Derecho Fiscal
Nice15 de Febrero de 2013
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Índice
Introducción 3
Capitulo I. Antecedentes Históricos 4
1.1. Prehistoria 4
1.2. Roma 6
1.3. Edad Media 11
1.4. México (Antiguo, Conquista y Colonia) 17
Capitulo II. Nociones Generales del Derecho Tributario 19
2.1. Concepto de Derecho Tributario 19
2.2. Fuentes Formales del Derecho Tributario 21
2.3. Relaciones con Otras Ramas del Derecho 25
2.4. Autonomía del Derecho Tributario 27
Capitulo III. Actividad Financiera del Estado 28
3.1. Aspectos Generales 28
3.2. Momentos de la Actividad Financiera 30
3.3. Fines de la Actividad Financiera 31
3.4. Diferencias Entre la Actividad Estatal y Privada 32
Que Relación Tiene el Derecho Fiscal con la Constitución Política 33
Conclusión 35
Introducción
A través de la historia de la humanidad podemos observar cómo la imposición de tributos, concepto fundamental del Derecho Tributario, ha estado presente siempre en la vida cotidiana del hombre.
Un estudio excelente sobre el derecho tributario que regula las relaciones entre la Hacienda Pública y los particulares considerados como contribuyentes. Y es que el derecho tributario permite el equilibrio de las finanzas de un país cuando es aplicado correctamente, y la base contribuyente comprende claramente como se pagan los impuestos y no solamente se les exige el pago de sus obligaciones fiscales, si no se permite una muy clara presentación de las declaraciones.
Estudiar el derecho fiscal, nos permite un entendimiento de esta ciencia de las finanzas públicas para la comprensión de cómo funciona.
En esta investigación, se podrá ver un poco de como nace el derecho fiscal en el mundo entero, de como es tan antiguo como el hombre, se analizan los antecedentes históricos enfocándose un poco mas en nuestro país, así como las nociones generales del derecho tributario y la actividad financiera que posee nuestro estado, su relación del derecho tributario y la constitución política y se analiza a fondo como funcionan las relaciones tributarias. Un excelente instrumento para analistas financieros.
Capitulo I. Antecedentes Históricos
1.1. Prehistoria
Desde sus inicios, el hombre busco la compañía de sus semejantes para sobrevivir en este complejo mundo y es cuando desde aquellos remotos orígenes se empezó de dar la vida en sociedad. Esta vida en sociedad que se había empezado a gestar, en un principio fue formada por comunidades nómadas, las cuales se desplazaban de un lugar a otro dependiendo de las estaciones del año, de la buena cacería y de las circunstancias que se presentaban día a día. En alguna etapa de la historia, el hombre deja la vida nómada para pasar a la vida sedentaria, la cual les trae como consecuencia muchas ventajas pero también se empiezan a dar necesidades que anteriormente no se tenían, necesidades colectivas que había que satisfacer. Es a partir de este punto, en el que el hombre adopta una vida sedentaria, cuando se desarrollan de manera notable las sociedades humanas pasando por diversas etapas históricas, como son la comunidad primitiva, el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo y el comunismo.
Para poder satisfacer esas necesidades colectivas, que varían de acuerdo a las circunstancias políticas, económicas, sociales y culturales y que individualmente no se pueden cubrir, se instituye el Estado, como una forma superior de organización social para hacerse cargo de todas esas necesidades colectivas.
Para esto, los súbditos del gobierno se ven obligados aportar una parte de su patrimonio para dotarlo de los recursos económicos necesarios para mantener todas las instituciones elementales, como son el financiamiento de guerras, el mantenimiento del ejercito, la seguridad pública, el pago de sueldos a los servidores públicos, la construcción de obras públicas y la atención de diversos servicios demandados por la sociedad.
Tenemos que en su origen, se generaba de una manera despótica, autoritaria, represiva, por medio de la fuerza, ya que muchos de estas contribuciones provenían de las guerras y las conquistas. Los pueblos vencidos quedaban obligados a pagar contribuciones a los gobiernos vencedores. Esta obligación contributiva que se daba entre conquistador y conquistado podía ser en especie, en servicios o en dinero.
Estos conceptos de contribuciones que los sujetos pasivos estaban obligados a pagar eran muy variados, como fueron los bienes muebles, inmuebles, frutos de la agricultura, parte de las ganancias de la ganadería, de la pesca, minería, el comercio, así como también por los trabajos forzosos impuestos a los esclavos, prisioneros de guerra, siervos y peones.
