

juanlandaeta29 de Octubre de 2014

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Signos y síntomas

Las personas con cáncer de pulmón pueden experimentar los siguientes síntomas o signos. A veces, las personas con cáncer de pulmón no muestran ninguno de estos síntomas. O bien, estos síntomas pueden producirse por otra afección médica que no sea cáncer.

Fatiga

Tos

Falta de aliento

Dolor en el tórax, si un tumor se disemina a la membrana que recubre el pulmón o a otras partes del cuerpo cerca de los pulmones

Pérdida del apetito

Tos con flema o moco

Tos con sangre

Si le preocupan uno o más signos o síntomas de esta lista, hable con el médico. El médico le preguntará desde cuándo y con qué frecuencia ha tenido los síntomas, entre otras preguntas. Esto es para averiguar cuál es la causa del problema, es decir, el diagnóstico.

El cáncer de pulmón en personas que no presentan síntomas se puede observar en una radiografía de tórax o una exploración por CT que se realice por algún otro motivo, como para verificar la presencia de una enfermedad cardíaca. En la mayoría de las personas con cáncer de pulmón el diagnóstico se hace cuando el tumor crece, ocupa espacio o comienza a causar problemas con partes del cuerpo cerca de los pulmones. Un tumor de pulmón también puede producir líquido que se puede acumular en el pulmón o en el espacio alrededor de este, o puede empujar el aire fuera de los pulmones y hacer que este colapse. Esto impide que el oxígeno ingrese al cuerpo y que el dióxido de carbono salga del cuerpo al obstaculizar el flujo de aire en los pulmones u ocupar por completo el espacio que normalmente se requiere para que el oxígeno ingrese y el dióxido de carbono salga del pulmón.

Si bien el cáncer de pulmón puede diseminarse a cualquier lugar del cuerpo mediante un proceso denominado metástasis, con mayor frecuencia se disemina a los ganglios linfáticos, otras partes de los pulmones, los huesos, el cerebro, el hígado y las estructuras cercanas a los riñones denominadas glándulas suprarrenales. Las metástasis del cáncer de pulmón puede provocar problemas respiratorios adicionales, dolor en los huesos, dolor abdominal o de espalda, dolor de cabeza, debilidad, convulsiones y/o dificultad para hablar. En raras ocasiones, un tumor de pulmón puede liberar hormonas que causen problemas como la reducción de los niveles de sodio o el aumento de los niveles de calcio en la sangre.

Los síntomas como la fatiga, sentirse raro o no sentirse bien y la pérdida del apetito no necesariamente son provocados por las metástasis. El cáncer en cualquier parte del cuerpo puede provocar que una persona no se sienta bien en general. La pérdida del apetito puede provocar pérdida de peso. La fatiga y la debilidad pueden empeorar aún más la capacidad de una persona para respirar.

Si se diagnostica cáncer, el alivio de los síntomas sigue siendo un aspecto importante de la atención y del tratamiento del cáncer. Esto también puede denominarse manejo de los síntomas, cuidados paliativos o atención médica de apoyo. Asegúrese de hablar con su equipo de atención de la salud sobre los síntomas que experimenta, entre ellos cualquier síntoma nuevo o un cambio en los síntomas.

Diagnóstico

Los médicos utilizan muchas pruebas para diagnosticar el cáncer y averiguar si este se ha diseminado desde el pulmón. Algunas pruebas también pueden determinar qué tratamientos pueden ser los más eficaces. Una biopsia es la única forma de realizar un diagnóstico definitivo de cáncer de pulmón. Las pruebas por imágenes se pueden usar para averiguar si el cáncer se ha diseminado, pero nunca se pueden usar solas para diagnosticar el cáncer de pulmón. Esta lista describe opciones para el diagnóstico de este tipo de cáncer, y no todas las pruebas mencionadas se utilizarán para todas las personas. Es posible que el médico considere estos factores al elegir una prueba de diagnóstico:

Tamaño, localización y tipo de cáncer que se sospecha

Edad y afección médica

Signos y síntomas

Resultados de pruebas anteriores

Además del examen físico, se pueden utilizar las siguientes pruebas para diagnosticar el cáncer de pulmón y determinar su estadio:

Biopsia (en inglés). Una biopsia es la extirpación de una pequeña cantidad de tejido para su examen con microscopio. En años recientes, los médicos han aprendido que es útil tener una muestra más grande de tumor para determinar el subtipo de NSCLC y realizar pruebas moleculares adicionales (consulte a continuación). Si no se extirpa una cantidad suficiente del tumor para realizar estas pruebas, posiblemente se necesite otra biopsia. El patólogo analiza la muestra que se extirpó durante la biopsia. Un patólogo es un médico que se especializa en interpretar análisis de laboratorio y evaluar células, tejidos y órganos para diagnosticar enfermedades. Si se encuentran células cancerosas, el patólogo determinará si se trata de un cáncer de pulmón de células pequeñas o de un NSCLC, en función del aspecto que presenten cuando se observen con el microscopio.

