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Conociendo la fauna de los poros del suelo

pedrito_manzoTrabajo6 de Noviembre de 2012

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CONOCIENDO LA FAUNA DE LOS POROS DEL SUELO.

Ese material de color café o a veces amarillento, que llamamos tierra y que encontramos sustentando las plantas en nuestros parques y jardines, en bosques, estepas y en la gran mayoría de los ecosistemas terrestres, es lo que geólogos, ecólogos y agrónomos prefieren llamar suelos.

Los suelos están formados por conjuntos de pequeñas partículas minerales, producto de la descomposición de las rocas, a los que se vienen a sumar vegetales, animales y los productos de su descomposición. Los suelos son sistemas porosos, en cuya superficie y en su propio espesor vive una abundante fauna, que conforma un complejo de interacciones. Esta fauna, en conjunto con el juego de los otros factores, como la ñora, composición química, microorganismos y un clima particular, va estructurando el suelo y conformando un sistema estable, de gran diversidad biológica y características propias según el lugar en que se encuentre.

En el espesor del suelo pueden encontrarse elementos faunísticos grandes, visibles a simple vista, tales como lombrices o roedores y reptiles fosoriales, que son capaces de construir sus propias cuevas para vivir allí. Sin embargo en esta guía no nos referiremos a ese tipo de fauna, sino que a otra, bastante poco conocida en general, que es tan pequeña como para poder vivir entre las partículas del suelo, en los pequeños canalículos o fisuras que se encuentran en él y que en general presenta tamaños que raramente exceden de 1 mm, la fauna edáfica.

A su vez hay dos tipos de fauna de suelo intersticial, uno de los cuales vive en el agua del suelo que está llenando los intersticios finos y formando películas alrededor de las partículas; es la fauna hidrobionte. El segundo tipo es la fauna que vive en los poros del suelo, caminando, comiendo y reproduciéndose en contacto con el aire que éste presenta, y que se conoce como fauna aerobionte o atmobionte. El estudio de cada uno de estos grandes tipos de fauna requiere técnicas de recolección y observación especiales.

La presente guía se refiere exclusivamente al trabajo con la fauna edáfica aerobionte, conformada en su gran mayoría por pequeños artrópodos (Figura 1). Proponemos esta fauna como un material útil para demostraciones docentes en zoología o ecología, por sus grandes ventajas, entre las cuales está su ubicuidad, es decir que está presente en prácticamente todos los tipos de suelos, especialmente los asociados a algún tipo de vegetal y que además es posible obtenerla en todas las estaciones del año en grandes cantidades; de hecho la hemos encontrado en suelos desde lugares muy áridos, hasta los muy húmedos y fríos, incluyendo bajo la nieve.

Una de las dificultades actuales para utilizar los microartrópodos en trabajos docentes es la falta de bibliografía para identificación general de la fauna obtenida, a lo cual se suma un desconocimiento de los procedimientos para su obtención; es para facilitar ambos casos que se elaboró la presente guía, para que esté al alcance de profesores y alumnos, los que así podrán realizar sus propias observaciones y trabajos con fauna recolectada por ellos mismos.

Figura 1. Visión general de fauna del suelo aerobionte, extraída por el método del embudo de Berlese.

2. ¿CÓMO EXTRAER ESTA FAUNA?

Si bien hay muchos sistemas de extracción, recomendamos uno que es de fácil elaboración, bajo costo, y además bastante eficiente, que es el método del embudo de Berlese. Este es una trampa, que consta de una rejilla (aproximadamente de 2 mm de abertura) sobre la cual se pone una cantidad de suelo que se ha traído en bolsas de plástico, de un lugar de nuestra elección. La rejilla con la muestra de suelo se coloca sobre la parte ancha de un embudo, el que se mantiene vertical por medio de un trípode u otro sistema; en la parte angosta inferior del embudo se pone un tubo con un líquido fijador, en el cual se recibirá la fauna, mezclada con partículas de suelo. Si es posible se puede mejorar la eficiencia del método, poniendo una ampolleta encendida (40W) a unos 20 cm encima de la muestra de suelo. El funcionamiento de esta trampa se basa en que la pequeña fauna del suelo necesita elevada humedad para vivir y cuando el suelo empieza a secarse en la superficie, (por acción del calor de la ampolleta), entonces tiende a enterrarse para buscar más humedad. En el sistema descrito más arriba, al enterrarse la fauna no encuentra humedad, sino que cae por el embudo hasta el tubo de recolección. El líquido fijador, que recomendamos es el alcohol etílico de 75° con el que hemos tenido resultados favorables. Las muestras se dejan en el embudo por al menos durante 2 dias

En las figuras 2 y 2A se muestra un sistema de embudo de Berlese, del tipo usado por nosotros ; tienen 18 cm de diámetro en su parte ancha y ahí ponemos en las rejillas 200 cc de suelo (por ejemplo un vaso o una taza de té). El diámetro inferior del embudo es de unos 2 cm, en todo caso ese diámetro debe ser tal que el extremo angosto del embudo pueda caber dentro de la boca del tubo.

