Cazadores De Microbios Capitulo I
abdi26049 de Septiembre de 2013
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Capítulo II
Hace doscientos cincuenta años que un hombre humilde, llamado Leeuwenhoek, se asomó por vez primera a un mundo nuevo y misterioso poblado por millares de Diferentes especies de seres diminutos, algunos muy feroces y mortíferos, otros útiles y benéficos, e, incluso, muchos cuyo hallazgo ha sido más importantísimo para la Humanidad que el descubrimiento de cualquier continente . si un joven tenia de paperas preguntaba a su padre cuál era la causa de este mal, no cabe duda que el padre le contestaba: El enfermo está poseído por el espíritu maligno de las paperas. Esta explicación distaba de ser no ser real, pero debía aceptarse sin mayores indagaciones, por temor a recibir unos golpes o a ser desterrado de casa por el atrevimiento de poner en tela de juicio la ciencia paterna. El padre era la autoridad asi creció Leeuwenhoek.mas tarde Leeuwenhoek trabajo en las tiendas de óptica el cual aprendió los rudimentos necesarios para tallar lentes; frecuentó el trato con alquimistas y boticarios, de los que observó sus métodos secretos para obtener metales de los minerales, y empezó a iniciarse en el arte de los orfebres. Era un hombre de lo más quisquilloso; no le bastaba con que sus lentes igualaran a las mejor trabajadas en Holanda, sino que tenía que superarlas; y aun luego de conseguirlo se pasaba horas y horas. Leeuwenhoek era muy observador Miraba y volvia a mirar, una y cien veces, este aguijón de abeja o aquella pata de piojo Así podía volver a examinar los primeros especímenes y confrontar cuidadosamente el resultado de las nuevas observaciones Leeuwenhoek era un observador maniático hasta que un dia en una tarde lluviosa lavó cuidadosamente un vaso, lo secó y lo puso debajo del canalón del tejado; tomó una gotita en uno de sus tubos capilares y corrió a examinarla bajo el microscopio... ¡Sí! Allí se encontraban nadando unos cuantos bichejos... y descubrió que aquellos bichejos como los llamaba el ahí estaban de nuevo, asi que experimento de nuevo con agua limpia y la dejo ahí por días hasta que al 4 día volvieron a estar ahí esos bichejos con la conclusión que esos bichos aparecían ahí y que no caian del cielo Empezó a trajinar con pimienta seca; estornudaba, sudaba, sin conseguir granitos de pimienta lo suficientemente pequeños para poder examinarlos en el microscopio finalmente, pensó en remojar la pimienta durante varias semanas, al cabo de las cuales, con agujas muy finas, aisló una pizca de pimienta casi invisible observo un increíble número de animalillos de varias clases, que se movían fácil y desordenadamente de un lado a otro» Así fue como Leeuwenhoek se tropezó con un magnífico medio de cultivo para criar a sus nuevos y diminutos animalillos y asi nacía un ser humano que cambiaria el mundo de la ciencia pero Leeuwenhoek miraba mas alla de sus teorias y asi que mando una carta a la real sociedad que aquellos animalillos se encontraban en todas partes. Leeuwenhoek refirió a la Real Sociedad cómo hasta en su propia boca había encontrado una multitud de aquellos seres subvisibles, y que podían morir con el agua caliente, asi paso hasta que la Real Sociedad después de no creerle a Leeuwenhoek llego un dia en que alfin le creyeron y aparte de Robert Boyle e Isaac Newton, fue el más famoso de los miembros de aquella institución. Y Leeuwenhoek nunca perdio la cabeza con tanta fama eso si fue un hombre muy desconfiando y quien no, si había echos su vida en esos microscopios y años de investigación para llegar a ese lugar, los maestros, alumnos y demás personas, sus investigaciones fueron de mucha ayuda, Así fue el primer cazador de microbios. En 1723, a la edad de noventa y un años, en su lecho de muerte llamó a su amigo Hoogvliet. No pudo alzar la mano; sus ojos, antes llenos de animación ya sus ojos se cerraban llamo a un amigo para que tradujera unas cartas, que veremos en el capitulo siguiente…
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