Pruebas moleculares del tumor. Es posible que el médico recomiende realizar análisis de laboratorio en una muestra tumoral, a fin de identificar genes específicos, proteínas y otros factores específicos del tumor. En un tumor de pulmón existen diversos genes que pueden modificarse, lo que se denomina mutaciones, las cuales pueden ayudar a que el cáncer crezca y se disemine. Estas mutaciones que se encuentran en el tumor y no en las células normales del cuerpo, por lo que no se heredan ni se transmiten a los hijos. Las mutaciones que se sabe que contribuyen al crecimiento del cáncer generalmente se producen en uno o más de diversos genes, entre ellos el receptor del factor de crecimiento epidérmico (epidermal growth factor receptor, EGFR), el gen ALK, el gen KRAS, el gen BRAF y el receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (human epidermal growth factor receptor 2, HER2). Los resultados de las pruebas para la detección de estas mutaciones ayudan a decidir si sus opciones de tratamiento incluyen un tipo de tratamiento denominado terapia dirigida, que puede estar dirigida a mutaciones específicas (consulte Opciones de tratamiento). Es mucho más probable que las mutaciones para las cuales existen las terapias dirigidas se produzcan en pacientes con el tipo adenocarcinoma de cáncer de pulmón y en pacientes que nunca han fumado.

A continuación, se enumeran más procedimientos que los médicos usan para recolectar tejido para el diagnóstico y la determinación del estadio del cáncer de pulmón:

Citología del esputo. Si se sospecha la presencia de cáncer de pulmón, el médico puede pedirle a una persona que expectore para examinar la flema con un microscopio. Un patólogo puede encontrar células cancerosas mezcladas en el moco. No obstante, la citología del esputo proporciona una menor cantidad de tejido que el necesario para diagnosticar completamente el cáncer de pulmón y realizar pruebas moleculares (consulte arriba).

Broncoscopia. En este procedimiento, el médico pasa un tubo delgado y flexible con una luz en el extremo a través de la boca o la nariz, a lo largo de la tráquea y dentro de las vías respiratorias de los pulmones. Un cirujano o un neumólogo pueden realizar este procedimiento. Un neumólogo es un médico especialista en el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad pulmonar. El tubo permite que el médico vea el interior de los pulmones. Unos pequeños instrumentos dentro del tubo pueden extraer muestras de tejido o líquido para que el patólogo pueda examinarlas. Los pacientes reciben anestesia leve durante la broncoscopia. La anestesia es un medicamento para bloquear la conciencia del dolor.

Aspiración con aguja/biopsia profunda. Después de anestesiar la piel, un radiólogo especialista, denominado radiólogo intervencionista, extirpa una muestra del tumor de pulmón para realizar pruebas. Esto se puede realizar con una aguja más pequeña o más grande en función del tamaño de la muestra que se necesita. El médico emplea la aguja para extirpar una muestra de tejido a fin de realizar pruebas. A menudo, el radiólogo usa una exploración por CT de tórax o un equipo de rayos X especial denominado fluoroscopio para guiar la aguja. En general, una biopsia profunda proporciona más tejido que una aspiración con aguja, el cual se necesita para el diagnóstico y las pruebas moleculares (consulte arriba).

Toracentesis. Después de adormecer la piel del pecho, se inserta una aguja a través de la pared del tórax en el espacio entre el pulmón y la pared torácica donde se puede acumular líquido. Se extirpa el líquido, y luego el patólogo lo examina para detectar la presencia de células cancerosas.

Toracotomía. Este procedimiento se lleva a cabo en un quirófano, y el paciente recibe anestesia general. Un cirujano realiza una incisión en el tórax, examina el pulmón de forma directa y extrae muestras de tejido para analizarlas. La toracotomía es el procedimiento que los cirujanos realizan con mayor frecuencia para extirpar un tumor de pulmón en su totalidad.

Toracoscopia. A través de un pequeño corte en la piel de la pared torácica, un cirujano puede insertar un instrumento especial y una pequeña cámara de video para examinar el interior del pulmón. Los pacientes necesitan anestesia general para este procedimiento, pero el tiempo de recuperación puede ser menor con una toracoscopia debido a que se hacen incisiones más

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