Es importante señalar que como consecuencia del origen de las contribuciones, se dio el engrandecimiento y florecimiento de diversos imperios, como fue el egipcio, el persa, el romano y el azteca, ya que dichos imperios se caracterizaban por su poderío militar y por sus grandes empresas conquistadoras, lo que les retribuyo en pagos de contribuciones por parte de los pueblos sometidos a sus dominios.
De manera, que podemos señalar como origen de las contribuciones, el momento en que la sociedad, al pasar de la vida nómada a la vida sedentaria, se vio obligada a privarse de una parte de su riqueza para dotar al Estado de fondos y recursos económicos para la satisfacción de las necesidades de carácter colectivo.
1.2. Roma
Aspectos Generales
El sistema tributario de este imperio fue muy cambiante derivado de las transiciones de la Monarquía a la República y de ésta al Imperio. Tenemos que en los tiempos de la Monarquía se crearon diversos tributos y para medir la capacidad fiscal de los ciudadanos, se les clasifico según su fortuna. En la República se empezaron a dar cambios notables en los instrumentos de imposición dado que fue una época de grande conquistas que derivaron en un incremento de fuentes impositivas y no fue hasta el Imperio que lograron dar un verdadero perfeccionamiento a su sistema fiscal., todo esto apoyado en un extenso material jurídico fiscal.
La Hacienda de Roma, en tiempo de los reyes, en configuración, era muy semejante a la griega. Los recursos procedían en primera línea del patrimonio privado del Rey y de los dominios de amigos y aliados, de ahí seguían las contribuciones impuestas a los pueblos sometidos y por último, los impuestos extraordinarios, que solo en situaciones extremas, los ciudadanos eran obligados a pagar; tenían la misma creencia filosófica en cuestión de la libertad del individuo que los griegos.
Tributos de los pueblos vencidos
El Derecho Fiscal romano sirvió para establecer impuestos, regular su recaudación y organizar la vida del Estado. Estos objetivos los alcanzaron aplicando principios que eran comunes en esa época, la explotación tributaria de las poblaciones sometidas.
Como ya sabemos, el pueblo romano fue por naturaleza, un gran conquistador, los romanos sentían latir en sus entrañas un afán incontenible de mando. Se puede decir que el soldado romano pisó, en el transcurso de los siglos, todos los lugares conocidos del orbe. Esa voluntad y ese afán de mando fue lo que hizo posible que el romano conquistara y dominara la tierra. Todas estas grandes conquistas sirvieron para que los impuestos en Roma no se establecieran sobre el ciudadano, sino sobre el pueblo conquistado.
De esta servidumbre fiscal de los pueblos vencidos, se origino el impuesto sobre el suelo. Al engrandecer sus dominios gracias a sus conquistas, la tierra ocupada fue considerada como posesión pública, patrimonio del pueblo romano. En consecuencia, se daban dos situaciones; la primera fue que los antiguos propietarios siguieran ocupando el terreno, en cuyo caso, Roma conservaba la propiedad, obligándoles al pago de contribuciones o de prestaciones en especie; y la segunda era que los habitantes hubieran huido o se les hubiese obligado a un desplazamiento; en tal caso, los terrenos eran ocupados por el Estado, quien podía explotarlos directamente o cederlos en arrendamiento. En cambio, cuando la posesión de las tierras conquistadas era distribuida entre los ciudadanos romanos, se realizaba sin carga fiscal alguna, aunque se mantenía el principio del dominio estatal sobre las tierras conquistadas.
Diversos historiadores coinciden en que el Imperio romano constituye el ejemplo histórico más considerable de un Estado que pone de modo permanente a cargo de las poblaciones sometidas el peso de sus gastos con el fin de no gravar a sus ciudadanos o de reducir todo lo posible sus deberes fiscales. Sin embargo esta política tributaria, junto con el despilfarro en los gastos, llevo al Imperio a la ruina.
Impuestos Directos
En Roma mantenían la misma posición fiscal con respecto a estos impuestos que los griegos, la no imposición de impuestos directos sobre los ciudadanos romanos, respetando la libertad individual. Más sin embargo si llegaron a establecerse.
De los impuestos directos característicos de la antigua Roma encontramos el Tributum Ex Censu, establecido al iniciar sus campañas bélicas en suelo italiano y que fue abandonado de hecho al término de las mismas. La mecánica de este tributo era bastante sencilla, el ejercito estaba conformado por propietarios que, además de prestar servicio militar, aportaban
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