EL DESHIELO DE LOS GLACIARES: ¿UN EFECTO TOTALMENTE NEGATIVO?

EL DESHIELO DE LOS GLACIARES: ¿UN EFECTO TOTALMENTE NEGATIVO?

El deshielo glaciar es la consecuencia del calentamiento global en zonas heladas, en donde se produce un derretimiento de hielos y glaciares a causa del aumento de la temperatura del planeta. Esta consecuencia genera muchas incógnitas sobre lo positivo y lo negativo, creando una variedad de posturas pero llegando al punto de que la mayoría de personas estén en contra de este efecto, y es cierto, el deshielo glaciar produce problemáticas que sin importar que sean positivas o negativas llegan a afectar a todo el planeta por lo que es un tema serio a ser investigado desde las dos posturas. El deshielo glaciar se empezó a dar hace aproximadamente 180 años debido al aumento en la temperatura del planeta, esta es la consecuencia del inicio de la revolución industrial a partir de 1830, en donde se intensificó la creación de fábricas y por lo tanto la contaminación debido a gases dañinos para la capa de ozono. Este daño a la capa de ozono permitió la entrada directa de rayos solares, aumentando así la temperatura del planeta.

El ser humano se dio cuenta de este cambio en los años 40, luego de ya presentarse consecuencias negativas de este efecto, las cuáles pueden ser inundaciones, aumentos del nivel del agua, etc. Considerando lo negativo ¿El deshielo de los glaciares tiene consecuencias positivas? Yo considero que si puesto que, dentro de estos grandes cuerpos helados se pueden encontrar restos históricos y biológicos importantes que jugarían a favor de la expansión cognitiva del ser humano, además, la realidad en cada país es diferente y existen casos como en Groenlandia en donde la disminución del hielo contribuye al progreso socioeconómico de esta nación, estos son solo 2 ejemplos positivos del deshielo.

Los Groenlandeses han sabido aprovechar el hielo a su favor manteniendo como principales actividades económicas la caza de focas y la pesca, que representa el 80% de ingresos, de crustáceos y peces oriundos de zonas gélidas como el bacalao. El gobierno Groenlandés busca tener como cimientos económicos futuros a la agricultura y a la extracción de petróleo. El país está especialmente interesado en la última actividad mencionada puesto que, se han contabilizado más de 50.000 millones de barriles de petróleo y gas, esto significa una increíble riqueza teniendo en cuenta que el precio de cada barril es de aproximadamente 80 dólares, la ganancia iría a las arcas de un país con casi 70 mil habitantes que sigue dependiendo del exterior al no tener una actividad económica sostenible durante todo el año. 

“Con suerte, quizá podamos empezar a producir dentro de diez años. Tenemos unas previsiones impresionantes Groenlandia: 50.000 millones de barriles de petróleo y gas, con el precio del crudo a más de 80 dólares el barril, esas reservas valdrían más de cuatro billones de dólares, una riqueza inesperada que podría financiar la independencia del país.” Jørn Nielsen (2010)

Otro factor positivo para Groenlandia y las zonas gélidas del mundo es la desaparición de la capa de nieve del suelo, permitiendo practicar la agricultura. En el país Groenlandés, la agricultura era hace 7 años solo practicable en un 3% del territorio nacional mientras que ahora se puede llevar a cabo en un 6% del país. En el caso de Groenlandia la temperatura ha aumentado el doble de la media mundial debido a la retroalimentación entre el calentamiento global y el deshielo glaciar, el calor derrite el hielo y deja al descubierto la superficie marina que al ser más oscura que la parte helada, absorbe más radiación solar y por lo tanto se calienta más rápido. Groenlandia está prosperando en agricultura debido al suelo ahora habilitado para esta actividad gracias al deshielo glaciar, “Lo que ha hecho posible que zonas del sur del país ya sean aptas para cultivos alimenticios de temporada corta, como la papa o la col”, Malene Simon (2010), del departamento de investigaciones climáticas de Groenlandia. El suelo de Groenlandia posee microorganismos que protegen las papas de los hongos contra los que luchan los agricultores en todo el mundo. “Estos microorganismos podrían tener un potencial biotecnológico inmenso, si pudiesen ser utilizados en lugar de los pesticidas", señala el microbiólogo Peter Stougaard (2016)

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