Ensayo Filosofia

Principios jurídicos y razón práctica

El derecho, tal y como lo concebimos, tiene como base una serie de principios y reglas o máximas, las cuales funcionan como herramientas de interpretación y aplicación de la legislación. En casos de dudas o de vacios normativos el juez podrá optar por los principios y las reglas para tomar una decisión final. La existencia de principios y reglas de interpretación y aplicación del derecho implica de algún modo, una jerarquización entre los términos “regla” y “principio”. Para algunos filósofos esta jerarquización obedece al grado de generalidad, esto es, un principio por su generalidad, por el número de personas a quien vincula en alto grado es de mayor nivel que la regla. Para otros pensadores como Dworkin, esta jerarquía es visible en dos puntos. El primero a que las reglas tienen una aplicación de todo o nada, se aplican a casos concretos y en los casos de contradicción entre estas una se expulsa del ordenamiento y la otra se aplica. Para el caso de los principios la aplicación de alguno no presupone que expulsión, por el contrario, se hace una ponderación de los principios en conflicto y se aplica el de mayor rango, sin embargo el otro no pierde su validez. Finalmente el punto que nos permitirá diferenciar los principios de las reglas será el carácter que tienen dentro del ordenamiento jurídico, pues los principios son mandatos de optimización de orden constitucional de aplicación general que responden al interés desde mi punto de vista “ético” del Estado que pueden aplicarse de manera completa o parcial, mientras la norma exige una aplicación total frente al respaldo jurídico que tiene.

Estos parámetros abren el espectro para pensar que tan exacto es el derecho como fuente de regulación de los conflictos, esto es, ¿es suficientemente amplio el derecho como para tener siempre una solución a cada caso concreto?, para los positivistas, el derecho, debe estar basado en un ordenamiento jurídico comprendido por reglas jurídicas de eficacia y validez, que por ser el lenguaje del derecho tan amplio y ambiguo permite amplias y múltiples soluciones, en contraposición existe también la posibilidad de encontrarse ante casos no regulados, en estos el juez deberá utilizar los mecanismos extrajurídicos, pues la normatividad tiene un vacio en el tema. Esta pregunta abre una serie de interrogantes que personalmente nunca me había planteado. Pero ¿de qué manera integrar un sistema que permita tener una respuesta a cada caso? Para Dworkin la respuesta se encuentra en la creación de un riguroso sistema de principios, un ordenamiento fundado en principios constitucionales, reglas de derecho y precedentes que dará al juez las herramientas para fallar de acuerdo a la ponderación de principios y con en base en una juiciosa argumentación jurídica encontrándose la única respuesta correcta. Pero para esta teoría

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