Figura 2. Embudo de Berlese. Para comenzar la extracción de fauna, se coloca la rejilla con la muestra de suelo en la boca ancha del embudo y un tubo con alcohol 75° en la boca inferior. Detrás se observa una serie de embudos para trabajos en serie.

Figura 2A Conjunto de embudos de Berlese, en proceso de extracción de fauna, con las ampolletas encendidas. La cubierta de género blanco es para que no entre polvo o insectos voladores del laboratorio a la muestra

Dependiendo de las facilidades del sitio en que se está aplicando, se podrá construir un sistema más sencillo, como sería, por ejemplo, hacer embudos de cartulina, o utilizar algún tipo de los de latón o plástico, como los que se encuentran en el comercio; el trípode lo podemos hacer de alambre grueso. La rejilla se puede comprar en ferretería por pedazos. Se aconseja hacer varios embudos, de modo de poder procesar varias muestras simultáneamente.

Terminada la extracción de fauna, se pone una etiqueta al tubo, para recordar sus datos y se tapa con un tapón, para guardarlo hasta que se decida examinar su contenido, cuidando que no se evapore todo el alcohol.

3. ESTUDIO DE LA FAUNA OBTENIDA EN LOS EMBUDOS DE BERLESE. GUIA PARA LA IDENTIFICACIÓN TAXONÓMICA

El estudio posterior de la fauna recogida es necesario hacerlo bajo una lupa binocular, observando todo el material de fauna obtenida en los tubos de los embudos de Berlese; este producto se vacia en placas de Petri, todo en alcohol de 75°; se busca luego bajo la lupa todos los elementos faunisticos, los cuales se deben separar de las partículas contaminantes de diversa índole. Los distintos individuos se pueden manipular para su observación por medio de agujas o alfileres montados en un mango apropiado; esto es necesario, para poder observar cada animal, en sus planos dorsales, ventrales y laterales.

Para responder a la pregunta de ¿a qué grupo zoológico pertenece el animalito que estoy mirando? se entrega a continuación una guia para uso de estudiantes y profesores, no especialistas en taxonomía animal, con la intención de facilitar la realización de trabajos prácticos utilizando la fauna del suelo. Por esta razón, para la discriminacion de los grupos zoológicos se ha preferido caracteres de facil observación, sobre aquellos otros de valor taxonómico o sistemático, en las que se basan las claves estrictas.

Después que Ud. ya haya determinado el grupo al que pertenecen los microartrópodos que colectó, tenga en cuenta que la presente clave lo lleva solo hasta niveles supraespecíficos elevados, tales como órdenes o subórdenes.

Recordemos que la jerarquía zoológica es como sigue, de mayor a menor:

PHYLLUM o TIPO (tal como Artrópodos o Vermes), los que agregan un conjunto de CLASES, (como Insecta o Arachnida ), las que agrupan ORDENES (como Díptera o Araneida ), los que agrupan FAMILIAS (como Plateremaeidae, si, todas terminan en idae) las que agrupan GENEROS (como Pheroliodes ), los que agrupan ESPECIES ( como Pheroliodes roblensis un ácaro Oribátido chileno que describimos hace tiempo).

Para continuar la clasificación de su animalito a Familias, géneros o especies, es necesario referirse a claves propias para cada grupo. En microartrópodos en general, este trabajo requiere la consulta a especialistas, los que están repartidos por el mundo. Depende el tamaño del grupo, los especialistas centran su trabajo en un orden o a veces en una familia; se trata en general de un trabajo difícil que para este tipo de fauna chilena está casi todo por hacer. Es así que la mayor parte de los estudios sobre microartrópodos chilenos han sido realizados por investigadores extranjeros y solo contamos en el pais con un muy reducido grupo de especialistas, para solo dos o tres taxa de entre los microartrópodos mencionados en la clave.

Se acompaña el texto de la clave zológica, con una serie de ilustraciones fotográficas de la mayoría de los taxa que se obtienen corrientemente en suelos chilenos, las que se pueden utilizar para comprobar si el diagnóstico al que se ha llegado mediante la clave, se parece a los ejemplares típicos del mismo grupo.

Antes de abordar la clave conviene saber que los grupos de microartrópodos más abundantes en la gran mayoría de los suelos, son los ACAROS, estos pequeños representantes de la clase arácnida que suelen constituir el 90% o más de todos los individuos encontrados en una muestra. En muestras húmedas, suelen

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