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Desarrollo Cognitivo


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2013  •  2.316 Palabras (10 Páginas)  •  277 Visitas

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DESARROLLO COGNITIVO

Suponga que tiene dos vasos con formas diferentes: uno corto y ancho y el otro largo y estrecho. Ahora imagine que llena el primero de ellos hasta la mitad con refresco y después vierte el líquido en el segundo. El contenido parece llenar cerca de tres cuartas partes del segundo vaso. Si alguien le preguntara si hay más refresco en el segundo vaso que en el primero, ¿qué contestaría usted?

Quizá piense que una pregunta tan sencilla difícilmente merece una respuesta; por supuesto que la cantidad de refresco es la misma en los dos vasos. Sin embargo, la mayoría de los niños de cuatro años tienden a decir que hay más refresco en el segundo vaso. Si usted vierte el líquido nuevamente en el vaso corto, dirán que hay menos refresco del que había en el vaso largo.

¿Por qué los niños pequeños se confunden ante este problema? La razón no es tan obvia. Cualquier persona que observe a niños en edad preescolar quedará impresionada de lo mucho que ellos han progresado desde las primeras etapas de desarrollo. Hablan con facilidad, conocen el alfabeto, saben contar, participan en juegos complejos, usan la grabadora, cuentan cuentos y se comunican con gran habilidad.

Aun así, a pesar de esta gran complejidad, existen grandes abismos en cuanto a su comprensión del mundo. Algunos teóricos han sugerido que los niños son incapaces de comprender ciertas ideas y conceptos hasta que alcanzan una etapa específica del desarrollo cognitivo; es decir, el proceso por medio del cual cambia la comprensión del mundo que tiene el niño en función de su edad y experiencia. Las teorías del desarrollo cognitivo intentan explicar los avances intelectuales cuantitativos y cualitativos que se dan durante el desarrollo.

TEORIA DE JEAN PIAGET

Ninguna teoría del desarrollo cognitivo ha tenido más impacto que la del psicólogo suizo Jean Piaget. Preocupado por el problema de cómo se produce el conocimiento científico, pensó que para dar a este problema filosófico una fundamentación científica podía estudiarse la génesis de los conocimientos en los niños. Mediante entrevistas abiertas con los niños utilizando lo que llamó el “método clínico” fue estudiando el desarrollo de diferentes concepciones infantiles, encontrando que éstas diferían de las de los adultos y tenían caracteres propios.

Para Piaget la inteligencia ocupa un papel central en los procesos psíquicos y existe una continuidad total entre los procesos superiores y la organización biológica. La inteligencia, como la vida, es una creación continua de formas que se prolongan unas a otras, pero esa continuidad hay que buscarla en el aspecto funcional y no en el aspecto estructural o de los contenidos del conocimiento. El organismo es esencialmente activo y es a través de su actividad como va construyendo sus propias estructuras, tanto las biológicas como las mentales.

¿Cómo se establece la continuidad entre el desarrollo biológico y el desarrollo psicológico? Piaget sostiene que hay que distinguir dos tipos de herencia, una herencia estructural y una herencia general o funcional. El individuo viene al mundo con una serie de estructuras biológicas que condicionan su relación con el entorno y que son propias de cada especie. Por ejemplo, percibimos ciertas radiaciones, ciertos sonidos, el espacio en tres dimensiones, los objetos de un determinado tamaño pero no otros más pequeños, etc. Esas estructuras hacen posible relacionarse con el ambiente, pero, al mismo tiempo, son limitativas, pues nos relacionan con el mundo sólo de una determinada manera. En cambio, la actividad de la razón no tiene esos límites sino que los desborda ya que podemos concebir otro tipo de radiaciones que no vemos o el espacio con un número de dimensiones distinto de tres, etcétera.

Pero además de esta herencia de tipo estructural hay una actividad funcional de la razón que está ligada a la herencia general de la organización vital. Esa actividad funciona de la misma manera que la actividad biológica en lo que ésta tiene de más general. Este funcionamiento constante va a ir produciendo diversas estructuras que serán diferentes en los distintos niveles. Las funciones biológicas básicas son las mismas en todos los seres vivos pero dan origen a órganos muy diferentes (nutrición, respiración, reproducción, locomoción, etc.) y lo mismo sucede con las estructuras cognoscitivas que son distintas aunque su funcionamiento sea constante.

Toda estructura es el producto de una génesis y a partir de cada estructura se llega a otra hasta alcanzar los estadios terminales. Esa herencia general o común a toda la organización viva se manifiesta en los “invariantes funcionales”, que es como Piaget denomina a las dos funciones biológicas más generales: la organización y la adaptación.

Toda conducta es un proceso adaptativo que establece una interacción entre el organismo y el medio. Desde el punto de vista biológico, el organismo se adapta construyendo materialmente formas nuevas, y desde el punto de vista psicológico sucede lo mismo con la diferencia de que esas formas no son materiales. La adaptación es un proceso que tiene dos momentos: la asimilación o acción del organismo sobre los objetos que le rodean, es decir, incorporación y transformación del medio, y la acomodación o acción del medio sobre el organismo, que lleva consigo la transformación de éste.

La adaptación es inseparable de la organización pues sólo puede adaptarse un todo organizado, y la adaptación mental sólo es posible porque el organismo tiene unas propiedades como un todo organizado. Exteriormente la organización de cada etapa del desarrollo puede ser muy distinta a las otras, pero hay propiedades permanentes; una vez más, el funcionamiento es constante, por ejemplo, todas las organizaciones son totalidades o sistemas de relaciones entre los elementos.

Así pues, además de una herencia específica de determinados órganos y estructuras que, por una parte, posibilitan el desarrollo del organismo, pero por otro lo limitan, hay una herencia general de tipo funcional mediante la cual se constituyen las estructuras que hacen posible la vida del organismo en cada momento. Esta herencia funcional es la que establece la conexión más profunda entre la inteligencia y la actividad biológica y no deben confundirse los dos tipos de herencia. Todo el problema del innatismo se ha centrado sobre la herencia estructural y no sobre la herencia funcional lo cual ha dado lugar a las dificultades y a los callejones sin salida bien conocidos en que se han encontrado las posiciones innatistas y empiristas.

En el momento del nacimiento el organismo dispone de una serie de conductas que pueden calificarse como reflejas y que son el material

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