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ESTRUCTURA DE LAS REVOLUCIONES CIENTIFICAS de THOMAS S. KUHN

Anny0042 de Julio de 2012

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ESTRUCTURA DE LAS REVOLUCIONES CIENTIFICAS de THOMAS S. KUHN

(RESUMEN)

Prefacio:

El autor era un graduado de física teórica. En un curso del Colegio experimental, en el que se presentaba la ciencia física para los no científicos, lo acerco a la historia de la ciencia. El acercarse a prácticas anticuadas científicas antiguas, socavó todos sus conceptos básicos sobre la naturaleza de la ciencia. Además el presentaba un interés recreativo por la filosofía lo que le ayudo a la comprensión histórica. Esta es su primera publicación, trabajo de Júnior Fellow de la Society of Fellow de la universidad de Harvard. Ahí se dedico plenamente a la historia de las ciencias, estudio a Alexandre Koyle, Emeli Mewyerson, Helen Metzger y Amneliese Maier. Ellos corresponden a una época en que los cánones científicos eran distintos a los actuales. El pone en tela de juicio sus interpretaciones científicas pero dice también, que corresponden a los materiales originarios primarios de la formación de sus conceptos sobre los que se puedan hacer historia de las ideas científicas. También leyó, a Jean Piaget, psicología de la percepción de la Gestalt, especulaciones de Whorf sobre el efecto del lenguaje sobre la visión de mundo, en este tipo de exploración fortuita, pudo descubrir la monografía casi desconocida de Ludwink Fleco.

Un ensayo que anticipaba muchas de mis ideas, junto con Francis X, a través de ellos, comprendió que esas ideas debían ser establecidas en la sociología de la comunidad científica. Durante su último año como Junior Fellow, tuvo una invitación al instituto Lowell de Boston para hacer unas conferencias sobre la historia de la ciencia y posteriormente en 1951,empezó a dar clases de ella. Algunas de sus obras al final de su época de becado tratan del papel de la metafísica en la investigación científica, otros examinaba como las bases de una nueva teoría. Se acumulan y son asimilados por hombres fieles de una teoría incompatible, y más antigua. En este proceso se describe también la emergencia. La etapa final de esta cronografía comenzó con la invitación para pasar el año 1958-59, en el Centro de estudios Avanzados sobre las Ciencias de la Conducta. En este periodo compartiendo con científicos sociales, se dio cuenta que existían desacuerdos patentes, sobre la naturaleza de problemas y métodos científicos aceptados. La historia y sus conocimientos lo hicieron dudar de que los científicos naturales estuvieran respuestas más firmes y permanentes a estas preguntas. Sin embargo en la actualidad, la biología, la astronomía, no causa controversia sobre fundamentos como ocurre en la psicología, o en la sociología. Es por eso que reconoció el papel fundamental que desempeñan los paradigmas científicos. Éstas son realizaciones científicas universalmente conocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica. En cuanto surgió esta pieza en su rompecabezas es que nació este ensayo. Primeramente este manuscrito parecía como un volumen, de la Enciclopedia de la ciencia unificada. Pero los redactores esperaban algo más, entonces tuvo el apoyo de Charles Morris, y finalmente nació un ensayo de forma paralela a este libro. El autor espera profundamente un cambio en la percepción y la evaluación de los datos conocidos, es por ello el carácter esquemático de la presentación. Tiene desventajas este libro, en el sentido que se expresan pruebas históricas, pero existen muchas más de las que se pueden tratar en este libro, lo otro es que por las competencias del autor, hace referencia en su mayoría a la historia de las ciencias físicas. Además trata de abarcar la fecundidad potencial de tipos nuevos de investigación, por ejemplo la forma en quelas anomalías o violaciones de aquello que es esperado atraen cada vez más a la comunidad científica, además de que cada revolución científica modifica la perspectiva histórica de la comunidad que la experimenta, entonces afecta la estructura de los libros de texto, y las publicaciones posteriores. También se considera que en varias ocasiones puede convivir más de un paradigma. En breves términos hace referencia al papel desempeñado por el progreso tecnológico o por las condiciones externas, económicas e intelectuales, en el desarrollo de la ciencia. Es por ello que como con Copérnico, o el Calendario, una pequeña anomalía se puede transformar en una crisis aguda, o al revés a través de una revolución poner fin a una crisis. A través de este ensayo se pretende añadir una dimensión analítica de importancia primordial para la comprensión del progreso científico. Por el limitado espacio de este ensayo no se tratan las posturas de los distintos filósofos contemporáneos acerca de los temas correspondientes. Es por ello que el autor dice que estos filósofos dirían que no ha llegado a comprender sus puntos de vista, lo que en ninguna manera es así pero que él no espera de convérsenlos de lo contrario. Finalmente le da las gracias a James B. Conant, presidente entonces de la universidad de Harvard. Quien lo introdujo en la historia de la ciencia, y ha sido generoso en sus críticas y tiempo .A Leonard K. Nash, con quien hizo un curso de 5 años, y fue colaborador activo con sus ideas. A la Universidad de Cambrige, que a su salida fue ocupado su sitio por Berkeley, Satnley, Cavell. Este último era un filósofo interesado en la estética, y con el cual comparten puntos de vistas similares. Paúl K. Feyeraberd de Berkeley, Ernest Ángel de Columbia, H. Pierre Noyes, y su discípulo Juhn L. Heilbron, quien le colaboro estrechamente.

