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ENSAYO FILOSOFIA


Enviado por   •  30 de Noviembre de 2012  •  388 Palabras (2 Páginas)  •  437 Visitas

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CAPITULO II.

LA ENAMORADA.

La palabra «amor» no tiene, en absoluto, el mismo sentido para uno y otro de ambos sexos, y

ello constituye una fuente de los graves malentendidos que los separan. Byron ha dicho,

justamente, que el amor no es en la vida del hombre más que una ocupación, mientras que

para la mujer es la vida misma. Es la propia idea que expresa Nietzsche en La gaya ciencia:

La misma palabra amor -dice- significa, en efecto, dos cosas diferentes para el hombre y

para la mujer. Lo que la mujer entiende por amor está bastante claro: no es solamente la

abnegación, sino una entrega total del cuerpo y del alma, sin restricciones, sin

consideración a nada. Esta ausencia de condiciones es lo que hace de su amor una fe (1),

la única que posee. En cuanto al hombre, si ama a una mujer, es aquel amor el que

quiere de ella; está muy lejos, por consiguiente, de postular para sí el mismo sentimiento

que para la mujer; si hubiera hombres que experimentasen también ese deseo de

abandono total, a fe mía que no serían hombres.

(1) Los subrayados son de Nietzsche.

En ciertos momentos de su existencia, algunos hombres han podido ser amantes apasionados,

pero no hay ni uno solo al que pudiera definírsele como «un gran enamorado»; en sus más

violentos arrebatos, jamás abdican totalmente; aunque se hinquen de rodillas ante su amante,

lo que desean {761} de nuevo es poseerla, anexionársela; en el corazón de su existencia

siguen siendo sujetos soberanos; la mujer amada no es más que un valor entre otros; quieren

integrarla en su existencia, no sepultar en ella su existencia entera. Para la mujer, por el

contrario, el amor es una dimisión total en beneficio de un amo.

Es preciso que la mujer olvide su propia personalidad cuando ama -escribe Cécile

Sauvage-. Es una ley de la Naturaleza. Una mujer no existe sin un amo. Sin un amo, es

como un ramo de flores desparramado.

En realidad, no se trata de una ley de la Naturaleza. Es la diferencia de su situación la que se

refleja

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