Construyendo mi destino con base en mis decisiones

Título:

Construyendo mi destino con base en mis decisiones

Introducción:

La juventud es un tiempo para sembrar, de acuerdo con lo que siembres será lo que recibas en tu cosecha: si siembras dedicación, esfuerzo y empeño tenaz, si además siembras con prudencia y cautela, cosecharás al cabo del tiempo necesario, ni más ni menos, largos tiempos de paz interior y de satisfacción y orgullo personal; si, por el contrario siembras pereza, irresponsabilidad, inconstancia, si siembras con impulsividad y ganas de adelantarte a la vida y vivirla toda de una vez, cosecharás el fracaso, los compromisos y consecuencias indeseables, falta de desarrollo y falta de oportunidades.

Desarrollo:

Ante el peor de los escenarios siempre puedes elegir, incluso puedes elegir no elegir, y que otros decidan por ti, pero esa también es una elección. Ahora bien, ¿cómo podemos saber lo que es correcto?, ¿qué hacemos cuando nos entre la duda sobre lo oportuno de nuestra decisión? La mayor parte del tiempo, sí sabemos qué es lo correcto, casi lo intuimos desde siempre, lo que nos hace dudar es el eterno dilema entre lo que parece fácil y lo que implica más trabajo, entre lo que nos gustaría o no imaginamos que podría ser y lo que la realidad nos indica que es, entre lo que impulsivamente me siento impelido a realizar por su atractivo natural y lo que se que aunque no se me antoje, me traerá paz y tranquilidad en el futuro.

Definitivamente en este proceso podemos cometer errores, equivocarnos o caer, es parte del proceso de aprendizaje que implica la vida. Sin embargo, como lo señala Mora (1995) “La equivocación acompañada del desánimo, conducen al fracaso; pero seguida de humildad y deseo de superación, lleva al éxito”. Todo depende, entonces, de la actitud con la enfrentes las situaciones que se te presentan. Los obstáculos y las dificultades se vencen con la determinación y la voluntad, dos cualidades que deberás cultivar en tu vida pues se constituyen en escudo protector ante las adversidades de la vida.

Conclusión:

La suerte” o “el destino”, o las prácticas, socialmente aceptadas, de revisar el “horóscopo” o “leer la suerte”. Nada de eso es determinante en tu vida, son tus acciones y decisiones las que marcan tu camino.

1.- Reflexiona y enlista las decisiones que tú has podido tomar sobre tu vida, a partir de que entraste a la pubertad – adolescencia (alrededor de los 12 años). Elabora un ensayo donde expliques qué cosas has podido decidir por ti mismo desde entonces, con mayor o menor respaldo de tus padres, y cómo han impactado estas decisiones en la vida que actualmente tienes.

Desde que entre a la pubertad he tenido que tomar algunas decisiones, las cuales algunas me favorecieron y lo siguen haciendo y otras que no fueron lo mejor. Tuve tomar la decisión de querer aprender a manejar a esa edad, decidir a qué secundaria ir, a partir de los 14 años decidí que ropa ponerme diariamente independientemente si no se veía bien, decidir si responderle a mi madre cuando recibía un regaño, decidí empezar a jugar futbol, en una ocasión decidí no estudiar para un examen, decidí ir a fiestas las cuales no tenía permiso, decidí hacer viajes con mi abuela fuera de mi ciudad, también decidí llevarme el coche de mi padre a una fiesta sin el consentimiento de mi padre, decidí no asistir a clases por flojera, decidí asistir a clases de batería.

2.- Elabora un escrito donde expliques cómo ha cambiado tu noción del concepto: conveniencia. Bajo este nuevo paradigma, revisa tus decisiones anteriores e identifica aquellas que no han sido “las más convenientes” y cómo actuarías ahora, considerando nueva información y nuevos aprendizajes. Del mismo modo, partiendo de este nuevo punto de vista, escribe ¿qué es lo que más te conviene

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