EL ABORTO. DESDE EL PRINCIPIO.

EL ABORTO

DESDE EL PRINCIPIO

Si bien los conceptos de donde comienza la vida de un ser humano son un poco oscuros, ya que, de una manera u otra se encuentran pre establecidos ciertos parámetros en los cuales se puede decir dónde está el ser humano en camino, si es desde el proceso de un homocigoto, el cual es el mismo momento de la concepción o si es cuando realmente este logra incubarse, establecerse en las paredes uterinas. Si bien el embarazo no ocurre cuando apenas se tiene sexo, esto es posible evitarlo, legalmente hablando, días después de haber tenido relaciones sexuales, todo es cuestión de tiempo, ya que aunque el clima y la acides no son ambientes para que el espermatozoide pueda seguir con mucho tiempo en vida dentro del cuerpo de la mujer, es que gracias al mismo semen este puede vivir hasta 6 días dentro a la espera que algún óvulo aparezca para provocar el embarazo, para lo cual la tan mal nombrada píldora del día después funciona como un aletargador de la generación del óvulo a la espera que los espermatozoides mueran. Pero no todas saben el día preciso de su ovulación, por lo que muchas se encuentran consumiendo la pastilla del día después en el mismo momento que su ovario se encuentra liberando su óvulo y desgraciadamente para la muchacha que no esperaba embarazarse (y creemos que para la sorpresa del muchacho tampoco es tan agraciada la noticia) la pastilla no tiene uso y los espermatozoides ya se encuentran en camino de encontrase con ese huevo para darle el sentido y razón para lo cual fue creado. El embarazo es inminente, el embarazo no es deseado, comienzan las crisis y lo primero que aparece en la escena es la opción de abortar.

UN EJEMPLO

Un padre de una pequeña familia, su esposa y dos hijos, siente que su familia es bastante numerosa para lo que la sociedad le invita a imitar, su hijo mayor desea terminar pronto su carrera, va a ser un grandioso médico y su niña aún no decide qué va a estudiar, se siente orgulloso de la dirección ha tomado su primer hijo, ya le han ofrecido lugares de trabajo para cuando se titule por su exitoso desempeño universitario. Un día su hijo celebrando su titulación, le cuenta a su padre que le pedirá matrimonio a su novia, lo cual emotiva una gran felicidad por parte de toda la familia, su madre se encuentra dichosa ya que su hijo y su futura nuera siempre han hecho una pareja excelente, perfecta y feliz. Sucede que esa misma noche el joven que estrenaba el vehículo que su padre le regaló como obsequio por la titulación, mientras intentaba estacionar el vehículo en casa es atacado por tres sujetos armados e intentando violar a la novia del nuevo doctor, se lanza contra uno de ellos y recibe una herida de bala en el pecho que lo deja inconsciente o sin signos vitales. La cosa es que al llegar a la clínica de urgencia el doctor de turno le dice que joven colega ha perdido la vida, que intentaron hacer resucitación más de las veces posibles en la ambulancia y al llegar el joven a la instalación de salud ya se encontraba muerto. Triste la imaginación. Pero imaginemos que algo así sucedió. Muerto. La madre se desmaya, su hermana no entiende nada, su padre queda mirando el vacío, la joven novia no para de llorar y gritar de quiere ver a su cancelado futuro marido. No hay vuelta atrás para esta familia: lo que era de esperarse como un ciclo perfecto de la vida, ahora es un drama familiar, la inversión de amor y económica en ese muchacho por parte de sus padres en este instante, dentro de esta imaginación, es en las mentes de estos señores lanzada a la basura, si bien tienen a una niña aun en crecimiento, el que era parte de ese grupo era tan valioso y todo lo que habían planificado ahora se ha desvanecido.

¿QUÉ TIENE QUE VER ESTO?

Si bien el ejemplo es trágico le dejamos un dilema al profesor: ¿no es de esperarse algo similar respecto de una joven que voluntariosamente o no se encentra con un desarrollo embrionario en su vientre a la tierna edad de 15 o 16 años?, las preguntas de la cabeza del hombre que perdió su hijo ¿no volverán a pasar por la cabeza de los padres de la señorita, quizás no en el mismo sentir, pero en el mismo tenor? Generalmente la respuesta de todo esto es: yo soy dueña de mi cuerpo, por tanto hago lo que quiero y cancelo este proceso como pueda, total, ¿Quién me va a devolver la vida perdida por tener que criar una criatura que no quiero aun? Como grupo aseguramos lo siguiente: el ser que se está formando en el vientre de la mujer no es de nadie, es un ser que se encuentra en vías de la independencia de su progenitor el cual merece un

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