Determinar la calidad de un agua residual se encuentran la temperatura, olor, color y sólidos

La planta de aguas blancas se inauguró en 1990, con una capacidad de 1,100 Lt/s. El proceso de tratamiento es del tipo primario avanzado; el sistema estaba conformado por: pre tratamiento (cribado y desanimación); carcamo de bombeo, floculadores, donde se adiciona sulfato de aluminio y polímero; clarificadores; y canal de descarga, lo que constituía la línea de agua.

En lo que respecta la línea de lodos el tratamiento estaba conformado por: carcamo de lodos; espesador, tanques de estabilización, y deshidratación, a través de filtros banda.

La planta de tratamiento, desde su construcción en el año de 1990 hasta su rehabilitación en 1998, operaba con caudales menores a los 800 l/s debido a la falta de mantenimiento, y al exceso de arena que llegaba a la planta a través de los colectores donde se deposita, en las diferentes unidades de tratamiento, dañaba los equipos.

A raíz del paso del huracán Paulina en 1997, fue necesario rehabilitar íntegramente todas las plantas de tratamiento de aguas residuales, así como la planta potabilizadora.

La inversión realizada para la rehabilitación de la planta de tratamiento de “Aguas Blancas” fue del orden de los 55 mdp (millones de pesos), se le hicieron modificaciones para tratar 1,350 lps (litros por segundo), y para controlar la emisión de gases, principalmente metano, ácido sulfhídrico y amoniaco.

En el mes de octubre del 2006 la planta de tratamiento dejo de operar, el agua residual se descargaba directamente en las playas “Olvidada” y “Garrobo”, alterando la calidad del agua del mar en la zona de influencia.

En el año 2010 una de las obras principales del Programa de Saneamiento Integral de la bahía, fue la reconstrucción de la planta de tratamiento de aguas residuales denominada “ Aguas Blancas”, misma que ya se encuentra operando al 100% con un nuevo sistema de operación Biológico secundario.

Con la reconstrucción total de la planta de tratamiento se eliminan los malos olores que por años sufrieron los vecinos de la planta y gracias a su alta calidad tecnológica, el agua al pasar por el proceso de tratamiento queda sin contaminantes que dañen el entorno ecológico del municipio.

Además sin generar grandes gastos, ya que ha sido diseñada para lograr una la reducción de costos de operación por parte de la CAPAMA hasta en un 50%, tanto en el consumo de químicos como de energía eléctrica.

Desde ahora, el 60% de las aguas residuales de la ciudad al concluir el proceso de tratamiento con aireación, se conducirá sin riesgo al canal pluvial.

De esta forma, con el esfuerzo de los tres niveles de gobierno se garantiza la limpieza de las playas del puerto para el disfrute de los Acapulqueños y los turistas.

Para consolidar esta importante obra, se invirtió poco más de 240 millones de pesos los cuales fueron aportados por el Gobierno Federal y Estatal

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