Capítulo I. Introducción: Un papel para la historia:

Si la historia se considera como algo más que un depósito de anécdotas o cronología, puede producir una transformación decisiva de la imagen que tenemos actualmente de ciencia. Ésta imagen actual fue dada por los científicos, a través del estudio de los logros científicos, que se encuentran en los libros clásicos y en los de la lectura para los estudiantes científicos, la finalidad de estos libros es persuasiva y pedagógica. El autor, traza un bosquejo de lo que es la ciencia totalmente distinta a lo que se puede encontrar en los registros históricos anteriormente mencionados. La ciencia es una constelación de hechos, teoría y métodos, que teniendo o no buenos resultados, se ha esforzado en contribuir con uno u otro elemento a esa constelación particular. La historia de la ciencia se convierte en una disciplina que relata y registra esos incrementos sucesivos y los obstáculos que ha inhibido su acumulación. Entonces el historiador tiene dos tareas fundamentales, la primera establecer en qué momento fue inventado y descubierto cada hecho, ley o teoría científica contemporánea, y por otra parte debe describir el conjunto de errores, mitos y supersticiones que impidieron la acumulación más rápida de información. El autor esto lo cuestiona porque dice que cuando se estudia la dinámica aristotélica, la química flogística, o la termodinámica calórica, tanto más se sienten seguros de estas visiones corrientes no son menos científicas, ni mas el producto de la idiosincrasia humana que las actuales. El principio de que las teorías anticuadas no dejan de ser científicas porque han sido descartadas, hace difícil poder considerar el desarrollo científico como un proceso de acumulación. Gradualmente los historiadores de las ciencias han establecido líneas paralelas que poco tiene que ver con la acumulación. Tratando de poner en manifiesto la integridad histórica de esa ciencia en su propia época. Por ejemplo con Galileo, y las ciencias modernas más que establecer la relación con esta, ver la relación existente entre sus opiniones y las de sus contemporáneos, maestros, sucesores inmediatos en las ciencias.

La historia de la ciencia no se basa en la acumulación, ya que hay gran cantidad de elementos que se refutan, y se deben tener también en cuenta. Por erróneos que sean, no dejan de ser científicos. Esto traza una revolución en el estudio histórico de la ciencia, que se basará en poner de manifiesto la integridad histórica de una ciencia en su propia época, en vez de comparar lo antiguo con lo actual.

Los aspectos que destacan en esa revolución tienen insuficientes recursos metodológicos para sacar conclusiones sustantivas; incuso se destruye la innovación que trastoca los esquemas preestablecidos. Cuando se intuye que es imposible investigar sin trastocar esos esquemas, se da paso a una revolución científica que destruye la ciencia normal: se produce un rechazo por parte de la comunidad científica de una teoría para adoptar otra incompatible con la primera, se produce un cambio en el análisis y las normas de la ciencia. Estos cambios se suelen dar a partir de descubrimientos inesperados, aislados que desnudan y evidencian a la ciencia en uso.

Si se considera a la historia como algo más que un depósito de anécdotas o cronología, puede producir una transformación decisiva de la imagen que tenemos actualmente de la ciencia.

En relación con esta afirmación y, teniendo en mente la advertencia que los apuntes de clase nos indican, en el sentido de que la propuesta de Kuhn es pertinente aplicarla a las ciencias naturales y, su extensión a las ciencias sociales o “ciencias del espíritu” de que hablan los alemanes, debe hacerse con especial cuidado; me inclino por insistir en que algunos elementos del ensayo de Kuhn brindan excelentes puntos de reflexión frente a las ciencias sociales.

Con esta advertencia, me valdré de las ideas que Kuhn expresa, en lo concerniente al papel histórico de los libros de texto; para irradiarlas en la enseñanza del derecho comercial, con el

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