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ENFERMERIA


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2013  •  2.764 Palabras (12 Páginas)  •  176 Visitas

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INTERVENCION DE ENFERMERIA SEGUIMIENTO DE CASOS A NIVEL DOMICILIARIO

La atención de enfermería hospitalaria está cambiando. El enfermo agudo está siendo atendido en su domicilio. A pesar que este modelo de atención no es nuevo, se está volviendo a lo que en el periodo pre-industrial era la forma normal de cuidado (Arno, Bonuck & Padgug, cita en Duke & Street, 2003). Hoy en día, las tendencias de salud son las de mantener al paciente el tiempo más corto posible en el hospital y continuar con su cuidado en el hogar. La tendencia es ofrecer servicios de salud comunitaria, que puedan disminuir los costos de salud (Kearney, York & Deatrick, 2000). El modelo de atención domiciliaria del enfermo agudo son las bases del cuidado moderno de los programas de atención en el hogar y una de las alternativas (Joel, 2001) más deseables. Los enfermos permanecen en su ambiente propio, no están expuestos a las posibles infecciones y no tienen que adaptarse a la hospitalización (Duke & Street, 2003). El hogar y la familia son elementos de gran importancia en la atención domiciliaria, los que juegan un rol preponderante en el bienestar y recuperación del paciente (Wright & Leahey, 1994). Por otro lado, las enfermeras también reconocen la importancia e influencia de la familia cuando se pierde la salud (Wright & Leahey, 1994). Por ejemplo, Kellett (1999) en su estudio sobre la familia encontró que el hecho de hacer participar a ésta en el cuidado del enfermo tiene un significado de gran magnitud para el paciente. Otros, como Joel (2001), reconocen la satisfacción que las enfermeras han expresado en relación con el alto grado de autonomía profesional en el cuidado en el hogar. Este ambiente bajo ciertas circunstancias es el mejor lugar donde el paciente puede mantener el control de su cuidado. Para más claridad, el concepto de cliente o paciente se usará indistintamente en este artículo. También es importante destacar que la literatura en esta área usa los términos ‘enfermería domiciliaria’ (domiciliary nursing) y ‘cuidado en el hogar’ (home care) sin hacer mayor distinción.

NIVELES DE ATENCIÓN

Como una forma de organizar la atención domiciliaria y categorizar el nivel de atención domiciliaria requerida, la agencia de salud aplica tres criterios:

– Nivel 1. Requiere atención de enfermería por 24 horas, el cual ofrece atención de auxiliares de enfermería durante las primeras horas. Ésta se traslada al hogar y queda permanentemente al cuidado del paciente, el cual es visitado diariamente por la enfermera. Dependiendo de la condición del paciente, esta visita puede ser una o dos veces al día o con la frecuencia que sea necesaria. Durante este periodo el equipo de salud permanece en comunicación constante con la enfermera tratante.

– Nivel 2. También requiere atención de enfermería por 24 horas a cargo de un auxiliar de enfermería, pero solamente con visita de enfermera dos o tres veces a la semana.

– Nivel 3. Se refiere a clientes que sólo requieren ser controlados una vez a la semana o una vez al mes por la enfermera.

Hay que destacar que la gravedad de los clientes en nivel 1 y 2 frecuentemente requieren de equipos especiales que van desde un catre clínico, ropa de cama a un ventilador mecánico.

En orden de mantener el cuidado continuado, los datos obtenidos durante el ingreso y el cuidado posterior quedan registrados en una ficha clínica, que permanece en el domicilio del cliente. Solamente el personal de enfermería y el médico tratante tienen acceso a esta información.

ROL DE LA FAMILIA

A pesar que no es el objetivo de este artículo discutir el rol de la familia, es importante enfatizar que en el cuidado domiciliario la familia juega un rol esencial. Se sabe que la participación de la familia en el cuidado del enfermo es fundamental, especialmente en el periodo de recuperación y convalescencia (Kellett, 1999). Las enfermeras que trabajan en el sistema (ADP) de atención domiciliaria tienen contacto directo y frecuente con los familiares del enfermo, especialmente con la persona responsable que generalmente es la esposa o la madre o la hija. En otras oportunidades puede ser el esposo, el padre o un hijo. En los casos de adultos mayores, éstos pueden vivir solos, con sus hijos, con una dama de compañía o alternativamente pueden ser trasladados temporalmente al domicilio del familiar designado.

La literatura describe algunos estudios que han examinado las relaciones interpersonales entre enfermeras y miembros de una familia (Stiles, 1994; Hupcey, 1998). Algunos de estos estudios describen los problemas y tensiones que frecuentemente ocurren en los hospitales entre familiares y el personal de enfermería. Por ejemplo, en un estudio conducido por Hupcey (1999) en unidades de cuidado intensivo, se mostró que las relaciones interpersonales entre enfermeras y familiares y la participación de éstos en el cuidado del enfermo no era promovida. Además algunos miembros de la familia ocupaban su tiempo evaluando a la ‘buena enfermera/o’ y comparándola/o entre ellas/os y pasando esta impresión a otros familiares. Por otro lado, las enfermeras consideraron que algunos miembros de la familia mostraban falta de confianza en el cuidado de enfermería (Hupcey, 1998). Otros estudios han indicado que las enfermeras evitan enfrentarse con los familiares porque no tienen suficiente tiempo (Bond, 1982). Una situación diferente es presentada por Coffman (1997) quien encontró que los familiares apreciaban el tiempo que las enfermeras permanecían con el familiar enfermo y en el caso de Bridgman y Carr (1997) encontró que las enfermeras que proveían cuidado en el hogar tenían una relación positiva con la familia y al mismo tiempo hacían participar a éstos en el cuidado del paciente. La situación de las enfermeras domiciliarias chilenas no es diferente. A pesar de que frecuentemente se ven enfrentadas por la angustia y frustración de los familiares que a menudo tienen expectativas irreales de la condición del cliente, en su gran mayoría estos problemas se solucionan con una comunicación efectiva. Es aquí donde la enfermera domiciliaria se relaciona directamente con la familia haciéndolos comprender la situación de salud y en la gran mayoría de los casos los invita a participar en el cuidado del paciente

CIE (Clasificación Intervenciones de Enfermería)

En 1987, el centro para la clasificación de enfermería en la universidad de Iowa introdujo la NIC (Nursing Interventions Classification) y en 1991 la NOC (Nursing Outcomes Classification), estas dos clasificaciones adicionales fueron desarrolladas para el uso con la NANDA y otros sistemas de diagnósticos. Se esperaba que la eficacia de los términos de diagnóstico fuesen mejoradas con la disponibilidad

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